Es uno de los músicos más conocidos, y un incansable trabajador. El Reja, creador de éxitos como “Soltero hasta la tumba” o “Bésame” lanzó “Ya sobreviví” junto a Roze y adelanta que en noviembre se presentará en Ecuador. “Nos llamaron porque estaban sonando unas canciones, así que voy a Ecuador por primera vez”, dice. El músico uruguayo que logró estar por unas horas en el séptimo lugar del Top 50 Global de Spotify gracias a “Sábado picado” habla de su presente, la creación de sus canciones, cuenta cuándo siente que tiene un hit entre manos, y que se vienen más canciones para este año.
—La canción “Ya sobreviví” superó los 300 mil reproducciones, ¿es buen número?
—Es buen número, aunque uno siempre quiere ir por más. En la música todo puede pasar, podés pegarla desde el primer segundo, o fijate el tema de Myke Towers, “La la”, pegó cuatro meses después de que la lanzó. La sacó y no pasó nada y al tiempo fue hit mundial. Nadie sabe, porque te lo agarra alguien en Tik Tok, te la hace viral y pega un tema que pensabas que no iba a pegar.
—Este año has sacado varias colaboraciones, una con Luana y ahora esta con Roze.
—Sí, Roze es una banda argentina que la está rompiendo y la va romper mucho más. Ahora vamos a sacar una nueva con Lira y Maxi Carra, un cantante argentino que la va a romper. Hay varias canciones que van a salir pronto, tengo que ponerme a escribirlas nomás. Esa es la presión más grande de todas, pero salen unas cuantas más de acá a fin de año.
—Te entrevisté en 2020 y dijiste que intentabas pegar un hit. En este tiempo no has parado de trabajar.
—Claro, 2020 fue un año bárbaro. Sacamos “Bésame”, “Bonita”, “Se picó“, todo el mismo año. Si bien fue pandemia, en las plataformas fue un muy buen año. Es que hay que trabajar para pegar un hit, es un negocio de canciones y tenés que sacar. No importa que no tengan visitas, porque una de esas puede pegar. Y si sacás tres canciones por año, es difícil, porque son menos tiros. Es difícil que de tres canciones, una pegue, tenés que sacar 10 y ahí una se tiene que meter, y sino sacar 10 más.
—¿Entonces la idea de un álbum queda relegada por las canciones?
—El álbum tiene algo que está buenísimo. Podés sacar más canciones personales, no tan comercial, te permite eso el álbum; al lanzar canciones, salís a pegar, es más para el lado comercial, y sacás una por mes, o más. Son diferentes formas. Lo que puede tener en contra el álbum: se te pueden perder las canciones. Lanzás 10 y hay una que está buenísima y se puede perder entre el montón; sacando una por mes, eso no pasa.
—¿Cómo surgen?
—Las colaboraciones siempre le gustaron a la gente, y ahora se están haciendo más. Lo mejor es unirnos todos y sacar temas. Las colaboraciones son importantes y está bueno que esté pasando porque es más divertido. A la gente le gusta escuchar esa unión, y a mí también me gusta. Hacer “feat”, es buenísimo.
—¿Y te pasás todo el día escuchando música para descubrir artistas para colaborar?
—Sí, y también estoy viendo a los artistas nuevos que ya sabés que la van a pegar. Hay artistas nuevos con ideas muy frescas, y está buenísimo. Hay que juntarse con artistas nuevos que tienen ideas que uno no tiene, y están en su pico de creación.
—La semana pasada estuviste en La combi de Marcelo, ¿cómo fue para vos andar mostrando el barrio en el que creciste?
—Me da un poco de vergüenza, imaginate contarle a todo el mundo tu vida. Pero Marcelo es muy divertido, tiene muy buena onda y te lleva a contar con alegría anécdotas tuyas que están buenísimas; y a la gente le gusta saber ese lado que tiene uno. Me divertí mucho, y me encantan los programas así, buena onda, donde escuchamos buena música, y acá hasta me animé a cocinar. Es un momento lindo de compartir.
—Empezás a hablar y te olvidás que estás en una entrevista.
—Sí, te olvidás. Empezás a hablar de la vida, te sentis bien y contás. Fuimos donde hicimos el rodaje de “Bésame”, que fue una canción muy importante para mí. La compusimos todos juntos, yo vivía en el Cerro en ese momento y compusimos la canción en el living de mi casa, y después hicimos el video en distintos puntos de Montevideo. Recordar eso, lo rápido que lo hicimos, sin tanta vuelta ni pensar tanto, y lo bien que salió. Esas cosas son las que, cuando tenés bajones o no te salen las cosas, te permiten seguir adelante. Recurrir a esos momentos, me hacen bien. Puedo hacer mil canciones y no me gusta ninguna, y recordar que se pudo hacer, que se hizo sin tanta presión. Bajo presión las cosas salen también, pero cuando no lo pensás tanto, estás chill, sale algo bueno.
—Eso que dicen: la magia del estudio.
—Eso mismo. El tema es no estar buscando la perfección y el hit, sino que fluya, y viene solo. Yo soy muy ansioso y pienso demasiado cuando estamos haciendo la canción: “esta palabra es difícil para que la gente la cante”, “en esta melodía hay una vueltita de más”, me pongo muy así y termino cambiando toda la canción. Y ahí no es un hit, porque cuando cambiaste todo lo que armaste y se vuelve un collage, a la gente le llega como algo mezclado. En cambio, cuando la canción sale de una, es cuando pega.
—¿Y cuánto se demora en hacer una canción?
—Depende. Hay veces que armás un estribillo y te quedás tranquilo porque eso lo tenés, y después armas todo lo otro. También podés tener el pre-estribillo que está buenísimo, lo dejo y sigo armando la canción. Depende de cómo estés, porque si te pego un hit y hago mil canciones, te la crees, eso genera una vibra importante. Cuando metés canciones, vas a meter más, porque tenés una seguridad que estás bien, que lo que hacés está bien, que no tenés miedo. Cuando empezás a no pegar, cuando no sabés por dónde es, te entra el “ahora qué hago”, y entrás en un espiral de miedo y a veces ni sacás las canciones. Decis: “no va a pegar” y no la sacás. Por eso recomiendo lanzar canciones.
—¿Cómo se superan esos miedos?
—Pegando canciones y agarrando seguridad. Y no olvidarte de lo que lograste. A mí me pasa, y creo que a muchos, como que no valorás lo que lograste. Esto ya lo hice, ahora tengo que hacer cosas nuevas, y ahí entrás con los nervios de que tenés que hacer cosas nuevas y pegarla, y no valorás lo que hiciste. No te fijás en eso, solo en lo malo, y dejás de valorarte. Incluso podés llegar a pensar: “soy malo en esto”.
—¿Así que el disfrutar el momento y decir: “cómo se está escuchando esta canción”, no existe porque ya pensás en la próxima canción?
—Hay gente que la lleva bien y los admiro, yo no. Pego un tema y me pongo más nervioso. O sea, lo disfruto, soy el más feliz del mundo, pero no puedo dejar de pegar temas, y siempre está el miedo de no pegarla en la próxima. Y eso es algo que te va a pasar.
—Lo que tiene la cumbia es que tiene momentos de explosión, y otros donde no suena mucho.
—El momento que se escucha más cumbia es cuando empieza la primavera; hasta otoño suena fuerte. Te das cuenta en los números, cuando empieza el calor, suben los números en Spotify, y en verano explota. Eso pasa con la cumbia, aunque no hayas pegado canciones, suben las métricas.
—¿Se vive de las regalías de Spotify?
—Sí claro. Cuantos más temas pegues, más cobrás, y cuando dejás de sonar, baja el número. Es notorio el cambio, por eso te presionás con lograr un hit. El hacer shows es hermoso. En el momento que estoy arriba del escenario no tengo problemas, es el momento en mi vida que no estoy pensando en nada, solo disfruto y estoy concentrado en que la gente agite, que estén contentos y divertidos. Eso no me pone nervioso, al contrario, lo disfruto. La música te regala muchos momentos hermosos, y también esos otros que te presionan. Tenés que saber llevarlo, pero andá a manejar ese auto sin frenos. Tenés que estar concentrado y confiar en uno mismo. Si hacés eso vas a pegar más canciones. Podés pegar canciones por muchos años, es mentira eso de que son un par de años, depende de lo que hagas.
—Pero cada vez, el hit dura menos.
—Es verdad, ya no duran 20 años como antes, ahora un hit dura cuatro meses. Tiene una explosión gigante que la escuchás en todos lados, porque el hit sale y a la hora está sonando en todos lados, y ese fin de semana explota en los boliches, y después empieza a bajar, y aparece otro hit, y a los cuatro meses ese hit mundial pasó a ser un tema más. Es mucho más el laburo. En la época de “Soltero hasta la tumba”, hasta el día de hoy suena, pero hay canciones que saqué que explotaron cuatro meses y ya no existen más. Ni siquiera me las piden en los shows. Existe ahora esa exigencia, y todo el mundo saca muchas canciones, en todos los géneros, y cualquiera puede pegar. Antes, tal y tal música pegaba, ahora puede pegar todo: reggaetón, trap, rancheras mexicanas. Y es divertido que sea así, me encanta, porque te abre a que puedas hacer algo más.