El cuarto de Leo

| La ópera prima de Enrique Buchichio compite en el Festival de San Sebastián y lo hará en Biarritz. Ya tiene distribuidor internacional y prevé su estreno en el país en marzo o abril.

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Por: Mariángel Solomita

Los espectadores tendrán que acostumbrarse a que se estrenen varias películas uruguayas por año", dice Natacha López, productora de El cuarto de Leo, la nueva película nacional que desde ayer compite en la sección Zabaltegi de nuevos directores en el Festival de Cine de San Sebastián (España). Inmediatamente después de concursar en España, la cinta se presentará en el Festival de Cine Latinoamericano de Biarritz, integrando la selección oficial.

Enrique Buchichio, guionista y director de este film, ya había despertado el interés de la prensa especializada con sus dos trabajos anteriores: los cortometrajes En la plaza, realizado en 2004 como trabajo de egreso de la Escuela de Cine (ECU), y Noche fría en 2007. En el primero contó con Mirella Pascual y Ricardo Couto como protagonistas de una historia que se basó en un relato de amor de Carlos María Domínguez, en Noche fría, experimentó con "climas y cierta atmósfera onírica". Todas las locaciones que exigía la historia se recrearon en un estudio, para lograr una estética muy teatral. "No tiene nada que ver con En la plaza, que es más naturalista, algo más parecido a lo que es el largo", dice.

ARGUMENTO. "Empecé a escribir el guión apenas terminé la ECU, está parcialmente inspirado en alguna experiencia personal pero es ficción claramente, sabía muy bien qué historia quería contar, por eso no fue difícil escribir el guión, pero sí hubo revisiones y reescrituras a lo largo de tres años", cuenta Buchichio.

"Fui docente de Enrique y me pareció que era un tipo con mucho talento, sabe mucho de cine, y me gustaban sus críticas (www.cartelera.com.uy), iba a ver las películas que él recomendaba y siempre coincidíamos, a los dos nos encanta Paul Thomas Anderson, nos llevamos muy bien, era natural que cuando tuviera un guión me lo iba a mostrar", asegura López, que recibió el proyecto cuando se encontraba en pleno rodaje de Ruido, en el año 2004, y demoró algún tiempo en poder leerlo.

"Es la historia de un chico que promedia los 20, que está en pleno proceso de definición sexual, y también con algún conflicto generacional típico, de no tener muy claro qué quiere hacer, y justo en ese momento se reencuentra con Caro, una compañera de la escuela que a él le gustaba cuando eran chicos, y le mueve cosas. Ella también está viviendo un conflicto personal y de alguna forma el reencuentro termina impactando de diferentes maneras en cada uno, sin ser realmente conscientes de lo que le está pasando al otro, porque no se lo cuentan".

Buchichio afirma que su principal desafío fue lograr que la historia pudiese ser comprendida, sentida y compartida por cualquiera, "es una película sobre la auto aceptación, no sólo sexual. La definición de su sexualidad es un ingrediente más, creo que podría pasarle cualquier otra cosa a Leo que tuviera que ver con aceptarse a sí mismo, podría ser un conflicto cultural, religioso, vocacional, lo sexual en el primer momento de la película deja de importar; de hecho, hay escenas íntimas pero no de sexo. La importancia está en cómo vive cada uno su vida, si es honesto consigo mismo en primer lugar y si eso le permite ser honesto con los demás. Aceptar lo que a uno le gusta y le da placer y vivir con eso".

TÉCNICA. El cuarto de Leo se grabó entre setiembre y octubre de 2008 en Montevideo. Su co-productor argentino es Jorge Rocca, quien ya intervino con el mismo cargo en otras películas de Lavorágine Films como El viaje hacia el mar, Ruido y Flacas vacas, que se estrenará en 2010. El equipo técnico está conformado por profesionales uruguayos, entre los que se destacan Pedro Luque como director de fotografía y los realizadores Guillermo Casanova (El viaje hacia el mar) y Julián Goyoaga (El hombre muerto), que estuvieron a cargo del montaje.

"Es una película intimista, que trata de contar la historia de la manera más subjetiva posible, desde el personaje de Leo, intentando que el espectador se identifique con lo que le está pasando, haya vivido o no una experiencia similar". De esta manera adoptó una estética que reforzara el estado anímico del personaje: "Está filmada básicamente cámara en mano, no muy alocada, pero junto con Pedro Luque nos pareció que era una buena manera de transmitir la inquietud permanente en la que vive Leo, y que es al mismo tiempo una estética que a mí me hace entrar mucho más en las historias, me permite vivirlas más orgánicamente", explica.

No fue grabado en formato fílmico, sino en digital "la textura de la imagen me parece que iba bien con la historia intimista, con muchos interiores. Es una película naturalista, que no necesita ningún tipo de adorno".

El contar con dos directores de cine en la edición, fue fundamental para lograr agilidad, y no desviarse del núcleo central de la historia en una cinta que en su primer corte tenía una duración de tres horas. "En el montaje se fue haciendo mucho más íntima la película. Fue un desafío, quitamos una hora y media, hubo que tomar decisiones drásticas. El montaje es esencial siempre, pero en esta película en particular, por todo lo que hubo que quitar y por todo lo que hubo que hacer fluir más, para que la historia se contara de un punto de vista más emotivo y concreto", afirma Buchichio.

EN BUSCA DE LEO. Siguiendo el proceso habitual de las producciones cinematográficas realizadas en nuestro país, El cuarto de Leo consumió cinco años hasta concretarse. "Gracias a que no la hicimos antes, la película es lo que es. Por ejemplo, el tiempo de búsqueda que nos llevó encontrar a Leo, yo hoy no me puedo imaginar la película sin Martín Rodríguez."

Este actor argentino, sin experiencia en cine, fue la respuesta luego de dos años de búsqueda. "No tenía muy claro qué tipo de actor quería, probamos excelentes actores uruguayos y argentinos, pero ninguno era Leo, no puedo explicar por qué, tenía que ser un actor con sensibilidad, en el que yo viera reflejado lo que le pasa al personaje". La otra cuota argentina la puso Arturo Goetz (Derecho de familia, El asaltante), que filmó dos días, pero dio vida a un personaje entrañable. El resto del elenco lo conforman Cecilia Cósero, Gerardo Begérez, Rafael Soliwoda, César Troncoso y Leonor Svarcas.

FESTIVALES. Esta ópera prima consiguió financiamiento de varios fondos como Ibermedia, FONA, Global Film Iniciative, el Instituto de Cine Argentino (INCAA) y el Instituto de Cine Uruguayo (ICAU). "El ICAU nos otorgó una de las Ayudas Automáticas (línea de financiamiento) que nos permitió ir a Cine en Construcción en Toulouse", dice López.

La película concursó junto a otras 7 en esta sección del Festival de Cine de Toulouse, entre ellas la uruguaya La vida útil, de Federico Veiroj (Acné), y sin estar terminada, fue vendida a un distribuidor internacional, que se interesó en la película y ya aseguró su exhibición en varios territorios, aunque la prioridad de López es estrenar primero en Uruguay en marzo o abril de 2010.

Fue en el marco de este festival que los organizadores del festival de San Sebastián se interesaron en El cuarto de Leo . "La película la proyectaron un viernes de tarde, era la última función, esa noche se anunciaba la ganadora, y aún antes de la cena previa a la entrega de premios, se me acercaron y nos invitaron a concursar en San Sebastián. Yo sentí eso como si ya hubiera ganado, era un premio".

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