Colo Gianarelli: su llegada a "Polémica" de Canal 10, el "hate" en redes y por qué no le gustan los halagos

Eduardo, "Colo" Gianarelli debutó en la conducción de "Polémica en el bar" de Canal 10 y habla de su presente, dice por qué no se siente una figura y lo más importante de hacer Carnaval.

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Eduardo "Colo" Ginanarelli.
Eduardo "Colo" Gianarelli.
Foto: Estefanía Leal

Ayer viernes, Eduardo “Colo” Gianarelli asumió un nuevo desafío. El profesor de matemáticas, padre de Felipe y Lorenzo (quienes lo acompañaron a la entrevista con Sábado Show), conductor de La mañana en casa, Dale que va y Masterchef de Canal 10, y también director del conjunto de parodistas Los Muchachos, debutó al frente de la renovada temporada de Polémica en el bar, del 10. Previo al estreno del programa, Gianarelli (quien adelantó que volverá a la conducción de la nueva temporada de Masterchef), comenta que los nervios no faltan por este nuevo rol que lo sacó de su zona de confort, y sobre todo, lo llevó a terrenos desconocidos para él que se caracteriza por evitar las discusiones.

En una entrevista con Sábado Show, Gianarelli habla de su presente en la televisión, de sentirse una figura de los medios, del Carnaval, de las críticas en las redes sociales, de la organización familiar para tener tiempo de hacer todo, y también de su llegada a Polémica en el bar.

“Estoy ansioso porque es una oportunidad inesperada que me ofreció el canal”, comenta Gianarelli el martes de tarde en la redacción de Sábado Show, mientras sus hijos esperan que termine la entrevista para ir a un cumpleaños. “No me lo esperaba, pero como a todo desafío, me gusta encararlo”.

“Conducir Polémica es un desafío que no me esperaba, pero cuadró en la logística familiar y con mi otro trabajo como docente y formador”, dice, y aclara que cómo será su rol en el programa, “lo vamos a ir conociendo juntos”, señala.

Eduardo "Colo" Ginanarelli.
Eduardo "Colo" Gianarelli.
Foto: Estefania Leal.

Igualmente comenta que le gusta todo el proyecto, por el desafío que le implica, como por el equipo que se formó.

—El regreso de Polémica estará alejado de la última etapa, más periodística, para volver a sus orígenes.
—Sí, y está bueno este enfoque más social, de lo que está pasando, y no netamente lo político, aunque habrá cosas de la política, porque es parte del día a día.

—Los temas de agenda terminan apareciendo.
—Sí, son cosas que son imposibles de no tocar en un bar. Y no hay que olvidarse que es Polémica en el bar, y en el bar entran todos, los que saben y entran a opinar, y los que no saben. Pero además, no hay que olvidarse que es un programa de televisión. Ahora con el marco de Gran Hermano, muchas veces se le pide a los participantes que sean un ejemplo, y yo no sé si busco ejemplos para mis hijos en la televisión. Porque la televisión tiene que divertir y también hablar de cosas que pasan.

—Hay varios panelistas que se apasionan con los temas.
—Sí, pero todos dicen lo que piensan. No creo que alguien vaya a decir algo que no piensa, porque es raro inmolarse por una postura con la que no estás de acuerdo, y más cuando se trata de temas que muchas veces, son muy candentes. Nuestra misión es hacer un programa de televisión divertido, y transparentar un poquito la discusión que cada uno tiene en su casa, para que estén todas las miradas arriba de la mesa.

—Con una propuesta más entretenida, o divertida.
—Sí, descontracturada. Pero sin olvidarse de la agenda. En el último tiempo, con las elecciones, era muy difícil escapar de eso. Pero tampoco hay que olvidarse que Polémica ha pasado por muchos lugares. Tuvo un momento donde la doctora de Polémica marcaba lo que había que hacer para cuidarnos, y no se hablaba de política. También mucho estaba el humor de Álvaro, y después se hizo un poco más político. Y Polémica tiene esa posibilidad de adaptarse a lo que se necesite en el momento. No tengo dudas que cuando sean las elecciones departamentales, algo de política va a estar arriba de la mesa. O cuando pasen otros temas políticos. Pero también hay otras cosas que pasan, como ahora la polémica en el Carnaval, que no tiene mucho que ver con la política, pero tiene que estar arriba de la mesa. Creo que hay lugar para todos, y también para el humor. Eso es lo que a mí me gusta.

—Tenés un perfil más familiar.
—Claro, a mi me gusta el respeto, voy a tratar de que no sea algo muy agresivo, con mi impronta. Quiero que todas las voces tengan su posición, no vamos a estar todos hablando de lo mismo, porque si no sería aburrido.

Eduardo Gianarelli
Nota a Eduardo Gianarelli, El Colo, presentador de television, profesor, bailarin y carnavalero uruguayo, en la grabacion del programa de canal 10 Master Chef, en los estudios de Estudio 9 en Montevideo, ND 20240606, foto Leonardo Maine - Archivo El Pais
Leonardo Maine/Archivo El Pais

—Humor van a tener con Luciana Acuña.
—Sí, el humor va a estar, Luciana va a hacer “La paraguaya” que me encanta, y va a hacer otros personajes, mientras todos vamos a tratar de meter un poquito de condimiento más de entretenimiento. Me gusta que haya mujeres haciendo humor. Porque siempre a la mujer se le pide un poquito más. Nos pasa en Carnaval con Leti (Cohen) y Denisse (Casaux), también pasa en la tele, no hay mujeres haciendo humor. La culpa de Colón mujeres fue el primero que se bajó, y el de hombre hace cuatro mil programas que están.

—Cuando te estrenaste como conductor de Masterchef dijiste que te sentías conocido, pero no una figura. Ahora que estás al frente del magazine de la mañana, un clásico de los fines de semana, Masterchef y Polémica, ¿te sentís más una figura que antes?
—No, no me considero más figura que antes. Creo que es un mecanismo de defensa que tengo, porque la televisión es muy cíclica. Todo son ciclos que hay que aprovechar y disfrutar, porque a mí me gusta lo que hago. Pasa que no me gusta mucho que me digan cosas lindas de mí. El otro día me subí a un taxi y el conductor me decía cosas muy lindas, y le decía: no me digas nada más, porque no sé qué responderte. Yo lo tomo como un trabajo con una responsabilidad, sabiendo que llego a un montón de gente y que también tengo una familia. Obviamente que no podés caer bien a todos, pero me gusta ser coherente con lo que digo y hago. Ahora soy conocido, sí y estoy en un momento de mucha exposición.

—Y Polémica te pone en otro lugar de exposición.
—Sí, va a haber gente que no esté de acuerdo con lo que uno está diciendo, o hasta se enoje con lo que vos estás diciendo porque está en las antípodas, pero vamos a tratar de surfearlo. Tengo los mismos nervios que puede tener cualquier persona cuando empieza algo nuevo, y más con esta exposición que tiene Polémica.

—Por tus programas te pueden llegar elogios, a lo sumo algún comentario por un pifie menor, pero acá vas a estar hablando de escándalos y polémicas.
—Sí, es verdad. Pero bueno, me cuesta un poquito. Igual no soy de las personas que me pongo mal al leer un hateo. Porque está bien si pensás eso, vamos arriba. No es que ahora es todo color de rosa, tengo gente a la que no le gusta lo que hago, o me dicen que estoy en todos lados. Pero yo lo veo como un trabajo y una oportunidad. Que le diga no a esto no implica que voy a estar 10 años más en la tele, porque esto es muy cíclico. No creo que esto perdure 20 años, el estar en tres programas de televisión, porque no pasa. Pero sí, la exposición esa la voy a tener que trabajar, y la voy a tener que bancar. Si bien mi rol como conductor es moderar, es imposible no entrar. Y te traigo un tema muy banal: la China Suárez. Lo que digas del tema, a favor o en contra, puede hacer enojar a una persona que está mirando. Cualquier cosa o evento, lo más banal entre comillas que puedas pensar, puede generar que gente no te quiera o no le gusta lo que diga, y Polémica tiene eso. Vamos a tener que surfear la ola, no hay otra.

—Hay que aprender a que la gente no te quiera.
—Exacto, y eso es difícil, porque los que hacemos televisión, por lo menos yo, lo hacemos para que al otro le guste lo que uno hace. Si bien hay gente que maneja muy bien esa imagen negativa, que le gusta estar ahí, yo no puedo. Y creo que la mayoría de los que hacemos tele, o estamos en un medio de comunicación, no estamos para esa. Entonces hay que empezar a pensar que hay gente que puede no gustarle lo que uno dice, hay que acostumbrarse.

—Es fácil decirlo.
—Sí, tampoco sé cómo voy a reaccionar, pero bueno, contención y terapia. Pero es un desafío que me tiene motivado para estar atento a todo lo que pasa. Porque hay que tener muchos temas preparados, y la agenda. Entonces hay que leer mucho y tener varias miradas, porque no me gustaría que toda la mesa esté contra una persona, o una postura, porque hacer pasar mal a los invitados no es mi estilo. Tampoco soy un periodista que busca sacar una primicia, entonces hay que encontrar el lugar en Polémica.

—Te cambio de tema, ¿volvés a conducir Masterchef?
—Sí, empezamos a grabar en unos meses.

—Además de tu rol como profesor, padre y personalidad de la televisión, dirigís los Muchachos. ¿Cómo hacés?
—Ya pasamos la primera rueda, y ahora tenemos cosas que podemos arreglar para la segunda, pero estamos muy contentos. Siempre digo que en Carnaval es muy importante ser competitivo. Y desde 2016 que estoy en la dirección artística, la meta es llegar al final compitiendo, sabiendo que puede ganar uno u otro, pero peleándola siempre. Cubriendo todos los rubros y potenciando el espectáculo donde sabemos que puede crecer. Estamos recontentos. El espectáculo del año pasado de Los Muchachos nos marcó mucho. Más allá de ganar o no, ganaron los Zíngaros, nos marcó porque conceptualmente tenía mucho. Este año necesitábamos ir por lugares más tranquilos, porque muchas veces estar muy en el tapete, te desgasta.

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