"Colo" Gianarelli: el bullying en la infancia, su pasado en el ballet y el sueño que tiene pendiente

De niño hizo comerciales, se acercó al Carnaval y debutó en TV a los 12 años. Es profesor de Matemáticas y conduce tres programas en Canal 10: Polémica en el bar, La mañana en casa y Masterchef. El 20 cumplió 40 años; por eso, esta nota.

Eduardo "Colo" Gianarelli.
Eduardo "Colo" Gianarelli
Foto: Estefania Leal

Redacción El País
En su casa se respiraba Carnaval, así que lo arrimaron a la fiesta popular desde muy chico. Hizo sus primeras armas artísticas en la revista Rebelión con apenas 13 años: le ayudó a vencer la timidez, ganó el premio Revelación y no se fue más. Eduardo “Colo” Gianarelli entró a la televisión a través de comerciales cuando era niño, y luego debutó en Jugo de Colores (Canal 4) con apenas 12 años.

Era buen estudiante, por lo que se anotó en Facultad de Ingeniería, pero cuando estaba por recibirse de analista de sistemas se arrepintió y abandonó. Se tomó un año sabático, luego ingresó al IPA, se recibió de profesor de matemática y, en paralelo, fue construyendo un camino en los medios de la mano de Unidad Publicitaria, la productora para la que hacía comerciales.

Arrancó haciendo móviles en Agitando una más (Canal 4), en la época en que lo conducía Omar Gutiérrez, y más tarde ocupó él mismo ese rol. Ganó la temporada tres de MasterChef Celebrity (Canal 10) y, al día de hoy, conduce tres programas en ese canal: Polémica en el bar, La mañana en casa y MasterChef.

Además, ha desarrollado una carrera destacada en Carnaval, donde se luce como director artístico de parodistas Los Muchachos.

El 20 de noviembre cumplió 40 años y, por ese motivo, te contamos cinco curiosidades del profesor y comunicador que quizás no conocías.

Fue víctima de bullying

Contó que de chico fue víctima de bullying en la escuela: “Era gordito, colorado, no era buen jugador de fútbol y no estaba en ese grupo de amigos que la tenían clara”, dijo en Sonríe (Canal 10). En el liceo tampoco encajaba: era muy estudioso y no se mezclaba con los populares. “Fui al Elbio Fernández sustentado por mi padre, pero por el lado de mi madre éramos más humildes y no sentía que fuera mi lugar”, recordó.

En una entrevista con Seré Curioso agregó que, como bailaba y salía en una revista, sus compañeros de liceo se ensañaron con él: “Este es gay”, decían. “Es un estigma. No todos los que bailamos lo somos”, señaló al respecto.

Hizo comerciales para Suecia

Su vida estuvo siempre atravesada por las cámaras. Desde niño hizo publicidades con la productora Unidad Publicitaria. Iba a los castings con su abuela y, aunque a veces quedaba afuera -como en aquella famosa publicidad de la galletita de arroz, que finalmente hizo un niño argentino-, en otras tantas sí obtenía el papel. Participó en campañas para marcas locales y en avisos internacionales, como el de un comercial de café para Suecia y en varios para Argentina.

Toda esa plata, que su madre le guardó durante años, la recibió a los 18: “Me compré un televisor, una bicicleta, un montón de cosas”, contó en Sonríe. Su ingreso a la tele también fue precoz.

Debutó con 12 años en Jugo de colores (Canal 4), de la mano de la misma productora con la que venía filmando avisos y que más tarde hizo Agitando una más. En aquel debut formó parte del sketch “María de la escuela”, junto a Pichu Straneo y Analaura Barreto. “Hacía de chico malo. Nos divertíamos mucho”, recordó en Seré Curioso.

Sueña con abrir una casa de té

Eduardo "Colo" Gianarelli, ganador de "Masterchef Celebrity Uruguay 3". Foto: Juan Manuel Ramos

Tras ganar Masterchef Celebrity en 2022, luego de una final ajustada contra Eunice Castro, el conductor y coreógrafo confesó a El País que el triunfo le reavivó un viejo proyecto familiar. Contó que soñaba con inaugurar una casa de té junto a su hermana, apasionada de la pastelería. El éxito en el certamen -especialmente en las pruebas dulces- le dio el empujón que necesitaba para animarse a ponerlo en palabras.

Tan avanzado estaba el proyecto que hasta tenían un nombre en mente: Colorín Colorado, una idea que, según dijo en ese entonces, podría volverse realidad porque “este cuento recién ha comenzado”. Aunque se encargó de aclarar: “Quédese tranquila, señora, van a cocinar otras personas, no yo”.

Estudió ballet seis años

Empezó en Carnaval a los 13 años, cuando su madre -amante de la fiesta- lo acercó a la revista Rebelión. Allí, bajo la dirección de Carlos Barceló, actuó, cantó y bailó por primera vez, un desafío que lo ayudó a vencer la timidez y que le valió el premio Revelación. Desde entonces no paró: pasó por Los Carlitos, debutó en lubolos con Kanela y ganó en varias categorías.

Su pasión por el baile lo llevó a estudiar seis años de ballet, no para dedicarse profesionalmente, sino para adquirir la base técnica. “El ballet es la madre de todas las danzas”, dijo en Seré Curioso. No llegó a ponerse “malla ni suspensor” porque no se formó para bailar, sino para adquirir conocimientos que luego aplicó en otros estilos.

Quiere estudiar psicología

Se anotó en Facultad de Ingeniería porque le gustaban los números y para seguir los pasos de su hermana. Cuando le faltaba una materia para recibirse de analista de sistemas abandonó, al darse cuenta de que no era lo que quería para su futuro. Se tomó un año sabático hasta que un amigo le dijo: “¿Por qué no haces profesorado de Matemática?”. Eso lo iluminó y se inscribió en el IPA.

En una nota con El País dijo que se sentía docente y no comunicador. Por ese motivo, le cuesta recibir elogios en la calle. En diálogo con Montevideo Portal confesó que él mismo se psicoanaliza y dijo ser fanático de Sigmund Freud. “Cuando sea viejo voy a estudiar Psicología, pero no para ejercer, para mí nomás. Me gusta el psicoanálisis: ¡no al conductismo! Causa-efecto no... Todo pasa por algo. Si te ponés a hurgar en el inconsciente, todo está ahí. Si todos nos psicoanalizáramos seríamos más felices”, reflexionó quien ha sido siempre muy buen alumno.

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