Por: Mariel Varela
Puso una foto suya en la heladera de su casa para que su esposo -Ova Sabatini- y sus hijas -Oriana y Tiziana- se acuerden de ella. Resulta que desde hace unos meses le ven poco el pelo. Catherine Fulop pasa de miércoles a viernes en Uruguay para grabar la segunda temporada de Porque te quiero así. La ficción se estrenó el pasado martes 26 de julio a las 21:30 horas en la pantalla de Canal 10.
"La verdad que es cansador, sobre todo para una que es mamá. Llego a mi casa y no es que me echo, sino que falta leche, pan o la nena te pide alguna cosa", cuenta. Fulop protagoniza la comedia junto a Jorge "Coco" Echagüe. Esta segunda temporada va martes, miércoles y jueves y se extenderá por 40 capítulos. El elenco para esta segunda parte es aún más numeroso: Jorge Esmoris, Graciela Rodríguez, Noelia Campo, Martín Cardozo, Diego Delgrossi, Cristina Morán, Adhemar Rubbo, Humberto de Vargas... (Ver nota aparte) integran la galería de actores de esta comedia que es, hasta el momento, la mayor producción de ficción local.
Cathy, venezolana de nacimiento y residente de Buenos Aires de hace muchos años, nunca desaparece del medio. Suele estar involucrada en participaciones especiales en alguna novela, como conductora de un ciclo o jurado de Talento argentino. Pero hacía mucho que no la convocaban para un protagónico de ficción.
Cuando sonó el teléfono con la propuesta de hacer Porque te quiero así 2, le pareció raro, pero le prestó mucha atención porque era una ficción. Y cuando le llegaron los CD, se emocionó y le gritó a Ova para compartir la alegría con él. "Vi la promoción, la imagen y dije, qué buenísimo que está. Me encantó la iluminación, los actores", cuenta con la energía que la caracteriza. Y aceptó. Y hoy la tira de Saeta la tiene como actriz principal encarnando al personaje Alejandra Guzmán.
Es viernes de tarde, recién terminó de grabar las escenas de esta semana. Llega a su camarín sin ninguna exigencia. No pide nada; le alcanza con la computadora y el celular. Está pronta para escribir un tweet en cualquier momento. A un par de horas de volar rumbo a su casa, Catherine Fulop dialogó con Sábado Show acerca de su participación en Porque te quiero así, su carrera, su pasión por la fotografía y su rol de súper mamá.
alejandra. Le toca "reemplazar" a Florencia Peña en cuanto al rol protagónico que suponía la figura de esta actriz en la tira. "Fue lindo que me llamaran para hacer la segunda parte de la historia que ella dejaba".
-¿Te comunicaste con Florencia o ella contigo?
-No, para nada. No tengo mucha amistad con ella. La veo en algún evento y la saludo amorosamente pero no la conozco así como para llamarla.
Con quienes sí habló mucho fue con la productora Anabela Pinilla, el director Eduardo Rípari y la escritora Adriana Lorenzón. Ellos insistieron en traerla porque estaban convencidos de que podría darle el toque que buscaban: comedia, simpatía, diversión y drama. "O sea, que fuera una persona querible. Venía de la buenita de Talento, que todo el mundo lloraba conmigo y dijeron, `queremos que sea ella, que la gente llora con ella`", relata.
Catherine interpreta a Alejandra Guzmán, "una mujer con muchos secretos". Quedó embarazada los 17 años, su marido es un mafioso, es algo sometida y se descarga boxeando. "Es venezolana pero sus padres vinieron a Uruguay cuando ella era adolescente y ahí conoció a Lito (Coco Echagüe)". Empieza hablando en tercera persona sobre su personaje y continúa en primera: "Después me fui, conocí a mi marido, tuve mi hijo. Cuando vengo me reencuentro con mi viejo amor porque en mi matrimonio falta eso".
-¿Te identificaste en algún punto con el personaje?
-Sí, me identifico en un montón de cosas porque yo también soy luchadora, también trato de reparar los errores que cometo. Alejandra me parece un ser humano divino, amorosa, que ama a su hijo. Es graciosa, le gusta divertirse. Entonces me identifico mucho con ella. La amo a Alejandra Guzmán.
-¿Le diste algún toque tuyo?, ¿algo característico tuyo?
-No, más bien que no. Yo no puedo hacer un cliché porque alejo mucho a la gente. Como protagonista tengo que hacer una persona humana, que la gente diga: "podría ser yo". Que la gente identifique con Alejandra. Si yo hago un cliché, un dibujito animado, la gente no te cree. A menos que seas la mala o la loca. Entonces ahí sí construyes un personaje y le das ciertas características. Alejandra tiene muchas cosas mías en cuanto a gestos porque soy yo la que lo estoy haciendo, no es otra persona.
-Te tocan escenas románticas con el Coco Echagüe, ¿cómo las encaras?
-Divino. Además es tan bueno compañero él, es tan bello él. Me encanta. Me hace sentir muy cómoda. Grabamos las primeras escenas de besos. Siempre igual echamos bromas. Como los personajes se atraen, uno tiene que contar que desde que nos vemos como que hay algo. Sí, nos gustamos. Ya desde el principio es como amor a primera vista (se ríe). Hasta que finalmente nos besamos. Pasaron no sé cuántos capítulos. No nos besábamos más. Ya estábamos como desesperados.
-¿Qué podés decir del primer beso?
-Divino. Besa muy bien. La felicito a la esposa del Coco. Él me hizo sentir muy cómoda. Es muy caballero y eso está bueno en un compañero, que no sea grosero.
-¿Hay diferencias entre el galán argentino, el uruguayo y el venezolano?
-Es lo mismo. Igual me encantan los actores uruguayos, siento que hacen de todo, son súper completos: bailan, cantan, hacen teatro, hacen clásico, comedia, murga. Lito (Echagüe) está haciendo teatro de noche y está ensayando; el que hace mi hijo también; Noelia está haciendo un clásico. Es la impresión que me llevo a Argentina cuando digo: "no saben el elenco con el que estoy trabajando porque todos son muy buenos".
Le da mucha importancia a los guiones porque cree que son la cuota más importante de la ficción. "Si no hay un buen escritor, ni que seamos Al Pacino. Ahí no hay tutía", dice. Se basó mucho en la historia y a medida que leía el libreto iba armando el personaje. "Es el momento en que vas llenando los huecos, las incógnitas. Entonces dices, `ah, por eso ella hace esto otro`", agrega.
ACTRIZ. Dueña de uno de los mejores cuerpos de Latinoamérica, Catherine asegura no dedicarle tanto tiempo al ejercicio como antes: "Hago lo justo y necesario para sentirme bien. ¿Para qué más? No voy a estar saliendo en bolas ni en bikini en ninguna revista. Ya no me interesa estar mostrando la panza. Siento que no va", asegura.
Va al supermercado de jogging y sin maquillaje pero sí se arregla para mostrarse en TV o en una revista. Conoce el negocio y sabe que "vendemos fantasía. Hay un mínimo de cuidado que tengo porque mi cuerpo es mi instrumento de trabajo", indica.
Su rol de madre ocupa un lugar fundamental en la vida de la "beia". Oriana, su hija mayor, cumple 15 años y Cathy es la encargada de ayudarla a armar la fiesta. La organización la tiene loca. "Se tiene que medir el vestido, ver la lista de invitados. Son cosas que tiene que hacer la mamá. Son cosas de mujer, de mamá", comenta.
-Oriana debutó en ficción, ¿cómo la viste?, ¿se parece a vos?
-No, es mucho más canchera. Los chicos vienen como recargados. Nosotros éramos más tranqui. Yo igual siempre he tenido mucha pila, pero siento que ella se mueve dentro de este ambiente como pez en el agua. Cuando cantaron en el programa de Susana (Giménez) yo temblaba de miedo, pensaba que se iban a equivocar porque en el colegio eran vergonzosas. Y Oriana me decía, `mamá, soy feliz, no sabés todo lo que quiero hacer en mi vida`.
-¿Te gusta que siga tus pasos?
-Me encanta que haga lo que la haga feliz. Si hubiera dicho soy maestra jardinera y la veía así de contenta como la veo cada vez que canta o actúa, yo sería feliz. Y fue feliz actuando acá. Me dijo, `voy a volver a Uruguay`.
-Sos considerada una de las grandes bellezas de Latinoamérica, ¿te cuesta cargar con eso o lo llevás bien?
-¿Sabés cuándo cuesta? Cuando uno se va haciendo grande porque la gente todo el tiempo quiere ver esa que fui. Ahí es donde viene la aceptación. Capaz que la gente te ve y dice, `ay, qué linda`. Y uno es la que se mira al espejo y dice, `tengo más arrugas, soy distinta`. Y es una en realidad.
-¿Te cuesta esa aceptación?
-Para nada porque ahora me siento súper libre para hacer un montón de cosas. No quisiera volver a tener 20 años. No quiero sentir esa inseguridad. Me encantaría ser la eterna juventud pero prefiero tener esta madurez, esta libertad con la que me muevo. Que me paren al lado a quien sea: bella, pretenciosa. Seguramente le va a ir bien en la vida, a mí también me fue bien. Estoy feliz con lo que me pasó, entonces hay una aceptación.
-¿Qué recuerdos tenés de cuando hacías telenovelas en Venezuela?
-Son recuerdos re lindos. Fue una época. La era típica de la telenovela. Y lo que más recuerdo que me molestaba un montón que nos quedábamos semanas y semanas para decirle a Carlos Alfredo que tal o cual era su hijo. Decías: "ay, no puede ser, otra vez estoy diciendo los mismos parlamentos". Hacíamos 300 capítulos de una hora. Era mucho. Duraba no sé cuánto la novela. Todos los finales de eran iguales. Todo más lento. Ahora la televisión es rápido porque sino te come el rating.
-¿Sentís que evolucionaste como actriz desde ese momento a hoy?
-Sí, nada que ver. Yo siento que soy una actriz muy intuitiva. Los sentimientos humanos los puedo ver con facilidad y las situaciones también. Hoy analizo mucho más el texto que antes. Antes lo leía así nomás, uno es canchero. Ahora presto atención en lo que están escribiendo. Creo que es la parte más importante.
-¿Qué es lo que más te gusta de hacer ficción?
-Contar las historias. Eso me encanta. Es como meterte un poco en otra vida. A mí me gusta contar historias. Amo hacer esto.
-Con los proyectos de TV, ¿has relegado un poco el teatro?
-Me encanta el teatro, pero también siento que es más sacrificado que la tele, que tiene horarios un poquito más normales. En teatro, cuando la gente se divierte, nosotros trabajamos. Entonces, la verdad que es cansador sobre todo teniendo hijas adolescentes que empiezan a salir a la noche.
FOTÓGRAFA. La fotografía tocó a su puerta de recién nacida. Su abuelo era chef y fotógrafo. Cathy se crió entre cámaras. La primera se la regaló su papá y cuando nacieron sus hijas las enloqueció con los flashes. Le dio una tregua a esa pasión cuando llegó la "era digital" porque la superó. Esto no es para mí, dijo. Andaba con su cámara de rollo y los chicos se le acercaban para pedirle que le mostrara cómo había quedado la foto y ella tenía que revelarlas. Ahí abandonó la fotografía.
Hace tres años se le volvió a despertar el bichito, se compró una Mac y se anotó en cursos de computación. "No entendía nada, me volvía loca. No sabía qué era un giga, un mega, un KB", cuenta Cathy.
Hoy es toda una experta. Dedica horas a su hobby: hizo un catálogo el año pasado a beneficio de una fundación como parte de un proyecto para la escuela de fotografía donde estudiaba y declara que le gustaría hacer foto periodismo porque le encanta capturar situaciones. Adelanta que la convocaron como artista invitada para el Buenos Aires Foto 2011, una muestra donde se reúnen un montón de profesionales contemporáneos. Así que en octubre tendrá su espacio allí. Su propuesta es jugar con fotos de Puerto Madero y mujeres, ya que en ese sitio de la ciudad las calles tienen nombre de féminas.
¿Quién es...
JORGE ESMORIS
(Washington Sosa)
Después de escapar de la cárcel, Washington ha vivido prófugo de la justicia. Este villano de Porque te quiero así le sacará tajada a la llegada de Giovanni. En esa alternativa encontrará y vislumbrará la oportunidad para obtener la libertad y poder volver a las andanzas a las que tiene acostumbrada a la audiencia que lo sigue en cada capítulo.
NOELIA CAMPO
(Carolina Macedo).
La maternidad ha hecho madurar a la impulsiva Carolina. Sin embargo, ella quiere algo más para su vida. Un nuevo e inusual trabajo pondrá a prueba todo su potencial.
MARTÍN CARDOZO (Juanjo González).
El hijo mayor de Lito es ahora padre de una hermosa niña. Deberá balancear sus nuevas responsabilidad es familiares con la bohemia de su trabajo en la murga.
GRACIELA RODRÍGUEZ (Francesca Schiaretti)
La hermana y mano derecha de Giovanni es una mujer de armas tomar. Es un dolor de cabeza para Alejandra, pero también para Sosa, de quien se enamora a primera vista.
... Quién es?
ADEMAR RUBBO
Don Omar).
El "presidente vitalicio" del club sigue despistado. Y se ve obligado a seguir a Chela en sus delirantes investigaciones.
CRISTINA MORÁN
(Chela).
La abuela de los González está más inquieta que nunca. Cuando la amenaza de los Schiaretti se cierne sobre el club, investiga por su cuenta.
HUMBERTO DE VARGAS
(Ruben Robaina)
Robaina camina siempre sobre la cuerda floja. Mientras disimula en la pose de abogado del club, intenta por todos los medios y sin escrúpulos sacar a Washington Sosa de la clandestinidad y volver a ponerlo en libertad para que siga haciendo de las suyas en la calle y con la gente del Olímpico.
DIEGO DELGROSSI
(Julio)
Julio es un mozo confianzudo y disparatado que ayudará a Lito a volver a poner en marcha el restaurante del club. Es la gran esperanza para evitar su quiebra.