Pando es una simpática localidad canaria que queda a unos 30 kilómetros de Montevideo y que, según uno de sus habitantes más ilustres, Gustavo Parodi, está bastante venida a menos. Pando también es el lugar donde nacieron Los Estómagos hace 20 años y donde se "cocinaron" y cranearon los diez discos de Buitres. Sí, son diez, si agregamos "Mientras", el que sale el lunes a la venta.
Hasta Pando tuvo que llegar Michel Peyronel, ex baterista de la banda argentina de heavy-metal Riff y primer productor artístico que interviene en un álbum de Buitres. En la sala de ensayo (obviamente, ubicada en Pando), la novel incorporación hizo las primeras sugerencias a las cuatro "aves" más populares del rock nacional y éstas tomaron algunas y otras las rechazaron.
Así se fueron amoldando los 14 temas de "Mientras", una obra marcada por un sonido que compite en el Río de la Plata e incluso más. En el décimo álbum de la banda integrada por Gabriel Peluffo (cantante), Pepe Rambao (bajo), el "Coco" Villar (batería) y Parodi (guitarra) también se destaca un fuerte compromiso con la realidad social. No es un disco de cambio, ni de ruptura, pero sustenta y solidifica la maduración de un grupo que siempre jugó con la llave del éxito.
SABADO SHOW viajó hasta la casa del guitarrista en... Pando (¿dónde más?) para dialogar con los músicos que marcaron el camino en las últimas dos décadas y que confiesan estar dispuestos a transformarse en los viejitos del rock nacional. Tranquilos, hay Buitres para rato.
–En "Mientras" están las típicas canciones de Buitres, hay guitarras rockeras y distorsionadas pero también hay sutiles bajadas que aportan climas más tranquilos. ¿Quisieron seguir la estructura de "Buena suerte... hasta siempre"?
–Rambao: Para nosotros fue muy difícil ordenar el disco, porque no son sólo temas que uno hace sino que quiere ordenarlos de modo que tengan algún sentido y que vayan fluyendo de alguna forma llevadera. Fue bastante costoso hacer eso y finalmente nos quedaron tres bloques adentro del disco, en ese sentido es bastante más pulido que otros. Cuando terminaba de escuchar el "Buena Suerte..." no me acordaba como había empezado porque pasaba por muchos lados. "Mientras", si bien pasa por una cantidad de lados, no es un disco monótono, es bastante más coherente en cuanto a cómo se van dando los climas.
–Parodi: Son una serie de canciones muy balanceadas entre sí. Es parecido al "Buena suerte..." en el tipo de música, que al fin y al cabo es la misma que tocamos desde hace mucho tiempo. Pero creo que el disco está balanceado por el tipo de canciones que tiene. Están las clásicas de los Buitres, hay bajadas de tiempo, es más escuchable que el anterior a nuestro parecer, es mucho más accesible al primer oído. Cuando lo ponés se te pasa muy rápido.
–¿Ahí está la mano de Michel Peyronel? (productor artístico del disco).
–Peluffo: Creo que hubo una forma de trabajar diferente. Estábamos trabajando los discos con muchos temas, siempre cada uno de nosotros tenía la posibilidad de echar mano a canciones que hacemos y quedan grabados en cassettes. En este disco nos concentramos en 15 temas y grabamos 14, o sea, fue un trabajo mucho más dirigido. Al productor le dimos 14 temas y él hizo sugerencias sobre ese grupo de canciones, no tuvo, en este caso, una decisión sobre el material y prácticamente trabajó sobre el disco que la gente va a escuchar.
–Parodi: Sobre el demo que Peyronel escuchó, él dio sugerencias sobre las canciones pero no influyó mucho sobre ellas.
–Peluffo: Nosotros trabajamos acotados en cuanto a que fueron esa cantidad de temas. Esa es una forma bastante diferente de trabajar a la que teníamos antes.
–Parodi: La mayor parte de las veces la sugerencia era para sacar cosas más que para agregar. Trabajamos en base a sus sugerencias hasta llegar al estudio, pero no fue un trabajo de productor total que agarra una canción y te la deforma por completo.
–¿Se acostumbraron completamente a trabajar con él?
–Peluffo: No es una clásica intervención de un productor, es algo aproximado que para nosotros igualmente es muy novedoso de lo que nunca nos terminamos de acostumbrar. Es muy difícil, después de tantos discos grabados y tantos años de entender de qué se trata la banda, que una persona de afuera venga a darte sugerencias, algunas te caen bien y otras no tanto.
–Parodi: Es bravo que después de 20 años venga un tipo a decirte "ustedes tienen que hacer esto y tocar así". Por un lado decías "si él va a ser el productor está bien", después escuchás y algunas cosas te parecen malas y otras te parecen muy buenas. Tuvo una cantidad de aciertos así como también hay cosas donde nosotros no quedamos muy conformes. Viendo esto imaginamos que debe ser bastante jodido trabajar con un productor en tiempo completo.
–Con un Santaolalla, por ejemplo.
–Parodi: Exactamente.
–Rambao: Lo que buscamos después de "Buena suerte...", donde nos pareció que debíamos agarrarle la mano a un par de temas, era que todos los temas rindiesen. No queríamos alguien que transformase los temas nuestros en otra cosa, sino simplemente alguien que en caso de tener alguna duda con el tema pueda encaminarlo hacía el lugar de mayor rendimiento. Todas las canciones rinden y creo que esa es la mayor diferencia con respecto al anterior; es un disco que pasa más rápido.
Innovación e intervención limitada. Siguiendo la línea nostálgica y reflexiva de "Carretera perdida", la banda opta nuevamente por una sonoridad más templada y tranquila en "Pelo azul", una vieja canción que aflora para aportar el contrapeso necesario a las guitarras más rockeras y distorsionadas. Peluffo explica parte del costado más suave de Buitres en "Mientras": "Es como una necesidad de probar determinados tipos de temas, ver si nos sentimos bien tocándolos. En este caso en particular, "Pelo azul" es uno de esos temas que están grabados en cassettes y lo trajimos al ensayo. Ahí sí la mano del productor tuvo mucho que ver porque él puso mucho en ese tema a la hora de la mezcla, fundamentalmente ciertos efectos que quedaron bien".
La participación de Peyronel siempre estuvo supeditada a la palabra final de Buitres, y nunca a la inversa. Si bien el productor artístico aportó ideas en la parte musical, hubo un aspecto donde sus consejos no llegaron a "buen puerto": las letras. De ellas se desprende un importante compromiso social y, aunque no está explícito, hay mensajes subterráneos que reflejan la cotidianeidad del Uruguay actual.
–Las letras tienen un alto contenido social. ¿Cuánto les influyó la crisis social y económica del país?
–Peluffo: En cierta forma es y fue un desafío. A la hora de hacer un texto tenés todo el derecho del mundo para hacer lo que quieras, pero me parece que el momento presentaba un desafío en tratar de lograr textos que son muy difíciles, que tratan de reflejar un momento social pero al mismo tiempo que eludan todo lo que puede ser panfletario o lo fácil, sino tratar de elaborar. "Perdiendo el trabajo" plantea la situación concreta de un individuo, tiene mucho que ver con el sentimiento de perder el trabajo, el estado de ánimo que significa; ese tipo de cosas son un desafío. Hay una intención, un desafió en algunos textos de plantear qué es lo que pasa desde el punto de vista social.
–Rambao: Creo que uno no tiene la obligación de hacer ciertas cosas, pero era un poco difícil mantenerse ajeno a la situación social.
–Peluffo: El productor se quejaba de que las letras eran muy para abajo, estuvo todo el tiempo diciéndonos que eran demasiado para abajo.
–¿Le hicieron caso?
–Peluffo: No. Creo que las letras fue el aspecto más intransigente, junto con el nombre de las canciones. No me parece que deje de ser un disco de rock and roll por eso, ni tampoco pasa a ser un disco contestatario, inclusive en temas como "Bajo la luna", más allá de que plantea la situación, se habla de que si tenés la oportunidad de salir y divertirte, hacelo.
–Los discos de Buitres siempre tienen una experimentación limitada, ¿qué aspectos marcan la evolución de la banda?
–Parodi: No somos un grupo que quiera innovar, ese es el punto número uno. Para nuestro concepto un grupo de rock and roll, ¿qué es lo que tiene que innovar? Está el viejo dicho que dice que si hay algo que te gusta ¿por qué cambiarlo? Igualmente nosotros hacemos pequeños cambios para ver hasta dónde podés llegar.
–Peluffo: Creo que la innovación limitada es un término adecuado. Me parece que más que innovación pasa por tratar de mejorar lo que vos mismo hacés. Más que innovar es tratar de madurar sobre lo que estás haciendo, y creo que nosotros podemos mejorar mucho como banda e individualmente. Todavía no tenemos un techo, tenemos esa chance sin la necesidad de cambiar lo que habitualmente presentamos. Hay una maduración en muchos aspectos en este disco, tiene que ver con lograr mayor efectividad en los temas y concretamente en los textos es mucho más parejo con respecto a otros materiales.
–Parodi: No creo que seamos una banda para romper esquemas y para dar un paso en cada disco.
–¿Se imaginan tocando a los 60 años, como los Rolling Stones?
–Parodi: Cuando teníamos 25 años decíamos "imaginate tocando a los 40 años que cosa más horrible debe ser", llegamos a eso; para mí sería fabuloso llegar tocando a esa edad.
–Peluffo: A esta altura lo que se nos plantea es que difícil sería no tocar a los 60, para nosotros esa debe ser la premisa.
Gerardo Minutti
Fotos: Darwin Borrelli