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Alfonsina Maldonado, de Dubai a Masterchef: "Me molesta que me digan que no puedo"

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Alfonsina Maldonado. Foto: gentileza Alfonsina Maldonado

ENTREVISTA

La deportista de elite habla sobre su pasión por los caballos, su carácter competitivo, los Juegos Olímpicos y su pasaje por "Masterchef"

Alfonsina Maldonado. Foto: gentileza Alfonsina Maldonado
Alfonsina Maldonado. Foto: gentileza Alfonsina Maldonado

Reconocida por su destreza como jinete, Alfonsina Maldonado estaba compitiendo en Dubai cuando comenzó la pandemia del Coronavirus. Llegó a Uruguay y a los pocos meses entró a Masterchef: Celebrity donde demostró que no hay impedimentos físicos cuando hay metas claras, también mostró que es competitiva. Sobre su pasaje por el programa y su amor por los caballos charló Maldonado con Sábado Show.

—¿Cómo sentís que fue tu pasaje por Masterchef?

—Me gustó el aprendizaje y el mensaje que se quiso transmitir. Había aceptado el reto de Masterchef para poder dar ese mensaje, superarme y dar un mensaje a la gente.

Alfonsina Maldonado. Foto: @gnbph
Alfonsina Maldonado. Foto: @gnbph

—El mensaje quedó claro y quedaste a la puerta de la final. También se notó que sos muy competitiva.

—Muy competitiva. Cuando me llamaron para invitarme les dije que tenía un problema: ahora voy a querer ganar y voy a entrenar a morir porque tuve que entrenar mucho por el hándicap que tengo. Me constaron mucho las cosas pero entrené para hacer las cosas en el tiempo que había que hacerlo.

"El problema no es la discapacidad sino la sociedad", dice Alfonsina Maldonado.
Alfonsina Maldonado. Foto: Archivo

—No quisiste ningún tipo de ayuda o contemplación por parte de los jurados o la producción. ¿Por qué?

—No quise nada. Cuando me llamaron me preguntaron si quería un ayudante, y les dije que si me ponen ayudante no se los perdono porque me estás llamando porque no tengo mano. Ellos se morían de risa, pero la realidad era esa. Quería mostrar un mensaje diferente al nivel de cualquiera de los Masterchef del mundo. Creo que el mensaje llegó.

Alfonsina Maldonado muy emocionada en República Checa
Alfonsina Maldonado muy emocionada en República Checa

—Estuviste a la par de los demás participantes. Te llevaste elogios y peleaste hasta el final en el concurso de cocina. ¿Cómo fue el irse del programa?

—Al ser tan competitiva te pega fuerte el momento de irte. Ser competitiva lo llevo en la sangre, por eso soy deportista de alto rendimiento, sino no competiría.

—La pandemia te cambió los planes. ¿Estabas en España y Dubai cuando comenzó todo?

—Estaba en Madrid, había hecho la Copa del Mundo en Qatar en febrero y había quedado en el ranking que es de las pruebas más difíciles, de los niveles más altos después de los Juegos Olímpicos. Es un evento que se accede por invitación del Rey de Qatar y estábamos ahí cuando nos agarró la pandemia y automáticamente quedamos en cuarentena por haber viajado.

Los ocho finalistas de "Masterchef: Celebrity". Foto: Instagram Eliana Dide
Los ocho finalistas de "Masterchef: Celebrity". Foto: Instagram Eliana Dide

—¿Cómo volviste a Uruguay?

—En un vuelo de repatriados porque no sabía qué iba a pasar. Y después de 14 años sentí la necesidad de estar en casa. El volver fue emocionante, y llegar al Aeropuerto de Madrid y verlo vacío, solo éramos los que viajábamos con la cara de no saber qué pasaba, fue muy emotivo.

—¿La idea es seguir entrenando para los Juegos Olímpicos a celebrarse en Tokio?

—Las clasificaciones se hicieron nuevamente este año y no las hice. Lo que viví en 2019 para las clasificaciones fue muy duro, muy desgastante como deportista el hecho de siempre estar pidiendo, estar detrás de eso, y estaba agotada. No tenía ganas de eso nuevamente, pero sí nuestros planes es estar en París 2024 como deportista real. No estar corriendo atrás del peso. Porque es un deporte carísimo y es difícil porque tenés que estar pidiendo dinero, y se sabe que si estás compitiendo en el extranjero, debería de haber un presupuesto y no tener que estar atrás de eso.

Alfonsina Maldonado
Alfonsina Maldonado

—¿Entonces la meta está puesta en París 2024?

—La meta está puesta en París, se están moviendo cosas pero hasta que no esté todo más encaminado voy a estar en Uruguay porque también necesitaba descansar desde el lado emocional. Estar con la gente que uno quiere te llena de energía. Ahora quiero entrar a las pistas y estoy ansiosa por conocer a mi nuevo campeón para dejar la garra charrúa. Soy una deportista que lo vive con mucha pasión, responsabilidad y amor, y cada vez que me pongo un desafío me pongo la bandera al hombro porque es algo que creo que todos los deportistas sentimos. Cuando tenés tanta pasión, se vibra fuerte. Estas cosas de pasar trabajo las vivimos, pero cuando estás ahí, el camino lo vale todo.

—¿Cuesta conseguir patrocinadores?

—Si los deportistas no somos mediáticos, no tenemos patrocinadores. Entonces al no ser mediáticos no hay apoyo, porque los sponsors dicen: ¿quién te conoce? Ahí es donde deben de apoyarnos los medios y por eso agradezco la difusión. Es algo real que es importante que se comunique, se entreviste y que estén los medios presentes. El mundo del deporte no es solo el fútbol, y en nuestro caso, que es deporte paralímpico, es peor.

—¿Siempre estuviste vinculada a los caballos?

—Sí, la magia para mi vida, mi pasión y mi motivación son los caballos. Ellos son sanación, fuerza, son todo.

—Ese vínculo viene desde que sos chica. Ibas a caballo a la escuela, así que siempre estuvieron contigo.

—Sí, y como están en nuestro Escudo Nacional me parece importante representarlos.

—Leí que cuando eras chica y no podías ir a la escuela, tu maestro Raúl Rodríguez te llevaba los deberes.

—Sí, porque odiaba faltar a la escuela, y me llevaban los deberes cuando estaba internada. No sabés lo que era, estaba internada y lloraba porque tenía que faltar a la escuela. Si bien era bandida, tenía una conducta pícara, no me gustaba faltar. Siempre quería terminar primera, siempre fui competitiva. Y el maestro me llevaba los deberes porque si no me daba un ataque de locura.

—Esa competitividad es parte de tu esencia y tu forma de ser. Y se notó en Masterchef.

—Sí. Hubo un programa de Masterchef donde me pusieron bastante sacada, estaba bastante sacada en ese programa de equipos. Y la gente me empezó a insultar porque era competitiva, y yo pensaba: estás en un concurso de competición y no vas a jugar, vas a competir. Entonces la gente a veces es tan envidiosa y poco sana, porque critica sin que ellos se pongan metas en la vida. Tener metas es parte de la competición. Tenés que esforzarte y hacer cosas, y así es la vida, una competencia constante, y muy pocos salimos de la zona de confort.

—Eso se notó en la final de Masterchef, porque de los que llegaron a las instancias finales había participantes que son o eran deportistas y estaban acostumbrados a competir y exigirse, y Aldo Martínez que por el Carnaval también tiene que superarse todos los años.

—Totalmente. Y realmente competíamos, sobre todo los hermanos Cuestas y yo éramos los más sacados, porque somos deportistas activos. Me pasa como deportista que soy muy exigente conmigo misma y salgo puteando de la pista y le digo al entrenador: ya poneme a hacer todo lo que hice mal. Soy una persona a la que le encanta superarse, considero que superar sus propios límites es importante y como de pequeña tuve la falta de una mano, había gente que me decía: esto no lo podés hacer. Siempre he sentido la necesidad de mirarlos y decirles: ¿por qué no puedo? Eso lo llevo desde muy chiquita. Me molesta que me digan que no puedo, y ya me saqué e igual me paso un mes para demostrarte que puedo. Tengo eso como deportista y persona. Puede caer bien, mal, y a la hora de relacionarme también puede chocar porque soy muy dura, muy directa, radical.

—También eres instructora ¿Cómo sos?

—Tengo unos alumnos nuevos de distintas edades, pero hay una particular que el otro día le digo: antes de que te subas le digo no te voy a tolerar que en la pista me digas esto no me lo dijiste y ella me dice ah, bueno señora. Un día me empezó a contestar en la pista y le dije: no me contestes porque no te estoy preguntando nada.

—¿Cómo es el tema con los caballos?, ¿tiene que haber un vínculo entre el animal y el deportista?, ¿cómo se elige un caballo para competir?

—Es un tema de feeling que lo sentís con los años de experiencia. A los cinco minutos de subirte ya sabés si es tu caballo. También soy una persona con una extrema sensibilidad y un poco salvaje en las cosas que hago. Es mucho feeling y conexión, así se elige un caballo. Más allá de que tiene que tener ciertas características como deportista de élite, pero dentro de esas características del caballo, él me tiene que sentir sobre él, sino puede darse un rechazo entre los dos.

—¿Y te das cuenta en seguida?

—Cuando tenés experiencia te das cuenta. También por su mirada, te transmiten mucho. Es todo un proceso de confianza.

—¿Cuesta mucho ese proceso?

—Sí, los caballos de competición en general el vínculo es muy fuerte y hay una entrega por parte de él muy grande que nos conocemos plenamente y se entregan a ti totalmente. Te escuchan y confían.

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