Dos años atrás, Agustín Casanova tomó una decisión difícil. Hizo un stand by en su carrera como solista para volver a las raíces y relanzar Márama, el conjunto que lo había catapultado a la fama. El éxito se puso de su lado al instante con temas que volvieron a convertirse en hits, pero lo mejor llegaría a mediados de 2023 cuando en redes sociales emergiera una campaña pidiendo la vuelta de la llamada "cumbia cheta”.

Tik Tok y Twitter se desbordaron de mensajes de jóvenes que recuerdan con cariño lo que fue su banda sonora de los veranos 2015 y 2016. Ante esta revolución nostálgica en redes, Márama preparó una artillería de temas para satisfacer a su público. El primero en salir a la luz fue Besos con Fernet, junto a Rusherking, y los números hablan solos: superó las cinco millones de reproducciones en menos de un mes. En medio del festival America Rockstars en el que Márama es una de las principales atracciones, Agustín habla con El País y reflexiona sobre esta segunda ola.

-¿Cómo estás viviendo esta suerte de revival del género de la “cumbia cheta”?

-Estoy contento, se nos juntó con mucho trabajo. Intento satisfacer en lo que pueda a toda la gente que lo pide.

-¿Cuándo empezaste a notar que había una demanda muy fuerte en redes que pedía la vuelta de este tipo de música?

-Todo el mundo empezó a escribirme por este tema y veía en Tik Tok que la gente lo pedía mucho. De repente lo acepté. Sacamos una canción con Rusherking, otra con Rose y ahora tenemos muchas más. Intentamos darle a la gente lo que está pidiendo.

-¿Cómo surgió la iniciativa de hacer un tema con Rusherking en el que anunciaban la vuelta a la “cumbia cheta”?

-Un día Rusher me escribió a las cuatro de la mañana y me dijo “vamos a sacar un tema”. Él es un amor pero es un colgado. Habíamos hablado otras veces para hacer temas que al final no se concretaron. Esta vez cuando me escribió yo estaba en una gira y le pedí que me mande el tema. Me lo pasó y le dije que apenas volviera iba a estar para grabarlo. Lo aprobamos, quedó buenísimo y el fin de semana hicimos el videoclip. Salió a la otra semana. Fue todo muy rápido. Quisimos apurarnos porque se viene el verano y pudo hacerse así porque todo fluyó naturalmente.

-¿Ya tenías relación con él?

-Nos habíamos visto en shows y salimos alguna vez de joda. Veníamos hablando hace tiempo por esta idea de hacer algo juntos.

-Ahora que volvió con fuerza la cumbia cheta, ¿qué cambiarías si tuvieras la posibilidad de vivir de nuevo toda la primera etapa de Márama?

-Cuidaría mi salud en relación a la cantidad de shows. En aquel momento no fue saludable hacer tantos. Hoy eso lo puedo controlar yo así que no existe ese riesgo. Antes me decían “tenés siete shows” y yo iba. Pero es imposible que una persona quede bien después de hacer siete shows en una misma noche. Yo terminaba muerto: empezaba a las siete de la tarde y terminaba a las diez de la mañana.

-¿Recordás el día que terminaste en peores condiciones?

-Muchas veces terminé llorando de cansancio. La peor fue la última vez que me pasó: yo tenía dos funciones en el Luna Park con Simona, me habían vendido un cumpleaños de 15 en Uruguay y al día siguiente tenía otros dos Luna Park. Así que hice las dos funciones con Simona, me tomé un avión privado para hacer el cumpleaños, volví, dormí dos horas y salí a hacer los otros dos Luna Park. Me acuerdo de estar sentado en el avión llorando diciendo “esto no lo quiero volver a pasar nunca más”. Lloraba de todo el sueño que tenía.

-¿Fue uno de los aspectos a considerar cuando volviste con Márama hace dos años?

-Claro, vamos con más tranquilidad. Obviamente que los músicos prefieren tocar más, así que yo intento hacer un balance de acuerdo a cómo esté yo anímicamente. Ellos por suerte lo entienden.

-¿Alguna vez sentiste que esa sobreexigencia haya impactado en el escenario?

-No. El escenario es muy amigable con eso. Es tanta la adrenalina que tenés ahí que ni te das cuenta de lo cansado que estás. El show se puede hacer igual. El problema es cuando te bajás del escenario y la adrenalina pasa. Quedás destruido.

Foto: difusión

-¿Viste el videoclip de Rombai con la vuelta de Fer Vázquez con Cami Rajchman?

-No, lo vi. Mentira, sí lo vi (risas). Él usó un recurso que nosotros no usamos, que fue meter una parte de una canción anterior como “Locuras contigo”. Es una banda de verano y va de eso. Aunque nosotros tengamos nuestras diferencias personales que todo el mundo conoce, soy consciente de que las cosas que ellos hagan como banda nos sirven también a nosotros. El trabajo de cada uno hace que el género reflote. Hay cosas que no comparto, pero sé que es bueno para todos.

-¿Hay posibilidades de que en el marco de este resurgir del género hagas un tema nuevo con él?

-No creo porque ahí entra la parte personal. Al momento de evaluarlo, aparece eso. Los que están a mi alrededor me dicen “che, ¿por qué no lo hacés'”.

-¿Te lo han dicho?, ¿y qué les respondés?

-Sí, algunos me dicen que tendría que aprovechar y juntarme con él para sacar un tema. Pero la realidad es que a nivel mental prefiero priorizarme a mí. Nunca se sabe cuáles son las vueltas de la vida y tal vez mañana esté todo bien y podamos volver a trabajar juntos, pero hoy por hoy no.

-Ya no son los veinteañeros que eran al comienzo de Márama, ¿hay algún aspecto de la banda que haya empezado a quedar de lado por razones de edad?

-Los Tiktok me joden (risas). Pero el resto no. Márama siempre fue muy infantil y seguimos siendo como cuando empezamos.

-¿Estás disfrutando más esta etapa que la primera?

-Sí, por todas las cosas que pasamos, que muchas no fueron buenas y nos sirvieron para aprender. Hoy somos mucho más maduros. La pandemia también nos enseñó que todo puede terminar en cualquier momento sin importar lo que hagamos ni cómo seamos. Mañana se apaga la luz y yo no subo más a un escenario. Por eso hoy subimos y lo recibimos de otra forma. Queremos pasarla bien, así que no hay peleas ni discusiones. Todos en la banda tenemos la misma filosofía de vida: disfrutar.

-¿Qué balance hacés de tu rol como jurado en La Voz y Got Talent?

-Fue un crecimiento puro mentalmente y artísticamente. En Uruguay hay mucha gente en la calle que me hace devoluciones sobre mi trabajo en los programas. Me sorprendieron para bien los buenos comentarios que recibí. Estoy muy contento. Siento que todo el esfuerzo preparándome para mejorar como jurado dio resultado.

-¿Está confirmada tu participación en la nueva temporada de La Voz?

-Sí, 99% seguro. Es un formato que amo.