Redacción El País.
90 60 90 Modelos, estrenada en 1996, es una telenovela argentina que marcó un momento particular dentro de la televisión local: el cruce entre el melodrama clásico y el universo del modelaje, un ámbito que a mediados de los años noventa estaba en pleno auge mediático. Con producción de Canal 9 Libertad y una impronta juvenil y moderna para la época, la tira se convirtió en un retrato dramático del detrás de escena del mundo fashion, con su brillo de pasarela pero también con sus sombras.
La historia sigue principalmente a las jóvenes modelos de una agencia de talentos. La primera temporada fue protagonizada por Silvia Kutika, Raúl Taibo y la uruguaya Natalia Oreiro, quien por esos años daba sus primeros pasos en la actuación en Buenos Aires.
La trama de la telenovela se desarrolla en una agencia de modelos de Buenos Aires, gerenciada por Cuca Dalton (Silvia Kutika) y Tabo Herrera (Raúl Taibo). Entre las decenas de jovencitas que intentan abrirse camino en el mundo de la moda, llega a la agencia la joven Lucía (Natalia Oreiro), quién, sin saberlo, trabajará para su madre, Cuca Dalton. Paralelamente, la historia de amor entre Cuca y Tabo es interrumpida por la irrupción de Martín (Osvaldo Laport), quién se acerca en calidad de socio de la ascendente agencia.
A través de sus personajes, la novela explora las presiones físicas, los vínculos laborales, las tensiones con los agentes y la lucha interna por sostener la autoestima cuando el cuerpo se convierte en mercancía.
90 60 90 Modelos tuvo gran suceso en la audiencia y la crítica y de hecho se extendió por dos temporadas, una rareza para las telenovelas de su tipo. En total, se emitieron en dos años 278 capítulos.
En algún momento se cuestionó la gran cantidad de tragedias y violencia incluidas en el guión. Durante los primeros 8 meses de emisión hubo 9 asesinatos, 11 intentos de homicidio y 3 accidentes de tránsito entre los personajes de la tira.
Uno de los aciertos de la tira es su estética: pasarelas, sesiones fotográficas, desfiles y backstage generan un clima visual vibrante, muy ligado al imaginario noventoso. La música y el vestuario acompañan esa identidad pop, logrando que la serie funcione también como cápsula de época.
90 60 90 Modelos no fue solo un producto pensado para el entretenimiento; también puso en discusión el costo emocional del éxito en industrias superficiales, anticipando debates actuales sobre la presión estética y la cosificación del cuerpo. Vista en retrospectiva, conserva su valor como testimonio de una década y como una propuesta que combinó romance, suspenso y crítica social dentro de un formato popular.