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Robos y miedo en la terminal de Río Branco: buscan paz con la llegada de la Guardia Republicana

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Un oficial de la Guardia Republicana vigila la terminal de Rio Branco. Foto: Estefanía Leal.
Movimiento de pasajeros en la noche por la Terminal Baltasar Brum de omnibus de la calle Rio Branco, nota por operativo policial de la Guardia Republicana las 24 horas a causa de la inseguridad, en Montevideo, ND 20221116, foto Estefania Leal - Archivo El Pais
Estefania Leal/Archivo El Pais

INSEGURIDAD

La empresa que administra la terminal contrató el servicio y cuenta con el apoyo del Ministerio de Transporte; habrá una reunión el miércoles para aumentar la vigilancia

En la terminal de Río Branco nada está quieto. Ni los usuarios del transporte que entran y salen a toda hora, ni los comerciantes que venden desde sus ventanillas, ni los funcionarios de las empresas de ómnibus que van y vienen hablando por walkie talkie con los choferes para que no lleguen tarde, ni tampoco los funcionarios de limpieza que a veces se enfrentan a “algún colado” haciendo uso de los baños.

Pero en medio de ese caos también hay algunos que se ceban un mate. Como Mariano, quien vive en Santa Lucía y se toma un ómnibus que lo deja en la terminal y desde allí va a trabajar al Centro. Hay días en los que madruga “más de lo que debería”, entonces llega temprano. Ahí es cuando decide quedarse en la terminal tomando unos mates, una práctica que tuvo que cortar en mayo de este año. Un día de los que llegó temprano, se apoyó contra las rejas de la entrada mientras tomaba mate y hablaba por teléfono. Se iba cebando de a poco, dejando el termo a su lado. Entre mate y mate, tenía el celular acostado entre su oreja y su hombro. Pero una persona que pasaba por atrás de la reja en la que estaba apoyado pasó su mano entre las barras, tomó su termo y se lo guardó en una mochila, según pudo ver en un video de las cámaras de seguridad de la terminal días más tarde de ocurrido el hecho. Mariano seguía hablando por teléfono y tomaba el último mate de la jornada.

Son cientas las historias de robos, amenazas, empujones, arrebatos y violencia en esta terminal -popularmente llamada Río Branco por la calle en la que se encuentra, pero cuyo nombre es Baltasar Brum- que tiene picos de hasta 20.000 usuarios por día por ser la única que conecta el Centro de Montevideo con toda el área metropolitana.

La inseguridad dentro de la terminal -que sobre todo se centraliza en la entrada sobre la calle Galicia- es tal, que hace poco más de una semana se concretó la colocación de dos policías de la Guardia Republicana durante las 24 horas del día. Con sus uniformes camuflados y chalecos antibalas, los policías “marcan una presencia importante que asusta a varios”, según Kevin, quien trabaja como vendedor en un local de sándwiches dentro de la terminal Río Branco. “Lo peor acá son los alrededores de la terminal, no tanto adentro. La gente que viene y compra acá me cuenta que cuando caminan un par de cuadras tienen a unas seis o siete personas que los persiguen y les piden plata. Esa es la peor parte”, cuenta el joven mientras agarra un sándwich de salame de la heladera y se lo da al cliente que está primero en la fila. Kevin fue atacado hace algunos meses por un hombre que tenía “un fierro largo en la mano” y pretendía llevarse la plata del local. “Por suerte no se llevaron nada y solamente hubo piñas de las que me defendí, pero es cierto que los guardias de la empresa de seguridad que estaba trabajando antes de la Republicana acá no podían hacer nada”, dice él.

Terminal de Rio Branco. Foto: Estefanía Leal.
Terminal de Rio Branco. Foto: Estefanía Leal.

Ubicada en el límite entre la Ciudad Vieja, el Centro y La Aguada, la terminal de Río Branco parece ser el único motor de la zona que sigue andando pasadas las 19 horas. Pero las particularidades de la zona son un asunto aparte. Lo cierto es que la presencia de la Guardia Republicana se da a partir de una repetición de hechos de inseguridad y ahora las botas negras de estos policías, que son más parecidos a militares, se escuchan entre los frenos de los ómnibus.

robos

La desaparición de cosas en una de las oficinas.

Los choferes de una de las empresas de ómnibus que se encuentra en la terminal aseguran que es “frecuente” que desaparezcan cosas en la oficina que comparten, ubicada dentro de la terminal de Río Branco.

“Ayer nos dimos cuenta de que falta la jarra eléctrica que compramos entre todos, pero no es la primera vez, una vez desaparecieron dos camperas”, indica Juan, uno de los choferes. Uno de sus compañeros agrega, al escuchar la charla desde una ventanilla, que “lo más peligroso” es el robo de dinero dentro de los ómnibus mientras están estacionados en la terminal y agrega que “ya ha pasado, sobre todo en la noche”. Para los choferes otra situación “delicada” ocurre los fines de semana cuando decenas de personas suben a los ómnibus con vasos y botellas y están alcoholizados. Con respecto a la colocación de Guardia Republicana en la terminal, Juan sostiene: “Ahora las personas que solían frecuentar acá saben que pueden ir presos si se pasan de vivos, entonces van a estar más tranquilos, o eso es lo que esperamos nosotros que trabajamos acá todos los días”.

Según el experto en seguridad, Edward Holfman, la Guardia Republicana es “más militarizada” que la Policía regular, lo cual no quiere decir que sean militares, “pero sí cuentan con una preparación y una disciplina muy similar”. Holfman subraya: “En cuanto a jerarquías no hay diferenciación, pero en lo práctico sí porque la Policía normal tiene mayor flexibilidad para cumplir otras funciones y la Republicana no es tan flexible. Es más militar en términos generales y se la suele necesitar en eventos masivos, sobre todo deportivos”. Además, en la contratación de policías a través del decreto 222 es “frecuente” que se designe a integrantes de la Guardia Republicana porque “cuentan con mayor disponibilidad” y “se trata de un asunto de capacidad de cobertura”, indica el experto en seguridad.

Los dos oficiales que desde hace poco más de una semana custodian la terminal durante el día dicen que aún no han tenido “episodios demasiado violentos” y su trabajo se resume en “acompañar a retirarse a algunas personas, sobre todo el fin de semana después de que cierra el boliche de la esquina, que es cuando vienen varios a usar los baños y dormir por acá”. Por ahora es así: el tiempo dirá.

Zona de cambios.

“La historia del transporte uruguayo” es el nombre de un libro que está sobre un escritorio en el que es evidente que todavía no se siente muy cómodo el flamante gerente general de Kelir S.A, Juan Luzardo. Tiene vista en primera fila de los ómnibus que entran y salen de la terminal. La empresa que hoy dirige ganó la licitación que hizo el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) en 1989, cuando se construyó la terminal y desde allí está encargada de su administración. Pero Luzardo llegó hace pocos días. Exactamente el 11 de octubre de este año.

“Me consta que se perdió la seguridad y la tranquilidad de las personas cuando vienen a tomarse un ómnibus. Por eso surgió la necesidad de contratar a la Republicana”, comenta Luzardo y agrega un dato particular: “Desde el 11 de octubre, cuando asumí como gerente, hasta el 10 de noviembre, cuando comenzó a trabajar la Republicana, todos los días me llegó por lo menos una queja de algún usuario o comerciante de la terminal. Lo normal eran tres o cuatro por día”. Luzardo trata de dejar claro todo el tiempo durante la entrevista que la decisión de mejorar la seguridad de la terminal es “de la empresa” y no particularmente de él, a pesar de que la contratación de la nueva seguridad policial ocurrió cuando él llegó. Según Luzardo, se estaba tornando “imposible” brindar “un servicio digno” y “el primer paso es garantizar la seguridad” dentro de la terminal. En ese momento la empresa hizo una evaluación de costos entre la contratación del servicio de custodia policial a través del decreto 222 o una empresa de seguridad privada. “Es mucho más caro que una empresa de seguridad, pero la realidad es que cuando tuvimos la seguridad privada vimos que estaban sobrepasados y no daban resultado”, cuenta el gerente de Kelir. A pesar de que prefiere no dar cifras concretas, Luzardo menciona que el costo de la Guardia Republicana por 24 horas de servicio es cercano a un millón de pesos al mes y, aunque la empresa cuenta con el “visto bueno” del Ministerio de Transporte, la financiación viene de parte de la propia Kelir. A su vez, Kelir obtiene ganancia a partir del alquiler de locales comerciales en la terminal y los famosos “toques” de los ómnibus allí, simulando lo que pasa cuando un barco tira el ancla en un puerto.

Guardia Republicana en la terminal de Río Branco. Foto: Estefanía Leal.
Guardia Republicana en la terminal de Río Branco. Foto: Estefanía Leal.

Pero, más allá de los costos, tanto la empresa como los trabajadores y los usuarios mencionan que la zona en la que se ubica la terminal de Río Branco es “peligrosa”, “fea” y que está “venida a menos”. Caminar por la manzana durante la noche es suficiente como para confirmarlo.
En el barrio hay muchos galpones de depósitos y no se destaca por ser una zona particularmente residencial. Además, a pocas cuadras está la abandonada Estación Central y también la obra del viaducto, que ordenará el tránsito por la rambla portuaria y permitirá el pasaje del Ferrocarril Central al puerto. Pero por ahora es solamente una obra que también se vacía en las noches. Además, en los últimos años se instalaron dos refugios del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) en las calles Andes y Paysandú, lo cual “aumenta el paso de personas deambulando”, según el gerente general de Kelir. Sin embargo, también hay algunos contrastes. A dos cuadras de la terminal, en La Paz y Julio Herrera y Obes, está la modernísima torre Nostrum Bay, que ostenta unos 26 pisos con apartamentos de dos y tres dormitorios. Y un poco más lejos el complejo de oficinas Aguada Park.

A pesar de los contrastes, lo más evidente es el aire lúgubre y el vacío de la zona en la noche. En este sentido, el Ministerio del Interior aporta algunos datos a El País sobre la inseguridad del barrio durante el primer semestre del año. Desde el 1 de enero al 30 de junio se registraron 198 rapiñas en la seccional tercera -la más cercana a la zona- y estas significaron un 2,1% del total de las rapiñas cometidas en Montevideo. En los hurtos la cifra es algo mayor y, durante el mismo período de tiempo la seccional registró 1.256 hurtos y estos fueron el 4,3% del total de los hurtos cometidos en Montevideo. Pero, claro, no necesariamente todos los robos en la terminal son denunciados ante la comisaría.

La alcaldesa del Municipio B, Silvana Pissano, cree que es “clarísimo” que la primera preocupación de todos los vecinos de la zona es la inseguridad y tiene que ver con que el asunto “se escapó de las manos del gobierno nacional”.

“Yo suscribo a la idea de que la primera dispersión en cuanto a la inseguridad en las ciudades es que haya espacios públicos frecuentados y calles con vida. Eso solo se logra con que haya personas viviendo allí y que los lugares no queden desiertos a ciertas horas porque se vuelve un ambiente propicio para que ocurran arrebatos”, remarca Pissano y agrega: “Como feminista además creo que las mujeres lo vivimos particularmente porque además de la violencia propia que sobre nuestros cuerpos impone el patriarcado, tener lugares que fomenten los abusos es algo totalmente negativo”.

Para la alcaldesa, la colocación de la Guardia Republicana en la terminal de Río Branco es “correcta”, a pesar de que aclara: “No hay sinergia de ningún tipo entre el municipio y el ministerio, pero ellos tienen sus instrumentos y han decidido ponerlos a funcionar allí, lo cual no me parece ni bien ni mal. Lo importante es que se hagan cargo de lo que está pasando”.

Pero la idea de Kelir de colocar a la Guardia Republicana en la terminal no solo fue apoyada por la cartera de Transporte, sino que además parece haber servido como puntapié para el inicio de un plan similar en el resto de la zona. Así lo confirma a El País el coordinador del Área Metropolitana del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, Joselo Hernández, quien se reunió esta semana con el ministro Luis Alberto Heber y le explicó la idea de llevar a cabo un “plan para potenciar la presencia policial en los accesos a la terminal”.

Terminal Río Branco. Foto: Estefanía Leal.
Terminal Río Branco. Foto: Estefanía Leal.

Con el visto bueno de Heber para iniciar el proyecto, este miércoles habrá una reunión en las oficinas de Kelir ubicadas en le propia terminal, de la que participarán representantes de los ministerio de Interior y Transporte, la Federación Obrera del Transporte Suburbano y las empresas de transporte que operan allí, además de la empresa que maneja la terminal.
La idea, según informa Hernández, es colocar a nuevos efectivos de la Guardia Republicana en las calles Río Branco, Convención y Andes. Según supo El País, estos entrarían en el presupuesto del propio Ministerio del Interior y no financiados por Kelir como sucede con los que hoy están dentro de la terminal. Este miércoles también se inaugurará una policlínica dentro de la terminal (ver aparte).

la española

Inauguran policlínica tras muerte de un trabajador.

Solo dos semanas después de que la empresa Kelir S.A., encargada de la administración de la terminal de ómnibus Río Branco, colocó a oficiales de la Guardia Republicana en la terminal para ofrecer “mayor seguridad”, también se inaugurará una policlínica allí este miércoles, según supo El País.

El servicio estará disponible las 24 horas del día. De ocho de la mañana a ocho de la noche habrá un médico de guardia, mientras que después de esa hora la policlínica contará únicamente con un enfermero. “Debido a que ya existía un contrato previo con la mutualista La Española, el servicio será exclusivo para sus socios, pero igualmente en casos de emergencia se atenderá a cualquier persona que requiera atención médica”, indicó al respecto el gerente general de Kelir, Juan Luzardo.

La inauguración de la policlínica se da dos meses después de la muerte de un trabajador de Copsa que sufrió un infarto arriba de uno de los coches cuando estaba por salir en un viaje. Si bien los trabajadores de la empresa no apuntaron contra las autoridades tras la muerte, sí se quejaron por la falta de asistencia médica en la terminal “Hay un desfibrilador de Cutcsa, pero no había personal capacitado para utilizarlo”, señaló en su momento el integrante de la Asociación de Trabajadores de Copsa (ATC), Andrés Martínez.

En la nueva policlínica de La Española ubicada en la terminal de Río Branco también se podrá gestionar el carné de aptitud física para la libreta de conducir.

También se llevó a cabo este jueves una reunión entre el Ministerio de Transporte y la Dirección de Tránsito de la Intendencia de Montevideo para concretar la colocación de más iluminación en los accesos a la terminal. “Hay un tema con el miedo y las personas en la zona, por eso es importante enfrentarlo bien”, indica al respecto Hernández.

Más allá de las justificaciones del gobierno, lo cierto es que en las últimas semanas se lograron diferentes acuerdos para mejorar la zona ubicada entre Ciudad Vieja, el Centro y La Aguada, ¿por qué ahora específicamente?

Consultado por El País sobre la colocación de la Guardia Republicana en la terminal de Río Branco, el dirigente de la Unión Nacional de Obreros y Trabajadores del Transporte (Unott) Mario De Saa dice que más bien el tema está vinculado a la inminente llegada de los cruceros. “Si bien nosotros siempre estamos atentos a lo que pasa en esa terminal particularmente y en el pasado hemos hecho pedidos formales para que haya mayor vigilancia, en este caso no lo hicimos porque no había tantas denuncias en el último tiempo como sí hubo antes y por eso nos consta por consultas que hemos hecho que el Ministerio del Interior ha reforzado la terminal y también algunos lugares de la Ciudad Vieja y los entornos por la llegada de los turistas en la temporada”.

¿Qué dicen desde el Ministerio de Turismo? El subsecretario Remo Monzeglio admite: “Hay que tener la mayor seguridad posible en la zona porque, una vez que llega un turista, puede perderse por los alrededores o decidir recorrer sin tener claro a dónde va”. Río Branco es la terminal más cercana al Puerto. Pero el número dos de Turismo asegura que no hubo un diálogo con las autoridades del transporte para la colocación de los oficiales de la Republicana. Como sea, es un hecho que sirve para reforzar la seguridad en una zona en decadencia.

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