Cada latido cuenta

El 29 de setiembre es el Día Mundial del Corazón. En Uruguay, la Comisión Honoraria para la Salud Cardiovascular se prepara para conmemorarlo con una propuesta que renueva su compromiso con la promoción de estilos de vida más saludables y sostenibles.

Cardiólogo
Cardiólogo sostiene un corazón.
Foto: Shutterstock.

Cada 29 de setiembre desde hace veinticinco años, la World Heart Association moviliza a su red global para concientizar sobre las enfermedades cardiovasculares (ECV) a través de la celebración del Día Mundial del Corazón. La fecha es un altavoz del trabajo de prevención, diagnóstico precoz y cuidado que se realiza los 365 días del año y que compromete a personas en todo el mundo, desde personal sanitario a pacientes, educadores, gobernantes y otros agentes sociales. En Uruguay se conmemora en coincidencia con la Semana del Corazón, una campaña anual de la Comisión Honoraria para la Salud Cardiovascular (CHSCV) que este 2025 celebra su 34ª edición del 22 al 29 de setiembre.

Aunque algunos indicadores marcan mejoras en la salud general de la población, las cifras más recientes de mortalidad en Uruguay (presentadas en 2024 al cierre de la anterior Semana del Corazón) recuerdan que queda mucho por hacer. Un resumen del extenso informe de la CHSCV, que toma datos del año 2023, refleja que las enfermedades cardiovasculares fueron la primera causa de muerte en nuestro país (23,1 por ciento). Le siguen las oncológicas (23,0 por ciento) y las del sistema respiratorio (11,1 por ciento). Al acercar la lupa se observa que las enfermedades cardiovasculares fueron la primera causa de muerte entre las mujeres (23,9 por ciento) y la segunda causa entre los hombres (22,2 por ciento).

A nivel global los índices se replican: las dolencias no transmisibles, como el cáncer, la diabetes, las patologías respiratorias crónicas y las enfermedades cardiovasculares (aterosclerosis, hipertensión arterial, insuficiencia cardíaca, infartos de miocardio, arritmias), son la principal causa de muerte y discapacidad.

“Vamos a tener claro que cardiovascular es cardíaco, pero además vascular cerebral y vascular renal, o sea, los accidentes cerebrovasculares (ACV) son parte de la patología cardiovascular”, puntualizó Alejandro Cuesta, presidente de la Comisión Honoraria de Salud Cardiovascular (CHSCV).

En conversación con PAULA, el jerarca, cardiólogo especialista en Cardiología Pediátrica y en Electrofisiología, agregó: “dentro de las enfermedades cardiovasculares, las que claramente vienen bajando son las cardiovasculares centrales y la cardiopatía isquémica (o enfermedad de las arterias coronarias), mientras que la cerebrovascular está estable o quizá aumentando".

Cabe recordar que todos los padecimientos cardiovasculares, sean del aparato cardiovascular, cerebral o nefrológico, tienen en común los factores de riesgo. Entre los principales se encuentran: el consumo de tabaco (o nicotina en cualquiera de sus formas como los cigarrillos electrónicos); la ingesta nociva de alcohol; una alimentación con exceso de grasas saturadas y trans, sodio, azúcares; la inactividad física y el sedentarismo, la contaminación del medio ambiente; la hipertensión arterial; la obesidad; el colesterol elevado; la diabetes; el estrés.

Tres propuestas

“¿Queremos una sociedad con menos pacientes internados, que vivan más años, que económicamente estén productivos? Entonces hay que invertir en prevención. Con una población saludable habrá más productividad, porque las fuerzas de trabajo no se enferman. La principal causa de la certificación médica en Uruguay procede de la salud mental y la traumatológica. Hay que invertir en prevención porque si no, no se va a lograr. Esto no es barato, es caro. Hay que poner dinero. Está el concepto de que prevenir es más barato que curar y eso es una trampa”, opinó Cuesta.

La primera de las tres prioridades marcadas para el corto y mediano plazo por la CHSCV es aumentar su presupuesto. “Hay que invertir en prevención y eso no es gratis. La prevención no es igual a ahorro; es igual a menos enfermedades”, enfatizó.

El domingo 31 de agosto, el Poder Ejecutivo remitió al Parlamento el Proyecto de Ley de Presupuesto Nacional 2025-2029. El documento establece entre sus ejes centrales la protección social y seguridad pública, disposiciones destinadas a fortalecer la institucionalidad fiscal del país y desarrollo económico y trabajo. El proyecto de ley es un documento de 632 páginas que en el apartado Salud, entre otros asuntos, indica que “sus principales líneas estratégicas serán la atención a la niñez, el fortalecimiento del primer nivel de atención y la salud mental (...). Están previstos incrementos de recursos para fortalecer estas áreas", se lee en el texto.

Desde hace una década el presupuesto anual de la CHSCV es de 26 millones de pesos. Casi un 80 por ciento se destina al sueldo de los profesionales que trabajan en la institución, como el deportólogo, nutricionista, cardiólogo, además de la dirección y administración.

“Nosotros solicitamos más presupuesto para desarrollar tres aspectos que consideramos importantes. El primero, la promoción y prevención, particularmente en los niños. Empezamos a trabajar con ellos, pero estamos llegando mal. Queremos generar planes para las escuelas que inicialmente sean pilotos e intentar incorporarlos a programas institucionales. Lo segundo es mejorar el área de investigación para producir más información. O sea, lograr deshilachar más datos de lo que son las enfermedades cardiovasculares”.

Alejandro Cuesta citó como ejemplo un estudio reciente, cuyo equipo científico fue presentado al Premio Nacional de Medicina 2025, en el que se analizaron las causas de mortalidad en Montevideo según nivel socioeconómico, con énfasis en las enfermedades cardiovasculares. "El resultado puede ser una obviedad, pero en medicina las cosas hay que mostrarlas con números. No alcanza con decir esto es peor o esto es mejor. Por eso es importante ese trabajo, porque es la primera vez que se están estudiando en Uruguay las determinantes sociales de mortalidad y no es fácil investigarlo”.

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CERCA Uruguay es una aplicación móvil creada por la CHSCV que permite a los usuarios localizar los Desfibriladores Externos Automáticos (DEA) más cercanos. En marzo se lanzó una actualización para Android e iOS. Cuando se utiliza un DEA las posibilidades de sobrevivir se elevan a más de un 50 por ciento. Más en cardiosalud.org
wellphoto/Shutterstock

Fiscalizar y capacitar

El tercer propósito para el cual la CHSCV solicita más presupuesto es para ocuparse de la fiscalización de los planes y programas vinculados con la prevención, reanimación y Desfibrilación Externa Automática (DEA).

En Uruguay, la ley sobre desfibriladores (N° 18.360 de 2008) es un hito en la política de Salud Pública. La normativa establece, entre otros aspectos, la obligatoriedad de instalar y mantener estos dispositivos en espacios públicos y privados con alta afluencia de público. “Uruguay está muy avanzado en esto. Se aprobó esta ley nacional de acceso público a la desfibrilación donde se establece en qué sitios deben instalarse y en qué condiciones. Junto a eso debe haber personas formadas en reanimación. En el comienzo participó un puzzle de instituciones, cada una con su rol, y funcionó. Se hizo incluso algún trabajo científico mostrando que mejoraron las sobrevivas con la reanimación. Sin embargo, el Estado es muy malo fiscalizando. Si a mí, como Comisión Honoraria de Salud Cardiovascular, me dan la plata, voy a ser bueno fiscalizando. Puedo identificar dónde están los DEA, que para instalarlos tienen que estar registrados en el Ministerio de Salud Pública. Yo sé, que a día de hoy, el registro de la comisión es mejor que el de cualquier institución pública. Entonces quiero hacer la fiscalización, pero necesito dinero, porque necesito personal. Hablo en primera persona porque me apasiono, pero siempre me estoy refiriendo al trabajo de toda la comisión”, explica.

La propuesta implica gestionar y controlar también la formación, capacitación y la acreditación de los “establecimientos cardioprotegidos”. La CHSCV ya tiene escritas y registradas las normas de calidad mínimas que deben cumplir las empresas o entidades para poder ostentar un título o sello de esa magnitud.

La infancia es clave

Un informe de la comisión, divulgado en julio de este año, indicó que la alimentación inadecuada y el sedentarismo, afectan cada vez más la salud de los niños. Entre los signos más visibles se encuentran el sobrepeso, la obesidad y el mal funcionamiento del metabolismo. Estas condiciones médicas aumentan el riesgo de enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes tipo 2, colesterol alto y la posibilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares más adelante.

En la noticia, disponible en la web de la CHSVC, arroja las siguientes cifras: en Uruguay el 11,5 por ciento de los menores de 5 años presentan sobrepeso u obesidad. En los escolares de 10 a 13 años, los índices de sobrepeso aumentan al 25,7 por ciento. La obesidad se encuentra en un 11 por ciento y la obesidad severa en 2 por ciento (CHSCV, 2016). Estos niños tienen mayor probabilidad de tener presión arterial elevada, lo que puede afectar su salud desde etapas muy tempranas.

Otra ley fundamental en Uruguay (la Nº 19.140 de 2013) prohíbe la venta y promoción de productos con exceso de azúcar, sodio o grasas en centros educativos. Esa política, se pide desde la comisión, tiene que ser acompañada en el hogar y desde otras entidades públicas y comunitarias. La sola combinación de conductas saludables logra disminuir en más del 70 por ciento la aparición de enfermedades cardiovasculares.

La CHSCV trabaja en áreas que abarcan Actividad Física y Salud; Alimentación y Nutrición; Epidemiología y Estadística; Genética Cardiovascular; Educación para la Salud, Resucitación Cardíaca y Comunicación. Algunas ideas que proponen para fomentar hábitos saludables son: caminar en familia, andar en bicicleta, jugar al aire libre y hasta bailar. “¡Todo vale si implica moverse y reírse juntos! Desde la CHSCV queremos recordarte que los hábitos que se aprenden en la infancia duran toda la vida. La salud cardiovascular no empieza en la adultez: se construye desde el entorno familiar, escolar y social. Como adultos, cuidamos y tenemos la oportunidad de guiar, acompañar y, sobre todo, dar el ejemplo. Alimentar con conciencia, fomentar el movimiento y cuidar con amor son maneras cotidianas de proteger el corazón desde chicos”.

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Congreso mundial 2025

Los avances médicos de las últimas dos décadas, incluyendo nuevas terapias, el uso de inteligencia artificial para el diagnóstico y modelos innovadores de atención como la telemedicina, han ayudado a lograr avances en la comprensión, la prevención y el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares (ECV). Sin embargo, estas siguen siendo la principal causa de muerte en el mundo, con más de 20 millones de fallecimientos cada año.

Un área que podría ser clave para impulsar el progreso futuro contra las ECV es la terapéutica, en particular las terapias combinadas de un solo comprimido. "Al combinar más de un principio activo farmacéutico en un único comprimido, que puede abordar múltiples factores de riesgo de ECV como por ejemplo la hipertensión arterial o niveles elevados de colesterol, se pueden mejorar los resultados de salud al reducir la cantidad de comprimidos que toman los pacientes y, por lo tanto, aumentar la adherencia a los planes de tratamiento”.

Esta propuesta es apenas una de las tantas divulgadas en el marco del Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC Congress 2025) y la World Heart Federation (WHF), la mayor reunión mundial de profesionales cardiovasculares. El encuentro científico, cuyo lema 2025 fue “Cardiología más allá de las fronteras. Salud mundial”, reunió en Madrid a unos 30.000 especialistas de 160 países, entre ellos de Uruguay, entre el 29 de agosto y el 1 de setiembre pasado.

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