250 g de azúcar
250 g de harina común
75 g de aceite vegetal
75 g de aceite de oliva
Manteca c/n
Ralladura de dos naranjas
½ taza de jugo de naranja
¼ cucharadita de bicarbonato de sodio
1 cucharadita de polvo de hornear
3 naranjas
4 huevos
1 pizca de sal
1. Precalentar el horno a 180ºC.
2. Cortar las naranjas en rodajas finas, cocinarlas durante 30 minutos en un almíbar simple (agua y azúcar en partes iguales) hasta que estén suaves y caramelizadas. Reservar.
3. En un bowl mezclar la ralladura de naranja con el azúcar y trabajar con las manos hasta que el azúcar se tiña de amarillo y suelte el aroma.
4. Añadir los huevos y batir hasta que la mezcla duplique o triplique su volumen. Incorporar el jugo de naranja y mezclar bien. Agregar los aceites de a poco mientras se mezcla. Añadir el bicarbonato de sodio y seguir mezclando. Incorporar finalmente, la harina, la pizca de sal y el polvo de hornear tamizados. Mezclar hasta que se integren.
5. En una sartén idealmente de hierro fundido, colocar una cantidad generosa de azúcar, y calentar hasta que se derrita y tome un color ámbar. Añadir una buena cantidad de manteca, ajustando según el tamaño de la sartén, siempre revolviendo hasta lograr un caramelo suave. Colocar las rodajas de naranja sobre el caramelo, formando una flor u otro patrón decorativo.
6. Verter la masa sobre las rodajas de naranja teniendo cuidado de no desordenarlas. Hornear durante 20 o 30 minutos, o hasta insertar un palillo y que salga limpio.
7. Dejar enfriar. Desmoldar con cuidado de modo que las naranjas queden hacia arriba. Decorar con tiras de naranja caramelizadas. Servir con crema.