Una historia que comenzó con mucha satisfacción para el argentino Thiago Tirante (22 años) terminó teniendo un final feliz para el italiano Gianluca Mager (29), su contendiente, que sonrió al final del día este domingo en la final del Punta del Este Open.

Lo que empezó como una orquesta de aplausos para uno y otro lado tímidamente fue acercando a más personas -que al cierre del primer set habían colmado las gradas de la pequeña cancha principal del Cantegril Country Club- y se convirtió en un partís de hombres y mujeres apoyando a un joven desconcertado tenista nacido en la Plata, del otro lado de la vecina orilla.

Un muy ajustado primer set cerró 7-6 (7-5) en favor del jugador albiceleste, quien minutos antes, en el 5-5 iguales, había tenido un cruce con el árbitro que elevó la temperatura de los presentes. El europeo cantó mala una bola varios segundos después de haber respondido fallando su derecha, el juez le dio la razón y de inmediato su rival reaccionó diciendo que habían pasado "mínimo 10 segundos" entre que pegó y fue a mirar el pique. El argentino estaba en lo cierto, pero no hubo cambio de decisión.

Después, el partido tomó un giro inesperado. Un fotógrafo se comenzó a insultar con el equipo de Tirante, que lo acusaba de taparles la visión durante un punto. A este poco le importó: respondió con un insulto y se quedó parado contra la cancha en busca del mejor ángulo de ambos jugadores.

Por si fuera poco, en cancha, las cosas comenzaron a volverse cuesta arriba para el platense, que perdió su saque en el inicio del segundo set y se encaprichó con su entrenador.

— Callate la boca
— No, no me callo nada. Hacé lo que tenés que hacer.
— ¿Qué querés que haga? Me está matando a palo.

El público aplaudía y arengaba por Tirante, que hizo caso omiso al pedido de que moviera las piernas y acusó de recibo una molestia. En esa sintonía, errático y apagado mentalmente, dejó caer el tercer por la borda y casi no le hizo pelea al italiano Mager, que mantuvo su semblante serio y disimuló estar extenuado tanto y cuanto pudo.

Finalmente, el europeo se impuso en la final y se quedó con el título de la primera edición del Punta del Este Open al ganar 6-7 (5-7), 6-2 y 6-0. Posó para las cámaras junto al secretario de Deportes, Sebastián Bauzá, y el intendente de Maldonado, Enrique Antía.

Varias fotos y autógrafos después, llegó al hall del club, se sentó en uno de los sillones y, exhausto, quedó sentado para hacer videollamada con su pareja y celebrar la victoria a la distancia.