El dirigente fue reelecto nuevamente en FINA.
"Viva la democracia”, gritó una señora en la sala lindera al salón donde se estaba llevando a cabo el Congreso de la Federación Internacional de Natación (FINA), en el que el Dr. Julio César Maglione fue reelecto por tercera vez consecutiva en un hecho histórico para un dirigente uruguayo.
Esa mujer era la esposa de Paolo Barelli, el contrincante de Maglione en las elecciones que el uruguayo ganó al italiano con una votación de 258 a 77, con la presencia de 176 federaciones (tenían doble voto) de las 208 afiliadas a la FINA.
Ese fue el grito de cierre para una jornada que comenzó reñida y complicada. Barelli, previo al comienzo del Congreso, pidió hacer uso de la palabra y en la mesa donde estaba ubicado Maglione junto al Director General de la FINA, Carnel Marculescu, no lo escucharon y allí el italiano gritó: “¡Esto no es una democracia!”. Ese acto generó la reacción de Maglione quien, enojado y en un claro español, expresó: “No te vi y pido disculpas, pero esto es una democracia y todos tienen la palabra”.
Ese desenlace fue clave para el futuro de una jornada que comenzó a la hora 9:00 de Budapest y que se extendió hasta pasadas las 15:30. Ahí el uruguayo comenzó a ganar las elecciones mostrando toda su experiencia política y su oficio al frente de un organismo tan importante como la FINA.
Luego de varias instancias como aprobación de Memoria y Balance, aceptación de los cambios en los reglamentos, los códigos de ética y demás, llegó el momento más esperado: las elecciones presidenciales. De los 208 países afiliados a la FINA, a Budapest asistieron 176 y cada federación podía hacer uso del doble voto. El uruguayo ganó con 258 adhesiones, superando ampliamente las 77 del italiano.
Además, se confirmó en el cargo de vicepresidente al kuwaití Husain Al Musallam, quien había sido acusado de un supuesto caso de corrupción en la FINA. Los otros vicepresidentes del organismo son Barelli, Dale Neuburger (Estados Unidos) y Dennis Miller (Fiji). El cargo de segundo vice será ocupado por Sam Ramsamy (Sudáfrica), lo que marcó una clara derrota de Europa, continente que perdió peso en la cúpula dirigencial de la FINA.
NATACIÓNENRIQUE ARRILLAGA (Enviado)