Redacción El País
Dos días después de la victoria de París Saint Germain sobre Inter en la final de la Champions League, Ousmane Dembélé cumplió con su promesa de llevar el trofeo al torneo de tenis, tal como lo había anunciado durante el sorteo de Roland Garros, del que participó.

El extremo del PSG ingresó al Court Philippe-Chatrier con la copa, exhibiéndola en un pequeño estrado, mientras el público todavía celebraba la sorpresiva eliminación de la número 3 del mundo, Jessica Pegula, a manos de la francesa Lois Boisson, 361 del ranking.

Elegido mejor jugador de la final de la UCL el pasado sábado en Munich, Dembélé se incorporará este martes a la selección francesa para preparar la semifinal de la Nations League contra España, que se disputará el jueves en Stuttgart a las 16:00 de Uruguay.

La "Orejona" fue posteriormente colocada en la tribuna presidencial, donde se encontraba el presidente del PSG, Nasser Al-Khelaifi, ex tenista profesional y actual presidente de la federación catarí.

Al-Khelaifi, quien ha sido un impulsor clave del proyecto deportivo del PSG, presenció cómo el trofeo se convertía en el centro de atención en uno de los templos del tenis mundial. La presencia de Dembélé y el trofeo en Roland Garros no solo fue un gesto simbólico, sino también un recordatorio del impacto del fútbol en el deporte francés. Mientras el tenis vive su gran momento en el Grand Slam parisino, el fútbol no se queda atrás, y la "Orejona" brilló con luz propia en un escenario donde usualmente reinan las raquetas uniendo así a dos de los deportes principales en Francia.