Es una máquina: Scottie Scheffler se coronó campeón del Open Championship en un field plagado de estrellas

Que el mundo del golf es dominado por Scottie Scheffler no es novedad. El norteamericano de 29 años ya lleva 24 meses al tope de todos los rankings y su apetito ganador parece no saciarse. Su rendimiento mejora y sus números comparados con tal vez el mejor jugador de todos los tiempos -Tiger Woods- lo ponen en una categoría para los genios.

Scottie vapuleó a un field plagado de estrellas en la edición 153 del Open Championship que se disputó en una de las mejores canchas del planeta, Royal Portrush en Irlanda del Norte que fue la sede de esta gran edición.

Scheffler inició dentro del top 10 al cabo de la primera ronda con tres golpes bajo el par. El segundo día tuvo la fortuna necesaria y salió a disputar la ronda en el turno de la mañana que presentó condiciones más favorables que a la tarde y con una ronda de siete bajo el par tomó el liderato y nunca más lo entregó. Su fin de semana fue igual de espectacular y sabido es que cuando Scottie se siente cómodo sobre el green difícilmente alguien pueda ganarle.

Durante las dos rondas finales Scottie mantuvo el pie en el acelerador y fue arrollador al punto tal que hasta el hoyo 10 del domingo llevaba más de 30 hoyos sin cometer ni un solo bogey, algo que en links golf es prácticamente imposible. El pelotón de escoltas era liderado por el chino Haotong Li, una joven promesa asiática que estaba desplegando un gran nivel de juego y compartió la ronda final con Scheffler. Rory McIIroy fue otro de los que por un momento del sábado amagó con subirse a la pelea, pero el ritmo de juego demostrado por Scottie no le permitió acercarse al líder.

Con esta victoria el golfista estadounidense sumó su cuarto campeonato major en su carrera. Y estos son: dos Masters, un PGA Championship y ahora un Open Championship, que lo ponen en las puertas de un Grand Slam, algo que hoy en día parecería obvio que pueda conseguir.

En 2026, el domingo en el cual finalizaría el US Open, sería su cumpleaños número 30 y que mejor regalo que completar el Grand Slam, pero el golf es un deporte muy impredecible. Quién iba a decir que Rory McIIroy demoraría 11 años en volver a ganar un campeonato grande o que Tiger Woods pasaría 11 sin hacerlo, cuando ambos estaban al tope de su rendimiento. Lo que sí parece diferenciar a Scheffler del resto, es su enfoque al juego.

Con esta victoria Scottie aumenta aún más su ventaja en el ranking mundial y se distancia de Rory. Adicionalmente, se aseguró su lugar en la Ryder Cup que se disputará en Estados Unidos en setiembre y será la bandera del equipo norteamericano.