Publicidad

Sánchez Padilla quiere ver a Fénix campeón: "sería sensacional que tuviera éxito"

Compartir esta noticia
Julio Sánchez Padilla. Foto: Leonardo Mainé.

ENTREVISTA DE DOMINGO

El periodista analiza el fútbol de hoy, a los clubes grandes y se confiesa "simpatizante" del equipo de Capurro.

Se define como “retirado-retirado”, pero sigue el fútbol como siempre. No extraña Estadio Uno, ni tampoco golpea la mesa como cuando los debates en su programa se ponían calientes, pero al hablar cierra los ojos, gesticula, hace pausas para añadir dramatismo, como lo hizo ante la cámara de televisión durante décadas.

En la barbacoa de su casa, que fue su escenario televisivo durante años y desde siempre fue su museo, con las paredes repletas de recuerdos de cada viaje, fotos de su trayectoria, reconocimientos recibidos, colecciones, Julio Sánchez Padilla habló del Fénix de Carrasco, del presente de los clubes grandes y la Selección, de las elecciones de la Asociación Uruguaya de Fútbol. Después, se puso a evocar grandes momentos. Juez de básquet olímpico en Roma y Tokio, destacado empresario, periodista distinguido en el Libro Guinness, testigo de varias copas del Mundo, recordó también la forma tan curiosa en que se enteró del triunfo uruguayo en Maracaná.

Estoy de vacaciones definitivas. Y son espectaculares. A veces me pongo un poco impaciente por hacer algo, pero no extraño Estadio Uno. Este es un momento muy especial del fútbol, ideal para estar en el medio de la conversación y dar nuestra opinión, pero eso ya pasó. No siento nada especial los lunes de noche. Me he olvidado ya de todo eso. Pero sigo atento al fútbol, a sus partidos, sus noticias, a muerte.

El comienzo de Nacional este año, con tan malos resultados, me sorprendió, como pienso que sorprendió a todos. Ahora parece que vuelve a la senda. Dicen que Álvaro Gutiérrez es un técnico defensivo. No es defensivo, le da mucha importancia a la defensa que es otra cosa. Si alguien defensivo gana por 6 a 0, como el otro día a River, ¡la pucha!

Estoy contento por la campaña de Fénix por Juan Ramón Carrasco. Sería sensacional que tuviera éxito en este campeonato. Me va a encantar. No soy hincha de Carrasco, soy simpatizante. Me gusta cómo juegan sus equipos. En la Selección él erró el camino, pensó que era un cuadro como cualquiera y es algo totalmente diferente.

Ese trabajo de Selección lo hace muy bien Óscar Tabárez. Tengo un profundísimo respeto por la forma en que está desarrollando su trabajo. En especial, esa vinculación entre la Selección mayor y las sub 20, sub 17 y todos los demás equipos juveniles. Llegó a ocurrir que hubiera cuatro selecciones uruguayas, de diferentes edades, jugando por el mundo al mismo tiempo. ¡Es increíble! Es cierto, tenemos a los dos grandes, Suárez y Cavani, en el equipo, pero Tabárez hace que no todo dependa de ellos. Puede ser que no juegue lindo como el Barcelona, pero juega de una forma completa, con ganas, con entusiasmo.

Me encanta esta renovación que está haciendo Peñarol. Muestra juveniles muy interesantes, como Brian Rodríguez. Este Peñarol de Memo López no es brillante, pero enfrentarlo no debe ser fácil para cualquier equipo. En Maracaná jugó muy bien, de principio a fin, y ganó netamente.

En el fútbol uruguayo están surgiendo jugadores siempre. Que en un país de tres millones y media de habitantes aparezcan cada año figuras descollantes es un milagro. Me siento orgulloso de lo que es Uruguay. También que figuremos sextos en el ranking mundial. No es poca cosa cuando hay más de 200 países afiliados a la FIFA.

Vi con mucho dolor la intervención de la FIFA a la AUF, porque por su historia y tradición no merecía eso. Pero sirvió de mucho. El nuevo sistema de organización permitió que se eligiera a un presidente con respaldo de todos los sectores, y eso es algo único en la historia del fútbol uruguayo. Está bien que todos los grupos de interés tengan presencia en la conducción del fútbol, para que los temas se resuelvan sin necesidad de conflictos.

La elección de Ignacio Alonso como presidente es lo que merecía el fútbol uruguayo, para que sea cada vez más independiente de quienes son los dueños del fútbol. Y eso no es fácil. Pienso que Alonso va a ser un gran presidente. Nunca lo he tratado, pero me da la impresión de que es alguien serio e informado, que ya trabajó bien. Le toca el tercer cargo más importante del Uruguay. El primero es el del presidente de la República. El segundo, el vicepresidente o el ministro de Economía. Y el tercero es el presidente de la AUF.

Me parece bien que los jugadores se organicen y piensen en sus problemas. Pero los dirigentes son dirigentes y los jugadores son jugadores. Los dirigentes tienen que pensar en todos: en sus clubes, en el resto de los clubes, en los jugadores, los campeonatos… Por supuesto que hubo y hay dirigentes que llegan a cargos importantes sin merecerlo, pero ellos son los que tienen que dirigir la AUF.

El básquetbol no lo seguí más desde que impusieron el triple arbitraje. Cuando yo empecé arbitraba solo, en canchas de tosca. Hice fuerza para establecer el doble arbitraje. Una vez me ofrecieron ser juez de fútbol. Fue aquel dirigente de tan larga trayectoria, don Américo Gil. Me dio la seguridad de que en tres meses me llevarían a la primera categoría. Le agradecí y le dije que no, porque prefería ser cabeza de ratón y no cola de león.

Entrevista con Julio Sánchez Padilla. Foto: Leonardo Mainé.
Entrevista con Julio Sánchez Padilla. Foto: Leonardo Mainé.

Cuando arbitraba solo, una vez tuve un lío descomunal en la cancha de Las Bóvedas, contra Universitario. El partido fue muy difícil, cobré varios técnicos, algunos a una hinchada que estaba a 50 metros, en los balcones de los prostíbulos que había enfrente. Cuando entré al vestuario, recibí un puñetazo que me hizo volar. Tomé una botella y se la rompí en el hombro. El golpe me lo dio ‘Peta’, un estibador del puerto, un tipo muy calentón pero excepcional. Tan excepcional era que le retiré la denuncia para que no lo llevaran preso, aunque a algunos no les gustó que hiciera eso. Tres fechas más tarde me tocó arbitrar un partido que creía fácil en Defensores de Maroñas. El presidente del club era el comisario de la zona, por eso estaban todas las garantías. Pero como Defensores de Maroñas iba perdiendo y yo era inflexible, se produjo un tumulto. Y cuando me di vuelta, era el mismo ‘Peta’ de Las Bóvedas, defendiéndome a los puños contra los hinchas que me gritaban...

Oscar Moglia fue el mejor jugador de básquet que vi. Fue un monstruo, no hubo ninguno igual. En cambio me cuesta elegir el mejor futbolista. Hubo muchos. El mejor equipo, el Real Madrid de la época de Di Stéfano. ¿El mejor juez de básquet? ¡Sánchez Padilla! (se ríe). Miguel Rossini fue un grande. Entre los jueces de fútbol, Esteban Marino.

Maracaná es único e irrepetible. Nunca se van a dar de nuevo los cientos de detalles que hicieron de ese triunfo algo increíble. Y le voy a contar cómo lo viví. Estaba con mi madre en el teatro 18 de Julio, viendo la obra de Paquito Busto. Vivíamos entonces en Canelones y yo, que era un chiquilín, la acompañé al teatro aquel domingo. Paquito, que no estaba en escena en ese momento, se apareció de golpe vestido con la camiseta uruguaya y dijo: “¡Somos campeones del mundo!” Y ahí se terminó la función. Nos fuimos todos a festejar a 18. Parece mentira, pero me acuerdo clarito todo lo vivido ese día.

De todo, hasta un récord mundial.

Sánchez Padilla hizo de todo: periodista, juez de básquetbol, empresario, presidente de la Cámara del Transporte del Uruguay, dirigente político, diputado, presidente de la comisión de Fomento de Costa Azul... Pero la identificación más plena se registra como el hombre de Estadio Uno, el programa récord mundial con un único conductor, con 47 años en la pantalla.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad