“Falta de pruebas”. Fue el fundamento para liberar a los 104 hinchas de la Universidad de Chile que habían sido detenidos en la cancha de Independiente la noche de la barbarie, cuando tras los graves incidentes, que terminaron con dos personas heridas de gravedad, se debió suspender el partido por los octavos de final de laCopa Sudamericana.
🚨 Barbarie en Independiente: liberaron a más de 100 hinchas chilenos que estaban detenidos luego de que relevaran las cámaras del estadio e identificaran a quienes empezaron los disturbios
— C5N (@C5N) August 22, 2025
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Así lo informaron a La Nación fuentes de la investigación, a cargo del fiscal de Avellaneda Mariano Zitto. El comisario inspector Javier Bibiano, jefe de la Estación de Policía Departamental de Avellaneda, fue quien recibió el oficio judicial para liberar a los hinchas chilenos. En cambio, dos hinchas de Independiente que habían sido detenidos afuera del estadio fueron procesados y continuarán presos.
¿Hubo una “zona liberada”?
Los individuos de iniciales S. F. E. L. y A L. M. L. fueron acusados de robo calificado por su comisión en poblado y banda, en marco de un espectáculo deportivo y por la participación de un menor, informaron fuentes judiciales.
La investigación del fiscal Zitto continúa para intentar determinar si hubo una “zona liberada” para que integrantes de la barra brava de Independiente irrumpieran en la tribuna donde estaban los hinchas de la U.
Los voceros consultados explicaron que por disposición del fiscal Zitto fueron clausuradas las tribunas donde ocurrieron los hechos de violencia que pudieron haber terminado en una tragedia.
La Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide), había informado que el operativo de seguridad para el partido que terminó en escándalo contemplaba la participación de 650 efectivos de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, 150 agentes de seguridad privada, 330 trabajadores de la Unión Trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles (Utedyc), siete ambulancias—dos en el campo de juego y cinco para emergencias generales—, quince grupos de socorristas y una comisaría móvil en el estadio.
Fuentes de la investigación informaron a LA NACION los entretelones del acceso de hinchas chilenos en la cancha de Independiente: “Por determinación del club local, con acuerdo del club visitante y la Conmebol, el público visitante fue ubicado en la popular denominada Sur Alta, con un aforo aproximado de 2600 simpatizantes. Al momento de su ingreso fueron cacheados por personal policial en los accesos de calles Milito y Bochini, constatándose que no ingresaron elementos prohibidos. Promediando las 21.25, antes del inicio del encuentro, se visualizó, desde las cámaras instaladas en el estadio, a un grupo de hinchas de la Universidad de Chile incinerando una butaca plástica, hecho que se extinguió naturalmente a los pocos minutos”.
Y agregaron: “Se observó que estos simpatizantes arrojaban en todo momento diversos objetos hacia la tribuna Sur Baja. Posteriormente, alrededor de las 22.05, habiendo transcurrido 34 minutos del primer tiempo y con el marcador 1-1, simpatizantes de la parcialidad visitante comenzaron a ocasionar destrozos en los baños e instalaciones de la tribuna y a arrojar elementos contundentes desde la bandeja superior hacia los sectores inferiores, ocupados por simpatizantes locales”.
Siempre según la versión oficial: “Integrantes de la parcialidad local [que serían integrantes de una de las dos facciones en la que está divida la barra brava de Independiente] descendieron hacia el portón divisorio, motivando el refuerzo del personal policial en el pulmón que separa los ingresos de ambas parcialidades. Los hinchas locales lograron romper dos cristales del micro de los jugadores de la parcialidad visitante. En simultáneo, hinchas de Independiente, desde la popular Norte, comenzaron a desplazarse hacia la popular Sur por el sector de estacionamiento, razón por la cual se reforzó con la Infantería el portón 17, el pulmón interno y el vallado fenólico de la platea Bochini, con el fin de evitar el cruce directo entre facciones. Pese a estos refuerzos, los simpatizantes visitantes continuaron arrojando objetos hacia los hinchas locales, personal policial y seguridad privada”.
Según fuentes del Ministerio de Seguridad bonaerense, “ante la gravedad de los hechos, se realizó una reunión de urgencia con representantes de Conmbebol, dirigentes de ambos clubes y responsables de seguridad. En dicha reunión, tanto lo representantes policiales como de la Aprevide insistieron en reiteradas oportunidades en la necesidad de suspender inmediatamente el partidos para resguardar la integridad de los presentes. No obstante, los representantes de Conmebol se negaron a adoptar tal medida, solicitando que personal policial ingresara a la tribuna Sur Alta para desalojar a la parcialidad visitante y luego continuar el encuentro, lo cual fue rechazado por esta el jefe del operativo y la Aprevide por entender de que dicho accionar hubiera agravado considerablemente la situación, momentos en que algunos hinchas locales logran ingresar en la tribuna Sur Alta generándose enfrentamientos entre ambas facciones”.
Con información de La Nación / GDA.