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Peñarol coronó este año un estilo de juego

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Peñarol campeón
Peñarol vs Plaza Colonia, 1-1, alargue y definicion por penales, 8-7, partido de futbol por final Campeonato Uruguayo, en Est. Centenario, Montevideo, foto Marcelo Bonjour, Archivo El Pais, nd 20211207, Peñarol campeon Campeonato Uruguayo, jugadores de Peñarol festejando, festejo con la copa, Rodriguez, Gargano, Canobbio, Trindade
Marcelo Bonjour

LOS HECHOS DE 2021

Con pocos días de diferencia se quedó con el Torneo Clausura y con el Campeonato Uruguayo

Peñarol cerró 2021 festejando, con el título del Torneo Clausura el sábado 4 de diciembre y el del Campeonato Uruguayo el martes 7. En ese corto lapso, que se puede medir en horas, el aurinegro descargó los gritos acumulados durante un año de emociones cambiantes.

Como para recordar siempre que en el eterno duelo de los clubes grandes el éxito de uno es el fracaso del otro, el 2021 comenzó tricolor y después cambió drásticamente para pintarse de amarillo y negro.

En el caso de Peñarol, sin embargo, durante los malos momentos del Uruguayo 2020, mientras se alejaba la posibilidad de pelear el título e incluso de jugar la Copa Libertadores, ya se estaba trabajando para el actual momento de triunfo.

La contratación de Mauricio Larriera como técnico hace un año fue una apuesta de Pablo Bengoechea respaldada por la directiva del club. Una apuesta arriesgada, según lo reconoció el propio técnico después de celebrar el campeonato. Los resultados no fueron inmediatos y eso puso interrogantes pero el respaldo se mantuvo.

Peñarol venía de una mediocre campaña durante 2020, cuarto en el Apertura y tercero en su serie del Intermedio. En el Clausura, ya en los primeros meses de 2021 y con Larriera al frente, quedó segundo de Liverpool. Y la tabla anual lo mostró tercero, a cuatro puntos de Nacional. Como a esa altura solo le servía ser "Uruguay 2" quedó fuera de la Libertadores.

Lo que vino a continuación arrojó en cambio un saldo positivo: fue campeón uruguayo, llegó a la semifinal de la Copa Sudamericana y el equipo mostró una fisonomía reconocible. Esto último no suele importarle a los hinchas, que quieren triunfos sin pensar demasiado en los métodos, aunque no es poco en un fútbol donde a veces es difícil describir a qué juegan algunos equipos.

En ese sistema alcanzó gran importancia un veterano, Walter Gargano, pero tuvo una decisiva presencia de jóvenes en el ataque: Facundo Torres, Agustín Álvarez Martínez y Agustín Canobbio.  

Un aspecto poco comentado fueron los buenos números defensivos del equipo, que recibió 21 goles en los 30 encuentros del torneo. También fue consecuencia de un planteamiento audaz, que buscó pelear la pelota y neutralizar las ofensivas rivales lejos del arco de Kevin Dawson.

LA CAMPAÑA. El Apertura se le fue a Peñarol entre un montón de empates: tuvo siete, tantos como sus triunfos. Hubo partidos que no supo cerrar y otros que no supo abrir, más allá de su vocación ofensiva. Puede añadirse aquí el tema de los errores arbitrales, aunque calcular puntos perdidos en base a penales no sancionados es especular demasiado.

Después vino la Copa Sudamericana: es claro que la buena actuación en el torneo continental lo potenció en lo local.

El Clausura lo tuvo como nítido protagonista y en cierto momento se convirtió en el gran favorito para conseguir el título, lo que se reflejó hasta en la actitud de sus rivales, que comenzaron a enfrentarlo con preocupaciones defensivas dobles.

Sin embargo, la consagración se demoró en una larga serie de empates que tuvieron dramatismo y polémicas. Lo ocurrido entonces muestra todo lo impredecible que es el fútbol: frente a River, Cerro Largo y Progreso las muchas posibilidades de convertir aurinegras se frustraron en grandes atajadas del arquero adversario, en los palos, en rebotes o pelotas que pasaron a centímetros. Y el triunfo sobre Sud América se logró con dos particulares remates de Jesús Trindade separados apenas por dos minutos: uno que rebotó por el camino en un defensa y el otro casi desde la mitad de la cancha.

Incluso la definición con Plaza Colonia tuvo ese tono de jugar, merecer y no concretar, por lo cual se llegó a los penales, que además se prolongaron más allá de los cinco iniciales, con la consiguiente incertidumbre.

En términos boxísticos, el aurinegro ganó por puntos la mayor parte de los partidos con fallos unánimes del jurado, pero le costó noquear a los rivales que se refugiaron en las cuerdas. Los que lo quisieron pelear, como Wanderers o Torque en el Clausura, recibieron varios goles.

Un balance adicional de los dos últimos Campeonatos Uruguayos: como ocurrió con Nacional la temporada anterior, Peñarol fue campeón dejando muchos puntos, en este caso debido a los repetidos empates. Aunque al final los títulos quedaron en manos de los clubes grandes, esa relativa paridad con los equipos menores responde a varias razones, desde culpas propias de tricolores y aurinegros hasta el hecho de que por la pandemia se jugó mucho tiempo sin público, dejando afuera a las dos mayores hinchadas, que también influyen.

PLAZA COLONIA

Fue protagonista durante toda la temporada

Plaza Colonia hizo una gran campaña para quedarse con el Torneo Apertura, con siete puntos de ventaja sobre Nacional y ocho sobre Peñarol. Para el Clausura perdió a varias figuras de su plantel, pero peleó el título hasta cerca del final.
Disputó la semifinal del Uruguayo ante Peñarol, ganador del Clausura y la tabla anual. Y solo cedió en los penales, luego de un empate de 120 minutos. Fue un gran protagonista de la temporada.

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