Peñarol busca saldar su "deuda" en la Supercopa Uruguaya ante Nacional y tuvo dos lecciones clásicas

No lo dudó ni un segundo y eligió la sinceridad con sus hinchas. “Estamos en deuda, es una racha negativa para revertir”, dijo Diego Aguirre , entrenador de Peñarol, en zona mixta una vez consumada la derrota 3-1 frente a Nacional en el primer clásico del 2025.

El Carbonero, que mantuvo casi toda la columna vertebral del vigente campeón uruguayo y semifinalista de la Copa Libertadores 2024, propuso un esquema de juego conocido con un 1-4-2-3-1 que ya le dio resultados. Pero esta vez no logró el objetivo y en la interna del club ya hicieron el mea culpa.

Por séptima vez al hilo entre amistosos y juegos oficiales, no lograron vencer a su tradicional rival. Desde aquel último cruce de 2023, vinieron cinco clásicos en 2024 y el del pasado lunes.

El aurinegro busca tomarse revancha y tiene un nuevo cruce a la vuelta de la esquina. Será el domingo 26 de enero a las 20:30 horas en el Estadio Centenario y con la Supercopa Uruguaya en juego.

Los dos tienen las cartas a la vista después de un cruce tan reciente, pero lo cierto es que ahora disputarán el primer título oficial del año. ¿Cuáles son los recaudos que deberá tomar Peñarol en función de la última caída?

Durante la primera parte el equipo se mostró sólido en defensa con dos laterales más enfocados en contener las arremetidas ofensivas del rival que en proyectarse. Después de concretar el 1-0 por intermedio de Eduardo Darias, el tricolor tuvo situaciones para convertirle, y lo hizo en el tramo final de la primera parte: Lucas Morales se proyectó por derecha, Nicolás “Ojito” Rodríguez recibió en soledad en las puertas del área y remató de primera para colocar el 1-1 parcial.

En esa situación puntual de juego, quedó en evidencia uno de los aspectos a corregir del equipo de Aguirre. Con Eduardo Darias cumpliendo un rol ofensivo determinante, Rodrigo Pérez también quedó demasiado adelantado en el campo y el Ojito se les filtró a la espalda de ambos.

El Carbonero sintió la ausencia de Damián García, volante central que fue pieza clave en la temporada 2024 y uno de los que más minutos sumó. El motivo de que no integrara la convocatoria tiene que ver con que está “avanzada” su salida al fútbol árabe, concretamente al Al-Shabab.

“Si eso sigue así esta semana, muy probablemente no será tenido en cuenta para el domingo”, le dijeron fuentes aurinegras a Ovación.

La posibilidad de poblar la mitad con algún otro hombre no se podría descartar en Peñarol, que ante el golpe sufrido por Darias le dio ingreso a Nacho Sosa y tiempo antes a Lucas Hernández.

Aunque este último ofició de lateral, su versatilidad lo convierte en un posible candidato a ocupar la mitad si la ocasión lo amerita.

Otro de los puntos débiles de Peñarol fue la forma en la que se desbalanceó el equipo cuando todo estaba igualado. Quizá fuera por ansiedad o quizá por otro motivo, pero se adelantó varios metros y colocó un esquema 1-4-1-3-2 que dejó muy desprotegido el mediocampo -solo con Rodrigo Pérez en el eje - y favoreció el plan ideado por Martín Lasarte, que con extremos rápidos y transiciones simples terminó lastimando a su rival.