EN EMIRATOS ÁRABES UNIDOS
Pese a que el Verdao hizo un gran partido y forzó el alargue, el elenco londinense se quedó con el triunfo y el título de campeón del mundo.
Primer tiempo
En un primer tiempo parejo, Palmeiras y Chelsea igualan sin goles en la final del Mundial de Clubes.
El equipo inglés quiso tomar la iniciativa en los primeros minutos, pero Palmeiras aguantó bien replegado, salió ileso y se fue acomodando en el encuentro con el correr de los minutos.
De hecho el conjunto brasileño tuvo dos opciones claras como para abrir el marcador en los pies de Dudu. Primero con un remate de afuera del área que salió por encima del horizontal y luego con un disparo a colocar al segundo palo que se abrió demasiado.
Segundo tiempo
En el complemento, Chelsea salió con todo y rápidamente encontró la ventaja. A los 55' Hudson-Odoi llegó hasta al fondo por el sector izquierdo y puso la pelota en el corazón del área. Allí apareció Lukaku, ganándole en el salto a dos jugadores del Palmeiras (uno de ellos Piquerez) para conectar de cabeza y decretar el 1-0.
Sin embargo, la ventaja duró muy poco para el conjunto inglés porque a los 63' Raphael Veiga puso el empate a través de un penal que el árbitro sancionó a instancias del VAR por una mano dentro del área.
Con el paso de los minutos el cansancio pasó factura y también lo hizo el hecho de las variantes que realizaron los entrenadores que llevaron a que el juego perdiera algo de ritmo.
Tras el empate, Palmeiras se animó a ir en busca del segundo, pero a medida que el juego avanzó se retrasó, le cedió la pelota al Chelsea, pero el elenco londinense no supo cómo entrarle a la defensa y tampoco volver a vencer al arquero Weverton.
Alargue
En los primeros 15 minutos del tiempo suplementario la tónica fue la misma que en el cierre del encuentro. Chelsea se hizo dueño de la pelota y Palmeiras esperó refugiado sobre su área con la intención de cerrar los caminos.
Lo consiguió y así se fue la primera parte sin goles, pero con los de Thomas Tuchel dominando la posesión y esperando el error del conjunto norteño para adelantarse en el marcador.
Y tanto se adueñó de la pelota Chelsea que encontró una posibilidad de ponerse en ventaja. Un remate que rebotó en la mano de Luan derivó en penal que sancionó el árbitro por intermedio del VAR y que Kai Havertz transformó en gol para el 2-1 del elenco londinense.
El gol fue un mazazo para los de Abel Ferreira que no pudieron reaccionar. El juego se hizo muy cortado en los minutos finales y como si eso fuera poco el Verdao terminó con 10 por la expulsión de Luan.
Chelsea se quedó con el título y es el nuevo campeón del mundo. El trofeo sigue en manos de los equipos europeos y Sudamérica deberá seguir esperando por una consagración que se le niega desde 2012.