Sábado a la noche y Diego Monarriz estaba en su casa por mirar fútbol uruguayo a través de una aplicación. Una sana costumbre para él. Sin embargo, sintió la puerta y era su hijo, Tomás, que llegaba con su novia uruguaya. Al rato se levantó y el técnico le dijo a su nuera algo que, hasta el día de hoy, lo tiene asombrado: “En algún momento voy a dirigir en tu país”. Por cuestiones del destino se cumplió esa premisa del entrenador argentino al hacerse cargo de Juventud de Las Piedras en la B.
Monarriz (56) tiene una larga trayectoria como formador de juveniles en el fútbol argentino. “Trabajé en San Lorenzo, Vélez Sarsfield y River Plate, tres de las mejores canteras de Argentina”, le reconoció el técnico a Ovación.
Contó con dos interinatos en San Lorenzo y en una oportunidad fue el director técnico principal del Ciclón. También trabajó como asistente técnico de Eduardo Coudet en Rosario Central, Tijuana y Atlético Mineiro en 2023.
Después de dejar el fútbol brasileño recibió una propuesta inesperada: la de Juventud. El conjunto pedrense lo llamó para dirigir los últimos seis encuentros de la fase regular en busca de uno de los tres ascensos a Primera División.
Monarriz, con una gran verborragia, aseguró que ese llamado “por parte de gente conocida”, lo convenció por un aspecto: “Volver al amateurismo de antes”.
Además, ahondó: “En Argentina un juvenil patea un tiro de esquina y el representante le compra un Audi. En Uruguay puede darse que alguno se ‘coma la película’ porque le dicen una o tal cosa, pero acá es más precario y eso me gustó para olvidarme de los hoteles cinco estrellas y las figuras del Atlético Mineiro. Es lindo volver a las bases”.
“Es lindo que te den un bife y me gusta ese amateurismo porque a un equipo uruguayo lo tenés que matar para poder ganarle. El uruguayo es muy fuerte de la cabeza”, detalló.
La adaptación al fútbol uruguayo
El pasado 12 de noviembre Juventud igualó 1-1 ante Uruguay Montevideo en el Parque Capurro y se quedó con el tercer ascenso. Monarriz cumplió con el objetivo, pero recordó que no fue un camino sencillo, ya que debió cambiar sus ideales futbolístico. “Te tenés que adaptar a la gente, al fútbol y al país”, dijo.
“Los futbolistas son más importantes que los sistemas y adaptarlos es muy difícil. Por más que hayan algunos extranjeros en los planteles, la mayoría son jugadores nacionales que tienen una idiosincracia de vida creada en juveniles y que viven de esa manera” argumentó Monarriz.
“Vos agarrás un gurí de 20 años para que salga jugando desde el fondo, gambeteando y tenga conducción, pero nunca lo hizo en formativas, lo estoy poniendo en una situación en la que no va estar cómodo y para eso se precisa tiempo. Me encontré que tengo que adaptarme a un fútbol que era meter y meter, y uno quería jugar, pero con los rivales metiendo y yendo a la segunda pelota te podían ganar”, manifestó el entrenador argentino.
Monarriz inició su ciclo en Juventud con una buena victoria ante Atenas por 1-0. Luego de ese partido, el equipo pedrense acumuló una racha de cuatro derrotas en fila (tres por la B y una por la Copa AUF Uruguay). “Propuse un juego de mayor tenencia: tres defensores, dos laterales volantes y dos enganches. Eso me encantaba, pero uno tiene que adaptarse y se cambió a último tiempo para ir a los más simple que fue un 4-4-2. Ahí logramos el ascenso”, afirmó.
Ni el problema en el duelo decisivo con la gente del Celeste de Pueblo Victoria por el tercer ascenso a la Liga AUF Uruguaya lo privó de festejar. “Me dieron ‘cachiporra’”, contó.
“Voy a gritar el gol del empate y había un solo tipo en la tribuna de ese lado y no se lo hice a él. A mí no me asusta nada por todo lo que pasé en el fútbol: me han tirado bombas en la casa y quemado coches. No hay que subestimar a nadie, pero en Brasil y en México te venía a apretar un poco más que Pablo Escobar”, relató.
El 2025 en Primera División
Con el ascenso consumado, Diego Monarriz decidió quedarse en Juventud de Las Piedras para dirigir en la Liga AUF Uruguaya. El camino arrancó de la mejor forma: está invicto y se encuentra en la quinta posición con ocho puntos gracias a dos victorias y dos igualdades.
“Estamos con los pies sobre la tierra porque el cachetazo está en la vuelta de la esquina; hay que mantenerse con la guardia alta”, aseveró. A su vez, reiteró: “Donde te relajes te dan un bife y marchaste”.
Juventud, como varias instituciones del fútbol uruguayo, es una Sociedad Anónima Deportiva (SAD). El arribo de este modelo genera incertidumbre en Argentina y Monarriz dejó en claro que “si es para hacer crecer al club, bienvenido sea”. “El tema son los ‘garcas’ que desaparecen y dejan tirado al club”, añadió el argentino.
Enfocado en el armado del plantel para la temporada 2025, se refirió a uno de los pedidos que él hizo y gestionó: el de Sebastián Sosa (38).
El arquero no podía salir de Argentina por estar imputado como partícipe secundario en la causa por abuso sexual agravado. “Lo llamé porque lo tuve en Rosario Central; fue toda mía y el que me quiera matar, que me mate. Se la persona que traigo y hasta que la Justicia no se expida él puede trabajar y puedo dar, por ejemplo, 75 nombres de casos parecidos. Con esto no los estoy defendiendo, si cometieron un delito que marchen presos. Pero son situaciones delicadas y sé lo que es este ser humano por el que aposté. El club se interiorizó y le dio para adelante”, marcó el entrenador.
Muy cercano al jugador y con ideas muy presentes, Monarriz se ilusiona con dejar su marca en el fútbol uruguayo.
Cuando jugó en Sudáfrica, enfrentó al Milan de Maldini y Nelson Mandela le dio una medalla
Diego Monarriz surgió de San Lorenzo de Almagro como futbolista profesional. Aunque si se repasa su etapa como jugador hay un punto que llama la atención y fue cuando tomó la resolución de irse a un fútbol exótico para estas latitudes del mundo: el de Sudáfrica.
“Fue otro momento de mi vida”, comenzó a recordar el argentino, que cuando usaba los botines y se ponía los cortos lo hacía como un clásico número 10.
“Estaba en San Lorenzo y todo surgió por un préstamo que nos dieron a tres futbolistas y ahí decidí irme a Sudáfrica”, dijo. Finalmente, el nacido en Buenos Aires pasó a formar parte del Orlando Pirates de Soweto.
Esa experiencia inusual fue muy atesorada por el argentino debido a dos grandes motivos: le permitió jugar contra el Milan de Italia de Paolo Maldini y conocer a una de las personas más influyentes en la historia de Sudáfrica, Nelson Mandela.
En esa oportunidad, enfrentó a uno de los mejores equipos de ese entonces en el mundo futbolístico, aunque lo mejor de todo, según él, ocurrió en el final. “Mandela nos dio una medalla a todos los jugadores y eso fue antes del apartheid en 1993 y de que él fuera presidente de Sudáfrica”, explicó muy emocionado. El apartheid fue un sistema de segregación y opresión racial en ese país de África.
Mandela fue un abogado, que luchó contra el apartheid, político y filántropo sudafricano que presidió a su país desde 1994 a 1999. Se trató del primer presidente de raza negra y el primero en ser elegido por una elección en Sudáfrica.
“A veces pienso que la vida me metió en lugares increíbles y de no haber sido por el fútbol no los habría pasado”, apuntó.
La devoción que tiene por Leo Fernández
La actualidad de Leonardo Fernández no es buena y genera muchas críticas. El 10 de Peñarol lleva disputados cuatro partidos en el Torneo Apertura: no marcó un gol y falló un penal ante River Plate en la pasada jornada.
Lejos de pegarle, Monarriz saltó a defenderlo. “A mi me encanta el zurdo ese”, manifestó el DT argentino.
Al momento de hablar de la inversión de los casi siete millones de dólares que hizo Peñarol por el 80% del pase de Fernández, Monarriz no quiso tocar el tema económico. Sin embargo, esgrimió lo siguiente: “El futbolista tuvo una temporada extraordinaria y va a arrancar con esos bombazos y pases que me vuelven loco; me encantaría tenerlo en mi equipo”.
Por su parte, Monarriz señaló que este esfuerzo de Peñarol tampoco le asegura nada de cara a los títulos que pretenda ganar en la temporada 2025 y puso un ejemplo. “El PSG de Messi, Neymar y Mbappé no ganó la Champions. Que tengas ciertos jugadores no te va a llevar a que se te dé de ganar algo. El tener figuras no te hace tener un equipo: son cosas diferentes”, cerró.
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