TORNEO CLAUSURA

Con el empuje de su gente y con las ganas de ir al frente Peñarol apenas pudo rescatar un empate frente a Danubio jugando como local en el Estadio Campeón del Siglo luego de una muy mala presentación.

Es que a los problemas que ya había tenido el lunes frente a Deportivo Maldonado en Paysandú a la hora de generar fútbol ofensivo, ayer el Mirasol sumó uno más: el pobre rendimiento defensivo.

El Carbonero no ofreció garantía alguna a la hora de defenderse y lo pagó caro, pero también pudo ser peor.

Si bien en el comienzo el equipo de Leonardo Ramos dominó y tuvo una chance clara con un gran tiro libre de Brian Lozano, luego se vino abajo porque la franja vio que había espacios y que los defensores no estaban sólidos.

El técnico le volvió a dar la confianza a Matías Aguirregaray, a quien no había tenido en cuenta desde su regreso a Peñarol, y el Vasquito apareció en la oncena con un rendimiento irregular: se sumó bien al ataque y hasta puso una asistencia, pero tuvo problemas graves a la hora del retroceso.

Ramos también prescindió de Ignacio Laquintana por tener cuatro amarillas y en su lugar ingresó Brian Lozano, el mejor exponente del ataque del conjunto Mirasol.

Nicolás Rossi apareció como titular en la ofensiva y tuvo 45 minutos en cancha intentando hacer lo suyo, pero con escasa compañía y el entrenador lo dejó en el banco para el segundo tiempo.

Lo mismo ocurrió con Walter Gargano, quien sigue sin tener un rendimiento acorde a su nivel. El Mota volvió a jugar un discreto partido. No se lo ve bien físicamente, en lo futbolístico no le aporta al equipo como antes y para el complemento Nicolás Milesi saltó a la cancha en su lugar.

Con esas variantes el aurinegro mejoró en la ofensiva, pero siguió teniendo serios problemas para defender.

Luego de que en la primera parte Danubio se pusiera en ventaja con un gol de Guillermo May a los 31’ tras una rápida salida de la franja luego de una pérdida de Peñarol a la hora de salir jugando, en el segundo tiempo el equipo de Jorge Fossati se refugió más, pero también generó peligro.

Por el otro lado, Peñarol seguía sin poder generar fútbol hasta que a los 67’ un centro de Aguirregaray desde la derecha lo cabeceó Brian Lozano y la mandó a guardar para anotar su primer gol.

Y ahí se terminó lo hecho por el Mirasol porque si bien tuvo alguna chance aislada, el equipo de Ramos careció de profundidad, ideas y jerarquía para ganar un partido clave. Además, perdió a Máximo Alonso por lesión y a Hernán Menosse por una tonta expulsión por doble amarilla.

Peñarol sigue sumando decepciones, volvió a dejar puntos por el camino y tuvo el peor apronte para el clásico.