Redacción El País
El primer tiempo del partido entre Nacional y Juventud, correspondiente a la novena fecha del Torneo Clausura en el Estadio Centenario, terminó con empate, aunque marcado por la polémica.
El equipo tricolor reclamó dos penales que el árbitro Hernán Heras no sancionó y que tuvieron como protagonistas a Maxi Gómez y al colombiano Geiner Martínez.
La primera acción se dio a los ocho minutos de juego. Gómez recibió dentro del área y, cuando buscaba acomodarse para definir, Martínez lo pechó y por un instante también tomó de la camiseta. El delantero cayó y de inmediato todo Nacional pidió penal, mientras desde la Tribuna Colombes bajaba el grito de protesta. Heras no vio mala intención del zaguero, desestimó la infracción y decidió seguir.
Un rato después se repitió la controversia, otra vez con los mismos jugadores en escena. Esta vez Martínez perdió el equilibrio, fue al piso y en la caída terminó tocando la pelota con la mano dentro del área. Maxi Gómez levantó los brazos reclamando, pero nuevamente el árbitro juzgó la intención y dejó atrás la protesta.
Así, el primer tiempo cerró sin goles, aunque con dos jugadas que Nacional consideró determinantes y que ya forman parte del debate de la tarde entre una parte del público en el Centenario: “Todo el mundo está diciendo que fue penal”, se lo escuchó decir a un dirigente.