El aroma a semifinal ya se puede percibir en todos lados, y más todavía en Charlotte, la ciudad sede del encuentro que protagonizarán mañana Uruguay y Colombia con la misión de meterse en la definición de la Copa América que se está jugando en Estados Unidos y que tendrá su final el próximo domingo en Miami.

Marcelo Bielsa y Néstor Lorenzo se sacan chispas a la distancia en la planificación y estrategia del juego, que tendrá a dos de los entrenadores del certamen frente a frente. Por un lado el Loco, que le ha dado una clara identidad a la Celeste, y por el otro el exayudante de Néstor Pekerman, quien ha logrado darle una solvencia inusitada a los cafeteros, que llegan agrandados tras hilvanar 27 partidos invictos.

Y sin lugar a dudas una de las claves estratégicas del juego estará por las bandas, porque los dos equipos apuestan fuertemente al desequilibrio por las bandas y a darle confianza a los mismos jugadores. En tal sentido, Brasil controló bien en ese sentido a Uruguay, que tiene a Facundo Pellistri y Maximiliano Araújo como dos grandes revulsivos. La marca en bloque y el orden defensivo de la Canarihna evitó el 1 vs 1 de estos jugadores, que en velocidad pueden ser letales.

Lo de Colombia difiere en algo, pues muchas veces el 4-3-3 se transforma en un 4-2-3-1 y la explicación es James Rodríguez, que muchas veces juega por detrás del centrodelantero Jhon Córdoba y le deja el campo derecho para las subidas de Jhon Arias, el futbolista del Fluminense. Luis Díaz es el dueño de la banda izquierda y es uno de los jugadores que más ha sido difícil marcar en este transcurso de la competencia, por lo que la elección del lateral derecho —probablemente Guillermo Varela— será clave, así como las ayudas que reciba del volante interior y del extremo.

Foto: AFP.

Las cartas están sobre la mesa y el juego por las bandas será uno de los fundamentos de los DT para lograr el cupo hacia la final.