A pocos días del comienzo del Torneo Clausura, Peñarol trabaja de forma intensa puertas adentro con el objetivo de cerrar dos fichajes: un arquero y un extremo izquierdo. El área deportiva se puso como fecha límite este fin de semana para resolver si llega o no Brayan Cortés, el arquero chileno con actualidad en Colo Colo.
“Diego lo quiere a él”, informaron desde el club al ser consultados por otras opciones si se cae la operación en forma de préstamo. Con 30 años y un recorrido con la selección de Chile, el entrenador del Mirasol entiende que es el indicado para ponerse el buzo en los octavos de Copa Libertadores. Y hasta recibió el aval de Jorge Almirón, técnico del Cacique, que dijo que sabe convivir con la presión y tiene calidad.
Con este asunto por resolverse, hay otra ventana abierta en el sector ofensivo con algunas consideraciones claves. El presidente Ignacio Ruglio, el técnico y la propia Comisión de Pases y Contrataciones está convencida de que deben traer a un jugador de jerarquía para reforzar al plantel, pero no a cualquier precio.
Si no llega un fichaje de calidad que haga la diferencia, no están dispuestos a quitarle protagonismo a los juveniles Stiven Muhlethaler y Leandro Umpiérrez, que cada vez que fueron requeridos respondieron con solidez. Ambos están bien conceptuados por el cuerpo técnico y son dos de las máximas promesas de la cantera del Carbonero.
Por lo que pueden rendir en el segundo semestre y también por lo que pueden incrementar su cotización, no desean relegarlos. En relación a la lista de extremos que interesan en Peñarol, hay varios que están en consideración. El caso más resonante es el de Luciano Rodríguez, con actualidad en Bahía y un contrato hasta junio de 2029.
En lo que va del año lleva siete goles y una asistencia en 35 partidos, pero su equipo acaba de quedar eliminado en los playoffs de Copa Sudamericana frente al América de Cali y desde hace algunas semanas el jugador recibió ciertas críticas por su desempeño.
De acuerdo a lo que pudo saber Ovación, algunos partidos atrás el jugador se había sentido incómodo por su posición en cancha dado que le tocaba jugar como “9” y él siente que puede explotar mejor sus condiciones por banda. Pero con el transcurso de los compromisos la molestia se fue apaciguando.
Y, si bien es real que el jugador está identificado con Peñarol y en varias ocasiones ha ido al CDS, su salida no es nada sencilla. De hecho, el propio Ruglio reconoció a nivel público que considera casi “imposible” su llegada a préstamo por la cantidad de mercados en los que interesa.
Pero también reconoció tras la llegada de Matías Arezo que irán por otra “pelea grande”, sin dar mayores detalles. Otro jugador que está en el radar es Joaquín Lavega, extremo izquierdo de 20 años que tiene poca regularidad en Fluminense, donde solo lleva jugados 88 minutos en cuatro partidos. Su regreso al país es complejo porque recién emigró en enero y algunos allegados al jugador creen que no es lo mejor para su carrera. Pero interesa su llegada a préstamo.
En caso de que pierdan esas dos peleas, Peñarol ya sabe la cotización y las condiciones que debe cumplir para incorporar a Alejo Cruz y Esteban Da Silva. En el primer caso, acaba de quedar libre de Atlético Goianiense por incumplimiento de pago y eso es una ventaja sabiendo que el Mirasol ya ha hecho inversiones importantes. A su vez, cuenta con pasado en el club aurinegro.
Respecto al segundo futbolista, gustan sus cualidades y el rodaje que tiene al registrar tres goles y dos asistencias en 22 partidos con Racing. Pero no deja de ser una promesa.
Ahora solo resta esperar para conocer los próximos movimientos, pero el tiempo apremia y el 8 de agosto cierra el plazo para inscribir jugadores en octavos de final de la Copa Libertadores.
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