Jorge Seré: el contrato que le haría a Mejía en Nacional y a quién pondría de arquero en Peñarol en el clásico

"Hoy Nacional tiene a un arquero estabilizado, figura, y que no creo que haya un hincha que no confié en el él y está en camino a encontrar al 9 con Maxi Gómez", aseguró Superman.

Jorge Seré, exarquero de Nacional.
Jorge Seré en el Congreso Internacional del Deporte.
Foto: Francisco Flores.

El nombre de Jorge Seré quedó grabado para siempre en la memoria de los hoy cincuentones, que en 1988 eran simples adolescentes que lo vieron lucirse frente a los ojos del mundo ante el entonces temido PSV Eindhoven. Su habilidad en los penales le valió para ganarse el apodo de Superman y darle a Nacional el título de campeón del mundo.

A 37 años del recuerdo, parte de la agilidad se esfumó, pero no la intuición para detectar a quienes hoy están bajo los tres palos de los dos grandes.

—¿Qué se necesita para ser un arquero de Primera División hoy en día?

—Todos los arqueros que llegan a Primera División, en el equipo que sea, necesariamente tienen que ser buenos. Si no, no llegas a Primera División. Uno vuela un poco más, otro un poco menos. Pero después hay arqueros que saben soportar el no participar, el tener un error y sobreponerse, el ser decisivo en un partido atajando tres pelotas o el ser la figura de la cancha por salvarla en la hora, y otros que no. Los años te van ayudando. Pero, en definitiva, la cabeza es lo que pesa. Y la sensación que generás hacia afuera. Para ir al último tiempo, en Nacional, entre Rochet, Mejía y creo que también el Coco Conde generaron esa sensación de “acá hay un arquero de equipo grande”. Capaz que en Peñarol se dio eso con alguno, pero no fue tan común en el último tiempo. Me parece que Dawson se mantuvo bastante y Juan Castillo también se podría poner como un arquero que estuvo a la altura en su momento, pero en el medio a Peñarol le costó mucho más estabilizar.

—¿Qué opinión te merece el presente de Luis Mejía?

—Es un muchacho grande, que está arriba de los 30, pero yo si fuera dirigente de Nacional le haría contrato hasta que se retire. Entiendo que hoy es un arquero demostrado y capaz de ganarte partidos sacando pelotas imposibles que después recordás, como la del otro día contra Torque, que es impresionante. Es un arquero que te brinda la tranquilidad de que va a aparecer en los momentos necesarios.

—¿Es el jugador más determinante que tiene Nacional para el clásico?

—Lo que pasa que solo con un arquero no ganás. Podés llegar a no perder, pero el arquero no va a hacer los goles. Esto es más viejo que el fútbol: el arquero y el 9 son los más determinantes. Hoy Nacional tiene a un arquero estabilizado, figura, y que no creo que haya un hincha que no confíe en él, y está en camino de encontrar al 9 con Maxi Gómez, como en su momento lo logró con Bergessio. Peñarol hoy tiene dudas en el arco: nadie sabe si juega uno o juega el otro, y tiene estabilizado un 9 que, para mí, es terrible jugador, pero no es goleador. Maxi Silvera es un jugador que siempre quiero en mi equipo, pero no para ser el goleador.

Jorge Seré, exarquero de Nacional.
Jorge Seré, exarquero de Nacional.
Foto: Estefanía Leal.

—En el lugar de Martín Campaña, ¿cómo te hubieses tomado la incorporación de Brayan Cortés?

—A ver… Primero: Campaña no era el titular seguro en Peñarol y durante el año no se estabilizaron ninguno de los dos arqueros. Para mí, es un excelente arquero y quizás a esta altura no le afecta como sí le afectaría a alguien que estuviera armando su carrera. Si vos tenés 24, 25 años y te pasa de que todavía está la duda de si jugás mañana o no, te puede caer de una forma complicada. Pero eso va en cada uno. Yo no soy el técnico de Peñarol. En una situación como la de este momento, yo me la jugaría por Campaña. Pero si Aguirre pone a Cortés es porque está convencido de que la va a romper y se juega el pellejo. ¿Quién le puede decir algo?

—¿Y vos a quién pondrías?

—Yo, por cómo viene Campaña —que fue figura en la final del Intermedio, que atajó un penal, que no comete errores, que nadie le puede decir nada por el partido con Progreso y teniendo en cuenta que juega por Copa Libertadores el martes— lo mantendría. Seguro. Pero no puedo decir “che, qué mal Aguirre”. Si Aguirre lo hace (y pone a Cortés) es porque está convencido de que es lo mejor.

Jorge Seré, exarquero de Nacional.
Jorge Seré, exarquero de Nacional.
Foto: Estefanía Leal.

—¿Cuáles son tus mejores recuerdos de clásicos como jugador?

—Un clásico fantástico que recuerdo fue el de los penales en enero de 1992, por la Liguilla. Jugamos con 9 todo el segundo tiempo, echaron al Chango (Saldaña) y a Felipe Revelez y aguantamos el empate 1-1 y ganamos por penales. Como anécdota clásica, me acuerdo del famoso tema de la cadenita... Le manotearon la cadenita de oro a Dely Valdés y se pasó buscándola en vez de estar pensando en el partido. Eran esas picardías de clásicos muy válidas.

—¿Te quedó alguna secuela sanitaria de tu época de jugador? A Manga, por ejemplo, cada vez que saludaba se le veía una deformación en las manos.

—No, no. A mí realmente en lo físico me fue demasiado bien. Tengo bien las manos y los pies. Solamente tengo la falange de un dedo medio salida, porque se me rompió un ligamento en su momento. En 25 años tuve una fractura, algún esguince en la rodilla, algún desgarro, pero fui un tipo muy sano para todos los años que jugué. Prácticamente nunca dejé de jugar por estar lesionado. Estando en Nacional, solo una vez salí de la cancha por una lesión, que fue a los seis minutos de un partido. Jugué desgarrado, entablillado, con férulas. De todas las formas. Tuve la suerte de tener en Nacional un cuerpo médico liderado por Suero, Salvarrey, Luvizio y dos monstruos en la kinesiología, como el Quique Vázquez y Walter Ferreira. Te arreglaban cualquier cosa.

Jorge Seré, revelación en radio
Jorge Seré, exarquero de Nacional.

—Mejía atajó en un clásico el año pasado en el Campeón del Siglo cuando todavía estaba desgarrado...

—Sí, no es fácil... Pero a veces en el puesto de arquero es un poco más sencillo disimular algún problema que en cualquier otro puesto donde tenés que correr 90 minutos. Yo jugué con una falange rota, un ligamento de un dedo roto y me entablillaron todo y no podía pegarle con el puño a la pelota porque los dedos no flexionaban. También con una férula en el tobillo y no le podía pegar. Podía trotar, pero no podía picar. Y eso tus compañeros lo tienen que saber, porque si el técnico te pone es porque evalúa que estás para jugar. Tenés que adaptarte.

—Hace dos semanas se te vio de nuevo en actividad, en la Copa El Espectador Deportes, ¿qué tal te sentiste?

—Hice demasiado para la edad que tengo. Me tiré demasiado, ja. Me sigue doliendo todo. Pero estoy contento porque fui capaz de pararme en el arco, de ponerme los guantes, los zapatos y jugar con el espíritu de que fuera la final del mundo. No fui a joder. Los goles que me hicieron fueron porque no pude atajarlos y lo mismo los penales. La parte interna sigue funcionando bien. Las intenciones eran buenas; la velocidad y los reflejos ya no son los mismos. Algún gol en otra época seguro no me lo hacían y hoy es muy difícil que pueda evitarlo.

—¿Y cómo terminó tu participación?

—Tenía una molestia en el aductor y fui a pegarle a la pelota y se me trancó el tapón en el césped sintético y salí. No me desgarré de asco, ja. Hasta el día de hoy sigo con el dolor y es bastante molesto. También tengo algunos golpes en la cadera de las caídas. Cuando estás entrenado en el puesto de arquero y estás acostumbrado a caer, difícilmente te duelen los golpes, pero en mi caso...

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