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La historia secreta detrás del comienzo de Diego Alonso como director técnico

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Diego Alonso

SELECCION URUGUAYA

Los dirigentes de Bella Vista que lo contrataron en 2011 se confiesan hinchas del Tornado

Hoy se confiesan hinchas de Diego Alonso y confían en su trabajo como técnico de la Selección uruguaya. Hace diez años le dieron en Bella Vista su primer trabajo como entrenador y ya en ese momento se sintieron impresionados por su claridad de ideas.

En septiembre de 2011, Atanasio Aguirre era presidente interino de Bella Vista por la renuncia del titular Sergio Jaurena y Gustavo Campos era delegado. El equipo estaba en crisis y decidieron convocar a Alonso para dirigir al equipo. Más precisamente, para salvarlo del descenso. Lo logró, pero además inició una carrera exitosa como entrenador que en aquel momento ya avizoraron.

“Lo veo como un hombre con concepciones claras, un plan definido. Tiene mucha experiencia de sus vueltas por el mundo, como jugador y como entrenador. Pero ya me impresionó el primer día. Creo que con él Uruguay va a pelear la clasificación. Y si lo logra, vamos a tener técnico para rato”, afirma Aguirre.

“Alonso conoce la doble receta, porque él trabajó con equipos que pelearon el descenso y también con otros que fueron por el título. Sabe cómo armar su estrategia. Además, es una persona muy afable, de buen trato. De bajo perfil también. Y no ha cambiado desde aquella época”, acota Campos.

CÓMO LLEGÓ. Bella Vista había tenido buena campaña la temporada 2010-2011 con Pablo Alonso como técnico. Peleó el Apertura y quedó tercero, a un punto del campeón Defensor Sporting. Al final fue quinto en la tabla anual y se clasificó a la Copa Sudamericana, donde enfrentó a la Universidad Católica. Después de eso, sin embargo, el equipo comenzó a caerse en el Apertura 2011-2012. Pablo Alonso terminó renunciando tras cinco derrotas consecutivas y el equipo se encontró de pronto en problemas en la tabla del descenso.

Campos y Aguirre
Gustavo Campos y Atanasio Aguirre

“Decidimos entonces provocar un shock y se nos dio, porque la contratación de Diego fue un éxito -recuerda Aguirre-. La idea surgió de las charlas entre todos, porque él venía de una campaña exitosa como jugador en Peñarol, había sido finalista de la Copa Libertadores semanas antes y sabíamos que quería iniciar su carrera como entrenador. Lo hablamos incluso con Sebastián Bauzá. Además, Alonso tenía sus orígenes futbolísticos identificados con Bella Vista. Igual había gente que nos decía que para pelear contra el descenso necesitábamos un entrenador con experiencia en eso. Pensamos que íbamos a encontrarnos con un novato y resultó que tenía todo muy claro”.

“Diego viene de una familia futbolera, empezando por su padre y su tío Daniel, que es el padre de Iván y Matías. Además, hay una tradición en Bella Vista, sostenida por el trabajo de la mayoría de sus dirigentes a través de los años, que hace que quien pasa por el club difícilmente guarde un mal recuerdo. Pese a los problemas económicos siempre se han tratado de honrar las deudas. Cuando el futbolista se hace mayor y recoge experiencia en muchos equipos, puede hacer una evaluación sobre en dónde lo pasó mejor. Y por eso pensamos que él aceptaría volver a Bella Vista”, comenta Campos.

Con la camiseta auriblanca, Alonso había debutado a los 15 años. Ambos lo evocan como un delantero “flaco pero con una polenta infernal”, que peleaba todas las pelotas con gran amor propio, al punto de no temer el choque con los arqueros rivales, y después definía muy bien. También como un gran compañero, que contagiaba al resto con su esfuerzo.

Fue así el centrodelantero del equipo que armó Jorge “Culaca” González en otro momento de vacas flacas para el club, apelando a futbolistas de la cuarta división y al algunos que quedaban de la temporada anterior. Después vino Julio Ribas, la mayor notoriedad en Primera, el título de la Liguilla 1998 y la llegada de buena parte de aquel plantel a la Selección, el pase a alguno de los clubes grandes o al exterior. Alonso cumplió todos esos destinos.

En aquel 2011, los dirigentes papales convocaron a Alonso a una reunión en la casa de Campos. El recién retirado futbolista se presentó con carpetas y datos que reflejaban su conocimiento de la situación. Llegaron pronto a un acuerdo. En su primera práctica como técnico papal se presentó casi toda la prensa, señal del interés que despertó su llegada.

“Alonso interpretó muy bien lo que queríamos para Bella Vista -dice Campos-. Le dijimos cuál era la situación del equipo y lo que pretendíamos. Además, se tuvo que arreglar con el plantel que había. No estábamos en condiciones de traerle jugadores... Había que motivar a los que estaban. Y cumplió a la perfección”

En ese sentido, consideran que era “muy motivador, pero no a los gritos, sino con conversaciones mano a mano”. En el vestuario, durante el descanso, hablaba con sus jugadores, ordenaba algunos movimientos y anticipaba lo que iba a pasar.

Aguirre comenta que Alonso “no daba la imagen de ser un técnico que debutaba”. “Tenía una visión de la profesión que nos impresionó. En ese momento se decía que era un Julio Ribas más moderno. Él lo reconoce como una de sus influencias, pero creo que ha evolucionado hacia un perfil propio”, agrega.

En su opinión, desde su pasaje por Atlético Madrid en 2001-2002, cuando estuvo bajo las órdenes de Luis Aragonés, el legendario técnico que llevó a España al título europeo de 2008, Alonso pensaba seguir este oficio. Y el pasaje por el fútbol mexicano terminó de formarlo.

“Una cosa que nos pidió era tener un cajón de frutas para que los jugadores desayunaran algo saludable antes de practicar. Le preocupaba mucho eso. Y nos volvió locos para tratar de cumplir, porque teníamos que conseguir toda esa fruta cada día antes de las ocho de la mañana. Al final logramos que un allegado fuera al Mercado Central bien temprano a comprarla”, cuenta Aguirre.

Campos recuerda que Alonso debutó en la sexta fecha del Apertura con una derrota ante Rentistas en el Complejo, el 18 de septiembre de 2011. Y el partido siguiente fue contra Nacional en el Estadio Centenario. Esa tarde, el auriblanco logró una resonante victoria con un gol de José “Rulo” Varela, un resultado que puso en la cuerda floja al entrenador tricolor, otro novato en la función llamado Marcelo Gallardo. Hasta entonces, el tricolor del Muñeco había sumado cuatro empates y apenas dos triunfos y su cargo corrió peligro.

“En el entretiempo avisó: ‘Miren que va a entrar el Cacique Medina y tengan cuidado que va a buscar el penal. No se pueden descuidar’. Y así ocurrió, entró y le hicieron un penal, aunque el juez no lo cobró. Ese día Bella Vista salió a atacar, con dos hombres de punta y volantes que llegaban. En el video del partido se ve cómo el equipo achicaba en la cancha. Y estuvo muy bien el argentino Gastón Otreras, un buen jugador que ese día la rompió”, relata. “Lo curioso es que en ese partido estuvieron involucrados tres hombres que en estos días se manejaron para la Selección: Gallardo, Medina y Alonso”.

“Con él, Bella Vista zafó rápido del descenso y terminó en la mitad de la tabla. Para nosotros fue espectacular”, señala Aguirre.

Al final de la temporada Alonso se fue a Paraguay. Más tarde vino a Peñarol, aunque duró poco. De allí a México y Estados Unidos, para ser anunciado hace pocos días como nuevo técnico celeste.

Otro ex Bella Vista, Darío Rodríguez, será asistente de Alonso en la Selección. “Como entrenador no tenemos referencias, aunque lo hemos visto muy activo junto a Mauricio Larriera en Peñarol. Se nota que aporta muchas cosas. En el equipo nuestro era figura jugando como zaguero y dejó gran recuerdo”, agrega Campos.

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