COPA SUDAMERICANA

Peñarol ganó un partido durísimo frente a River Plate de Asunción, volvió a golear y también a mantener su arco en cero en la Copa Sudamericana que tiene al mirasol como líder del Grupo E con puntaje perfecto.

Mauricio Larriera analizó lo hecho por el equipo tras el encuentro que el carbonero ganó 3-0 en el Campeón del Siglo y remarcó que “lo planificamos como un partido súper, híper difícil. Contrario al ambiente que nos rodeaba ya que había cierto exitismo. Tuve el privilegio de trabajar en Paraguay y los conozco bien. Tenemos un parecido en la forma de jugar y sabíamos que ellos nos iban a plantear un partido físico y también largo, pero también sabíamos de ciertas debilidades que ellos tenían y una era la pelota quieta”.

Acerca de esta arma, el técnico carbonero agregó que “se está transformando en una herramienta muy importante y lo celebramos porque durante el Clausura no pudimos anotar mucho y ahora sí se está dando. Es parte de la confianza de los jugadores, de las decisiones que se toman y de los buenos ejecutantes”.

Larriera se refirió también al ingreso de Agustín Canobbio, quien otra vez cumplió una gran labor en la ofensiva, y contó que “quisimos refrescar un poco el ataque por la derecha porque nos estaban complicando por ese lado y el tándem Giovanni-Agustín nos ha resultado porque Canobbio es un jugador que tiene gambeta, ida y vuelta, velocidad y hoy (por ayer) anotó un gol. Buscamos abrir brechas porque el rival estaba aglomerado en el bloque bajo y no estábamos llegando a generar fútbol en el ataque, pero lo logramos con ese cambio”.