Fernando Kanapkis y los clásicos con Nacional: "Ponele VAR a la final del quinquenio de Peñarol a ver cómo sale"

El exdefensa actualmente es entrenador de la Cuarta de Fénix. Habló de por qué tiene la conciencia tranquila en la época que defendió al tricolor y de su etapa en la Mutual.

Fernando Kanapkis con sus tesoros del fútbol en su casa.
Fernando Kanapkis con sus tesoros del fútbol en su casa.
Foto: Francisco Flores.

Fernando Kanapkis (56) está trabajando como técnico en la Cuarta deFénix, el club donde debutó como profesional en 1984 previo a irse a Danubio. Antes había dirigido en las formativas de Miramar Misiones, con un parate de por medio por la pandemia del covid-19.

“Cuando terminé con la participación en la Mutual me puse a hacer el curso de DT; era mi madre la que me desafiaba y me lo puse a hacer por ella”, contó el exzaguero con voz pausada y serena desde su casa después de haber llegado del entrenamiento en el complejo de los albivioletas.

“Ya desde los últimos años como profesional -me retiré en Alianza en 2004- tenía unas escuelas de fútbol. En Paysandú tuve unas escuelitas con el Flaco Ravera, siempre me gustó la docencia y enseñar. Me puse a trabajar para ganar experiencia. El hecho de haber jugado te aporta muchas cosas, pero para ser técnico, en lo que refiere a toma de decisiones y lectura de juego, el DT tiene que tener una parte cognitiva y de experiencia. Si un día me llaman para dirigir una Primera, claro que me gustaría”, dijo Kanapkis.

El exjugador afirmó que el mejor año de su carrera como profesional fue en 1993: “Fui al Atlético Mineiro, jugaba en la selección y me eligieron entre los mejores de América y en el equipo ideal del mundo. El futbolista tiene más fracasos que éxitos, son muy pocos los que tienen continuos éxitos. Fue mi mejor momento como futbolista. Dentro de mis peores derrotas fue haber quedado afuera del Mundial de 1994 en unas Eliminatorias que eran totalmente diferentes a las actuales”.

NACIONAL. Kanapkis jugó 75 partidos en los tricolores entre 1995 y 1997 después de haber jugado en el fútbol brasileño. En su estadía en Nacionalhizo 12 goles, pues era un defensa que, aprovechando su estatura y su corpulencia, se destacaba por ser protagonista en el área rival. Fue un momento difícil, debido a la supremacía que en esa época marcó Peñarol en el fútbol uruguayo.

-¿Cuán difícil es jugar en un equipo grande cuando las cosas no salen como se esperan y cuando, además, Peñarol es el protagonista?

Una de las alineaciones de Nacional en 1995.
Una de las alineaciones de Nacional en 1995.
Foto: Archivo El País.

-Fue una circunstancia, pero haber jugado en Nacional fue uno de mis éxitos como jugador. Yo estaba en Atlético y soñaba con jugar en Nacional cuando volviera. Y se dio. Me tocó en un momento difícil, donde tirando la monedita salió cruz. En lo que me quedo tranquilo es que yo no perdí en los cinco años, yo perdí la final del quinto año. No fueron cinco años consecutivos, eso es un aliciente. El fútbol es lo que tiene, hay jugadores exitosos que también les tocó pasar por ese sufrimiento. Hoy tengo la frente en alto a pesar de haber tenido una derrota importante con un cuadro grande. Crucificaron a Carrasco por aquel partido con Defensor y yo, al contrario... Si hoy me lo decís, quiero jugar de vuelta esa final y había gente que no la quería jugar, entonces yo digo, esos no son los verdaderos hinchas. Si realmente querían que los jugadores echaran para atrás, lo que tenían que haber hecho es hablar con los dirigentes y que ellos pusieran a un chiquilín que estuviera con la ficha vencida y perdían el partido de esa forma. Llegamos a esa tercera final y tocó perder. Tengo la conciencia tranquila. Si nosotros hubiéramos cortado el quinquenio y hubiera sido de otra forma, la verdad que no me hubiera gustado. La almohada no me miente.

-No era fácil jugar en ese Nacional y tener que soportar la presión de ese momento.

-Por supuesto. Si querés ser un gran futbolista tenés que aguantar presiones. Cuando jugás en la selección, estás representando a tu país, más presión que esa no existe. Ahora los jugadores chicos se cargan mochilas y se bloquean. Ahí está la diferencia con los jugadores que llegan y logran sobresalir por méritos propios, no es solo jugar bien.

-¿Te costó la exposición pública después del quinquenio logrado por Peñarol?

-No, porque mi conciencia estaba tranquila. Es lo que trato de transmitir ahora como técnico: lo más importante es cuando uno termina el partido, se va para la casa, si se queda con alguna duda de algo. Si vos hiciste todo lo posible para ganar, diste todo, concentraste, metiste, corriste... Es deporte, implica que la pelota pegue en el palo y salga o pegue en el palo y entre.

Kanapkis jugó en una época donde no existía el VAR y era uno de esos zagueros que le gustaba el roce: “Antes se podían hacer muchas cosas que hoy no se puede. Como defensa uno tenía sus picardías y sus formas de marcar y jugar. El VAR te limita mucho, te hace concentrarte más, porque cualquier pequeño error puede ser catastrófico”.

El actual técnico fue por más en su explicación y lo relacionó con un tema del pasado: “Si a ese partido (la final con Peñarol) le ponés el VAR me gustaría saber cuál era el resultado. Te la dejo ahí. Capaz que igual terminaba ganando Peñarol, pero que había más sorpresas... Tengo el recuerdo de alguno de los goles, que si había VAR, era offside, o no era foul, o eran expulsiones. Vos ponele VAR a la final del quinquenio a ver cómo sale. No sé como sería el resultado, lo que sí digo es que diferente era”.

El día que manejó 1000 km en un Fiat Uno para jugar con la selección

Fernando Kanapkis fue un defensa que hizo muchos goles a lo largo de su carrera: “El que me enseñó a hacer goles fue Cubilla, que me decía ‘¿para qué saltás con la altura y el físico que tenés? Vos tenés que aprender a ganar la posición de la pelota’. Desde que aprendí a hacer eso, empecé a hacer goles. Hice muchos goles en Nacional (12) y también en la selección”.

Para el actual entrenador, vestirse de Celeste fue un sueño cumplido en su vida. “Yo jugué con Francescoli y fue lo más grande que me pasó”, afirmó.

Por otro lado, recordó su peripecia para no perderse un amistoso con la selección: “Me vine en un Fiat Uno de Argentina para jugar un partido amistoso, justamente contra Argentina. Y había gente que no entendía cómo lo hacia. ‘Yo, a la selección, me voy caminando a jugar, no necesito que me paguen nada’, les decía”.

Kanapkis enfrentando a la selección de Australia.
Kanapkis enfrentando a la selección de Australia.
Foto: Archivo El País.

Kanapkis contó que “tenía pasajes de avión que nos había regalado el presidente del club en el que jugaba (Mandiyú), pero como era un partido entre semana, yo quería llegar al entrenamiento de ese día, sino iba a llegar después de la práctica. Me hice 1.100 km, me vine con el Indio Morán, íbamos manejando un rato cada uno aunque lo dejé poco porque cuando vi que se le iba a la cuneta porque se dormía, agarré el volante yo y manejé como 1.000 km”.

Lo curioso de la situación es que el amistoso no terminó de la mejor manera para sus intereses personales. “Y encima en ese partido con Argentina me expulsan con Gorosito; él partió al medio a un compañero, me le fui arriba y nos terminaron echando a los dos”.

Kanapkis sostuvo que las épocas cambiaron, que hoy “hay mucha plata en el fútbol”.

Su época en la Mutual, Tenfield y Paco Casal

Durante muchos años Kanapkis fue tesorero y secretario de la Mutual de Futbolistas cuando Enrique Saravia era el presidente.

El exjugador se mostró crítico de la actual gestión: “Esta Mutual echó a referentes del gremio y no sé qué están haciendo. Pararon el fútbol no sé para qué. Me da lástima por todos los jugadores y por el fútbol uruguayo. Nosotros hicimos crecer a la Mutual con un complejo que se los dejamos, con más de dos o tres millones de dólares que hoy vale; lo hicimos con 300.000 o 400.000. Dejamos en vista, que eso fue lo que nos quedó por hacer, en 8 de Octubre, donde era el jardín de la Mutual -que fue donado por Rosas Riolfo- y ahora esta gente lo está vendiendo. Están haciendo y deshaciendo a cualquier precio cosas históricas”.

Kanapkis comentó que “Tenfield le dio una mano enorme a la Mutual y a los jugadores”. Y añadió: “Después llegó la Mutual de Lugano con un cuento, y del cuento todo el mundo se enteró: una persona que venía a pagar derechos (de TV) y después no pasó nada y hoy estamos a no sé cuántos años de todo eso y no hay derechos de imagen. Esta gente hizo cosas importantes con la selección y se fueron apoderando de situaciones”.

Para Kanapkis el de la Mutual es un ciclo terminado. Aunque no fue representado por Paco Casal, se refirió a su faceta de empresario: “Casal ayudó a todos. ¿Con intereses propios? Sí, por supuesto. No conozco un empresario que no quiera ganar plata. Hizo su negocio, pero a su vez le dio vida a muchos, no solo en el fútbol. Eso genera envidia. No soy amigo de Casal, pero fue un empresario inteligente”.

Fernando Kanapkis con Ovación.
Fernando Kanapkis con Ovación.
Foto: F. Flores.

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