El paseo del Parque: Nacional se floreó con un doble cinco de categoría y un desnivelante Lucas Villalba

Los de Pablo Peirano hicieron los deberes en la previa a un partido clave por Copa Libertadores, le pusieron presión a Liverpool y siguen soñando con el título del Torneo Apertura.

Lucas Villalba fue la figura de Nacional en la goleada frente a Cerro en el Gran Parque Central.
Lucas Villalba fue la figura de Nacional en la goleada frente a Cerro en el Gran Parque Central.
Foto: Francisco Flores.

El Nacional de Pablo Peirano levantó vuelo y en la previa a un partido clave de Copa Libertadores, consiguió una categórica victoria para seguir peleando por el título del Torneo Apertura, a pesar de que no depende de sí mismo.

Pero tan categórico fue el triunfo albo que el encuentro terminó siendo una práctica porque Cerro no pudo jamás estar en partido y tambaleó los 90’.

El equipo de Tabaré Silva recién logró un intento de remate al arco a los 61’ con una media vuelta de Máximo Alonso afuera y recién a los 78 minutos —sí, leyeron bien— la visita se acordó que Luis Mejía estaba en el arco y un disparo de Owens Falconis representó la única atajada del panameño a lo largo de los 90’. Poco. Demasiado poco.

Pero mientras eso ofrecía Cerro, Nacional se floreó en su casa y ante su gente. Desde el inicio del partido hubo constantes que volvieron a repetirse: la solidez de un doble cinco de categoría como el que conforman Luciano Boggio y Christian Oliva y la velocidad que le pone a cada ofensiva Lucas Villalba.

Luciano Boggio disputa la pelota en pleno partido con Nacional frente a Cerro.
Luciano Boggio disputa la pelota en pleno partido con Nacional frente a Cerro.
Foto: Francisco Flores.

El extremo de 23 años volvió a ser pieza clave en el tricolor y aunque muchos se fueron del Gran Parque Central masticando un poco de bronca porque aún no logra culminar las jugadas y anotar, ayer fue determinante: puso dos asistencias y volvió loca a toda la defensa albiceleste.

A los 26’ y luego de perderse un gol increíble que casi llega producto de su velocidad, Villalba —lejos de venirse abajo— siguió insistiendo y le puso un centro desde la derecha a Gonzalo Petit. Cabezazo, gol y a festejar. El juvenil que se ganó la titularidad junto al chileno Eduardo Vargas no defraudó.

Con ese gol se terminó el partido. Nacional controlaba y solo le faltaba estar en ventaja. A partir de ahí, la historia es conocida: llegó la goleada.

Pablo Peirano, entrenador de Nacional.
Pablo Peirano, entrenador de Nacional.
Foto: Francisco Flores.

Y llegó porque el tricolor nunca sacó el pie del acelerador, algo valorable a pocos días de un partido clave por Copa Libertadores. Pero el Bolso está peleando por el título del Apertura y no quería sorpresas.

En el amanecer del segundo tiempo llegó el gol de Vargas que provocó un largo pique de Mejía, quien se sumó al festejo. Todo el grupo lo esperaba. Luego vino el tanto de Diego Herazo —con otra asistencia de Lucas Villalba— a los 79’ y a los 81’, Lucas Morales decoró una noche redonda de Nacional.

Para el tricolor fue una práctica que aprovechó: goleó, le puso presión a Liverpool y aprontó la Copa Libertadores con alto nivel colectivo ante un Cerro que ayer tuvo el paseo del Parque.

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