Lucas Villalba (24) fue en su momento el jugador sensación del mercado de pases de Nacional. Llegó a ser el más buscado del sitio web especializado Transfermarkt, marcó registros récord de velocidad para el mundo (38,3 kilómetros por hora) y todo eso llevó a que renovara su contrato con el club hasta agosto de 2028 y a que lo blindaran con una cláusula de salida que alcanza los US$ 20 millones.
El punto de inflexión, probablemente, fue aquel partido de Copa Libertadores en el Arena Fonte Nova, frente a Bahía, donde tuvo protagonismo como artífice del segundo gol de la noche (de Nicolás López) y de otra corrida espectacular que le dejó en bandeja el tercero a Julián Millán. Eran todo flores, sobraban halagos y la gran mayoría aplaudía de pie la apuesta por el jugador, cuyo 60% de la ficha fue adquirido en US$ 800.000.
El nombre de Villalba fue furor a nivel internacional y el club, a través de su presidente Ricardo Vairo, tomó la postura de priorizar el Campeonato Uruguayo y decidió retenerlo. Por el camino quedaron una oferta de US$ 6 millones por la totalidad del pase del Pumas de México, otra propuesta de préstamo de Pachuca —que ofreció US$ 400.000 a cambio de que jugara el Mundial de Clubes (le garantizaban al menos 30 minutos por partido)— y otros múltiples interesados que llamaron pidiendo cotización.
¿Qué pasó desde entonces? Apenas tres meses después de aquel momento de esplendor, Villalba es, a día de hoy, un jugador que viene siendo considerado suplente en los últimos seis partidos para el técnico Pablo Peirano, quien cree que por su velocidad, a priori, le puede sacar mayor jugo durante los segundos tiempos.
Las dificultades físicas, además, le pusieron un freno a una evolución que venía siendo repentina y que lo hizo madurar muy pronto, apenas meses después de estar jugando en la Segunda División con Montevideo City Torque.
Después de una primera etapa sobresaliente, su crecimiento se vio condicionado por una molestia en el aductor que le apareció el día del partido frente a Inter de Porto Alegre —y que lo aquejó durante varias semanas— y una decisión técnica de Pablo Peirano, que priorizó otras opciones. Por una torcedura en el pie no jugará el sábado frente a Montevideo City Torque.
Pese a los altibajos, Villalba siguió trabajando en silencio y dejó buenas impresiones en los últimos dos partidos oficiales de Nacional, ante Danubio —con una asistencia— y en la final clásica ante Peñarol —con la jugada de mayor peligro que tuvo el equipo—.
Sin embargo, vista la situación deportiva actual y el gusto futbolístico del DT, el club cambió la postura de declararlo "intransferible" y reconsideró su posición para abrir la puerta a escuchar nuevas ofertas de diferentes mercados.
Según supo Ovación, el Valencia de España es uno de los equipos que viene siguiendo de cerca al jugador y que ya demostró tener un "interés real" por comprarlo al preguntar por su cotización, pese a que todavía no elevó ninguna oferta.
Por otra parte, el Grupo Pachuca también lo tuvo en el radar y acercó la posibilidad de ofrecer alrededor de US$ 2 millones por el 50% de su ficha a Nacional, algo que el club descartó de primera mano.
Con contrato vigente por tres temporadas más y una cláusula que lo blindó en su momento, Nacional entiende que el mercado sigue mirando con atención a Villalba por proyección, edad y condiciones (especialmente su velocidad). Hoy, a diferencia de hace unos meses, no se descarta que algunas de las puertas que se entreabrieron terminen de abrirse del todo.
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