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Crónicas de días de angustia: qué pasó cada vez que Uruguay se jugó la clasificación

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Gol de Godín
Uruguay's Diego Godin (R) heads the ball to score a goal against Italy during their 2014 World Cup Group D soccer match at the Dunas arena in Natal June 24, 2014. REUTERS/Tony Gentile (BRAZIL - Tags: SOCCER SPORT WORLD CUP TPX IMAGES OF THE DAY) SOCCER-WORLD/M39-ITA-URU, campeonato mundial de futbol Brasil 2014
TONY GENTILE/REUTERS

COPA DEL MUNDO

Varias veces la suerte celeste, a favor o en contra, se decidió en los minutos finales de los partidos

Entre la espada y la pared. Al todo o nada. La hora de la verdad. Hoy o nunca. Se ha presentado de muchas formas una situación habitual en el fútbol y sobre todo en los mundiales: la necesidad de alcanzar cierto resultado para seguir en la competencia.

En una Copa del Mundo, donde los participantes se van eliminando hasta que queda uno solo, el campeón, ganar es indispensable. Uruguay también estuvo ante ese umbral que separa la victoria del fracaso. A veces lo superó, en otras se quedó en la puerta. Repasar aquellas experiencias puede dejar enseñanzas.

Uruguay-Senegal 2002
Morales y su increíble cabezazo ante Senegal en 2002

Incluso hubo obligación de vencer cuando fue campeón del mundo, pero en aquellos momentos la Celeste era una potencia a prueba de dudas. Si en el Mundial de 1930 no se vencía a Rumania, no se pasaba a las semifinales: se ganó por 4 a 0. En 1950, el grupo inicial estaba reducido a celestes y bolivianos: se resolvió con un 8 a 0, la mayor goleada uruguaya en la historia de estos certámenes.

En Suiza 1954 se usó un sistema peculiar, con grupos de cuatro equipos pero con solo dos encuentros para cada uno. Luego de vencer 2-0 a Checoslovaquia, Uruguay despachó a Escocia con un categórico 7-0 y se metió en los cuartos de final.

Los problemas comenzaron en Chile 1962. Después de vencer a Colombia 2-1 y caer 3-1 ante Yugoslavia, era necesario vencer a la Unión Soviética para clasificar. Había un antecedente desesperanzador: en la gira previa, la URSS venció 5-0 en Moscú.

Sin embargo, en Arica los celestes plantearon dura lucha, pese a jugar con diez hombres largo rato. El lateral izquierdo Eliseo Alvarez sufrió la fractura de un tobillo. Sin la posibilidad de cambios, volvió a la cancha en un increíble ejemplo de entrega, aunque por supuesto no tuvo la menor influencia en el juego.

La URSS se puso en ventaja en la primera etapa. A los 10 del segundo tiempo empató José Sasía y poco después el mismo Pepe pegó un tiro en palo. Sobre la hora llegó el segundo de los soviéticos, aunque ya el 1-1 era sinónimo de eliminación.

Cuatro años más tarde, en Inglaterra, Uruguay había empatado con el dueño de casa y luego venció a Francia por 2-1. Le alcanzaba el empate con México en Wembley para pasar a los cuartos de final. No se jugó bien y Ladislao Mazurkiewicz  fue clave para mantener el cero.

Cuando se jugó en México 1970, Uruguay había vencido a Israel 2-0 en el debut y luego empató sin goles ante Italia. Quedaba jugar con Suecia. La víspera del partido fue agitada debido a que la FIFA cambió el árbitro designado, el brasileño De Morais, por “rumores” sobre su imparcialidad. En su lugar colocó al estadounidense Landover. Eso llevó a Uruguay a jugar bajo protesta. Casi al final de un encuentro parejo, Grahn hizo un gol para Suecia. Pese a la derrota, la diferencia de gol clasificó a los celestes como segundos en el grupo.

Cuatro años más tarde, en Alemania, Uruguay cumplió una floja actuación. Fue barrido por el fútbol total de Holanda (hoy Paises Bajos) aunque la diferencia fue solo 2-0. Luego alcanzó a empatar, casi en la hora, a Bulgaria, 1-1. Y llegó al último día, contra Suecia, con la necesidad de ganar para seguir en el torneo.

Los celestes atacaron más decididamente que en sus presentaciones anteriores y llegaron a dominar el primer tiempo, aunque sin convertir, Apenas iniciado el segundo período, los escandinavos convirtieron. La desesperación abrió la puerta al contragolpe rival, hasta llegar al 0-3 final y la eliminación.

Ese fracaso anticipó dos eliminaciones seguidas de los mundiales. Cuando se volvió a la Copa del Mundo, en México 1986, el reglamento había cambiado: participaban 24 selecciones, divididas en seis grupos y se clasificaban los dos primeros de cada uno, más los cuatro mejores terceros.

Uruguay logró un trabajoso 1-1 con Alemania, pero después llegó el cataclismo contra Dinamarca: un 6-1 adverso ante un rival veloz, que aprovechó cada contragolpe ante un equipo celeste tempranamente reducido a diez jugadores.

Pese a todo, cuando tocó enfrentar a Escocia, ya estaban resueltas todas las otras series y se sabía que el empate alcanzaba. Se suponía que Uruguay iba a atacar para cambiar la imagen, pero a los 50 segundos sufrió la expulsión del lateral José Batista. Los 89 minutos restantes marcaron la resistencia de los diez uruguayos, cuidando la pelota un ritmo muy lento y haciendo tiempo cada vez que fue posible, hasta lograr el objetivo de mantener el cero. No fue nada para ufanarse, pero los escoceses, con 11, hicieron muy poco.

En Italia 1990 el reglamento era el mismo. Claro que esa vez, luego de empatar sin goles con España y perder 3-1 con Bélgica, el único resultado que servía para clasificar era ganarle a Corea del Sur. Costó horrores, pero se logró con un gol de cabeza de un joven Daniel Fonseca en la hora.

En Corea-Japón 2002, luego de otros dos mundiales afuerase perdió en el debut con Dinamarca (2-1) y se empató 0-0 con Francia. Para avanzar a octavos había que vencer a Senegal. El primer tiempo fue terrorífico: los africanos se fueron ganando por 3 a 0. Para el complemento, el técnico Víctor Púa hizo cambios ofensivos. Y enseguida, Richard Morales (uno de los ingresados) descontó. Eso encendió el ánimo del equipo, que dejó de lado cualquier timidez y se fue adelante. Diego Forlán (otro de los cambios) hizo el segundo y casi en la hora lo empató Álvaro Recoba de penal. En los segundos que quedaban, el Chengue tuvo el cuarto, pero su cabezazo, solo frente al arco, se fue junto a un palo.

En Sudáfrica 2010, el 0 a 0 del primer encuentro con Francia y la amplia victoria sobre el local (3-0), determinaron que un empate ante México alcanzara para clasificar. Y se ganó 1-0, con gol de Luis Suárez. O sea, cero estrés.

La derrota inicial contra Costa Rica (3-1) en Brasil 2014 obligaba a ganar los siguientes dos partidos frente a dos campeones mundiales: Inglaterra e Italia. Se recuerda bien lo ocurrido: dos goles de Suárez para vencer a los ingleses, uno de Diego Godín cerca del final para dejar afuera a Italia.

En Rusia 2018, por primera vez en la historia, Uruguay llegó al tercer partido ya clasificado, luego de ganarle a Egipto y Arabia Saudita, en ambos casos por 1 a 0. Luego vino el dueño de casa, pero la Celeste no se frenó y ganó 3 a 0.

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