Poco más de nueve meses después de un motín que involucró a hinchas de Peñarol en la playa Recreio dos Bandeirantes, donde se incendiaron motocicletas, se vandalizó un quiosco y se robó dinero en efectivo, el 41.º Juzgado Penal de la Capital Federal del Tribunal de Justicia de Río de Janeiro condenó al uruguayo Rubén Ezequiel Rodrigues Acuña a seis años y tres meses de prisión.
Se trata del único de los 21 aficionados arrestados el 23 de octubre de 2024 que permanece en prisión y el primero del grupo en ser condenado por asociación delictiva con uso de armas y corrupción de menores. Los abogados Eduardo Benfica y Roger Gomes, representantes de los uruguayos, ya presentaron un recurso de apelación, solicitando, entre otras cosas, que la condena se cumpla en régimen semiabierto en lugar de en régimen cerrado, como lo dispuso el juez.
Hasta el momento, otros 15 hinchas siguen enfrentando cargos relacionados con el disturbio ocurrido en la playa Recreio dos Bandeirantes. A diez de ellos se les suspendieron las medidas cautelares y se les permitió regresar a Uruguay. Cinco están libres en Brasil, con prohibición de salida del país, llevan tobilleras electrónicas. Los demás fueron absueltos o se les revocaron los cargos.
El altercado ocurrió en un quiosco de la Avenida Lúcio Costa, cerca del Puesto 12, en Recreio dos Bandeirantes, horas antes del partido de ida de las semifinales de la Copa Libertadores de América entre Botafogo y Peñarol. Según una denuncia presentada por el Ministerio Público de Río de Janeiro (MPRJ), durante el altercado, Ruben Ezequiel presuntamente incitó a un aficionado adolescente que lo acompañaba a cometer actos de violencia contra los empleados del establecimiento y otros transeúntes, lanzando piedras, botellas, sillas, mesas, cajas de cerveza y otros objetos.
"El acusado, libre y conscientemente, en connivencia con el adolescente, se asoció con numerosas personas, todas pertenecientes a la hinchada organizada del Club Atlético Peñarol, con el propósito específico de cometer diversos delitos, en particular los delitos de robo, incendio provocado, daños agravados, lesiones raciales y riña. Los acusados, miembros de la hinchada organizada del Club Atlético Peñarol, conformaban una verdadera asociación delictiva, cuyos miembros mantenían un vínculo previo, estable y duradero, con el objetivo específico de cometer delitos. Además, dicha asociación delictiva operaba mediante el uso de armas, ya que sus miembros portaban armas de fuego, machetes, piezas de hierro y madera, instrumentos que eran utilizados eficazmente en la práctica de los delitos perpetrados por la banda", señaló el documento del juez".
"Ocurrió que, alrededor de las 15:00 h, se inició una acalorada discusión entre los miembros de la asociación delictiva y los empleados del mencionado establecimiento comercial, ya que la banda afirmó no pagar los productos consumidos. Mientras tanto, un grupo de hinchas del Club Botafogo pasaba por allí. Por la ubicación, circunstancia que reforzó las intenciones delictivas de dichos individuos, intensificando los ataques. En efecto, el acusado, su cómplice adolescente y otros miembros de la organización criminal comenzaron a cometer actos de violencia contra los empleados del quiosco y otros transeúntes, lanzando piedras, botellas, sillas, mesas, cajas de cerveza y otros objetos. Cabe destacar que el acusado no solo prendió fuego a una motocicleta, sino a varias más, junto con varios cómplices, quienes agredieron a policías, motociclistas y otros transeúntes, todo con la intención de continuar con la actividad delictiva. Finalmente, debido al concurso material de delitos (artículo 69 del Código Penal), las penas se acumularon y se impusieron a 6 (seis) años y 3 (tres) meses de prisión y 13 (trece) días multa", indicó el texto.
Las cámaras de seguridad captaron la conmoción. Se llamó a la policía y se produjo un enfrentamiento entre agentes y aficionados. Se utilizaron granadas aturdidoras, y el grupo fue inmovilizado y obligado a sentarse en el suelo a orillas de la Playa de Recreio, cerca del Puesto 12. Un autobús policial fue enviado al lugar para trasladar a los aficionados a la Ciudad Policial. Además de los implicados en el incidente, la policía incautó un arma de fuego.
Durante los incidentes también fue incendiado un autobús que transportaba hinchas uruguayos.
A los detenidos se les impidió ver el partido entre Botafogo y Peñarol. Todos fueron trasladados a la comisaría de Jacaré, en la Zona Norte, donde fueron imputados por diversos delitos.
Marcos Nunes, O Globo/GDA
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