Bruno Damiani: entre goles y tesis en la MLS, el "espíritu" de Boston y la llegada de Jadson Viera a Nacional

El delantero de 23 años dejó el tricolor en plena racha de clásicos y hoy se afirma en Philadelphia Union con el que ya ganó un título, pero persigue otro mientras avanza en su carrera universitaria.

Bruno Damiani festeja uno de sus goles para Philadelphia Union. Lleva 9 en 39 partidos y dos asistencias.
Bruno Damiani festeja uno de sus goles para Philadelphia Union. Lleva 9 en 39 partidos y dos asistencias.
Foto: MLS

Tuvo que tomar una decisión entre lo racional y lo visceral y eso lo llevó a Estados Unidos después de regresar a Nacional y ganar dos clásicos tras haber sido goleador en Boston River, que pudo ser un paso atrás, pero fue solo para tomar impulso. Bruno Damiani (23) está conforme con esa resolución y se abre paso entre goles y horas de estudio con la ambición de más de un título. Con Philadelphia Union ya consiguió uno, la Supporters’ Shield en la MLS y va por más mientras crece en cada entrenamiento en los duelos con el defensor Jakob Glesnes, su compañero noruego: “nos matamos a palos y me hace mejorar mucho”.

Cada entrenamiento es intenso y uno de los últimos no fue fácil después de la goleada de Estados Unidos a Uruguay. Lo vivió con cierta incomodidad. “No fue una linda experiencia. Estaba mirando el partido, hablando con un compañero y me llegaron cargadas, pero no es algo gracioso para estar hablando de eso. Es una lástima el partido y les puede dejar a los jugadores una energía diferente para el Mundial. Es un golpe de realidad y ojalá que se tome de una manera positiva”, reflexionó.

A pesar del humor de sus compañeros, el Mundial 2026, que llegará a Philadelphia, se siente tímidamente y aún no hay una fiebre mundialista en Estados Unidos. “En realidad todavía no, pero sí empezás a ver en los centros comerciales los slogans y esas cosas relacionadas con el Mundial”, contó. Para él será una experiencia inédita: “Nunca vi un partido de un Mundial y ojalá tenga la suerte de que Philadelphia sea anfitrión de alguno de Uruguay así puedo ir a verlo o quizás a algún lugar cercano. Estaría muy lindo aunque es una experiencia costosa (ríe), veremos si tengo la oportunidad”.

Determinación: doble agenda entre el fútbol y el estudio

Actualmente vive al norte de la ciudad, una zona que se ha ido adaptando igual que él a una nueva rutina. “Vivo solo acá, estoy en el norte de la ciudad, es una zona renovada. Antes estaba medio fea, pero ahora hicieron nuevas construcciones y somos varios los compañeros que vivimos ahí, lo cual es bueno porque me sirvió mucho para la integración”, explicó. Para Bruno, que lleva casi un año en Philadelphia, el tiempo se dividió entre entrenar y estudiar, una combinación que lo sostuvo mentalmente. “Ahora estoy un poco más tranquilo con el estudio porque terminé el trabajo pesado y estoy entrenando y disfrutando de estos partidos que están siendo muy intensos emocionalmente”, agregó.

Incluso incorporó algunas costumbres locales que son nuevas en su rutina. “Lo que sí se me pegó es no merendar, que en Uruguay siempre lo hacía. Acá cenan muy temprano y la gente se va a acostar. Lo estoy haciendo”.

La decisión de dejar Nacional no fue para nada sencilla. En plena seguidilla de clásicos, con la carga emocional del momento, sintió ese tironeo entre lo que sentía su corazón y lo que decía su cabeza. “No lo pudiste describir mejor realmente, creo que fue así. Sobre todo en el momento que me voy, habíamos jugado dos clásicos y estábamos por jugar el tercero. Era un momento emocionalmente muy importante, que tenés que estar bien y yo quería jugar. Por suerte pude ganar los dos que jugué, el otro no pude y después, pensándolo más en frío, era lo mejor venir y no te miento si te digo que me sorprendió para bien. Todo lo que hay acá, la infraestructura de los clubes, lo parejo que es la liga, lo competitivo que es, es muy profesional todo y para mi carrera es un paso muy bueno”.

Además del fútbol, Damiani cursa Administración de Empresas y está cerrando su tesis. Un jugador que entrena la mente seguro es más inteligente dentro de la cancha, pero para Bruno esto va más allá. “Yo lo tomo más como un desafío para la vida en el sentido de seguir preparándote, por todo lo que hablan los exjugadores de que se termina la carrera y te quedan un montón de años y el futbolista tiene tiempo en la tarde para hacer cosas”, explicó. Aunque este año, admitió, fue exigente: “Estoy haciendo la tesis final de la carrera y me ha llevado a momentos de estrés que quizás me han sacado un poco de energía. Tengo que encontrar el balance”. De cara al 2026, quiere ordenar esa doble agenda: “Tengo el desafío de hacer cosas que no me saquen energía para el fútbol, pero sí me vengan bien porque lo que tiene de bueno es que te saca la cabeza cuando precisás pensar en otra cosa. Si te quedás toda la tarde pensando en tus errores, sobre todo en los malos momentos, porque en los buenos de repente está todo bien… tener algo en lo que pensar es muy positivo”.

Bruno Damiani festejando el título de la Supporters' Shield con sus compañeros de Philadelphia Union.
Bruno Damiani festejando el título de la Supporters' Shield con sus compañeros de Philadelphia Union.
Foto: @PhilaUnion

Afectos: la llegada del entrenador Jadson Viera a Nacional

Su vínculo con Nacional sigue siendo muy fuerte. Hincha y agradecido, también mantiene una admiración por Jadson Viera y el cuerpo técnico que tuvo en Boston River. “Son un cuerpo técnico muy, muy dedicado, muy profesional… gente que se esfuerza y tiene experiencia en salir campeones y jugar partidos importantes. Me hicieron crecer un montón”, confesó. El sentimiento le agrega un peso extra: “Cuando generás cierta cercanía con la gente, todo cuesta el doble. En Nacional, como soy hincha, era algo emocional y ahora verlos a ellos dando sus primeros grandes pasos como cuerpo técnico es el doble de tensión”, comentó. Y cerró con un deseo: “Ojalá que no dependa del resultado su continuidad… pero sabemos cómo es el fútbol uruguayo. Ojalá que ganen también por eso. Les deseo lo mejor, a los compañeros con los que jugué también y a Nacional que es el club que amo. Voy a mirar todos los partidos”.

Bruno Damiani y Leo Coelho en el clásico entre Nacional y Peñarol por la Supercopa Uruguaya.
Bruno Damiani y Leo Coelho en el clásico entre Nacional y Peñarol por la Supercopa Uruguaya.
Foto: Estefanía Leal.

Impulso: el espíritu de Boston River en su carrera

Damiani también valoró esa etapa en el Sastre siendo dirigido por Viera. Ese “paso atrás”, mientras Liverpool también estaba en la consideración, terminó siendo un impulso que lo llevó a ser goleador del campeonato. “Creo que son clubes que hacen bien las cosas en general. Te puedo decir que en Boston se manejan muy bien deportivamente, traen jugadores de manera inteligente, con un perfil y un cuerpo técnico que está alineado a eso. Estaba todo muy bien pensando y había un hambre de crecer ahí que de repente en otros clubes del fútbol uruguayo no lo ves”, analizó. Y recordó algunos cambios concretos en el club: “En el año que estuve se mejoró varias veces el gimnasio, después de que me fui lo mejoraron bastante más todavía. Cuando llegué era una carpa y hoy en día es una sala con muchas más máquinas”. Aun así, para él, una de las características fundamentales de Boston era el espíritu: “El cuerpo técnico compraba cosas y las dejaba para el club. Había un ambiente que todos sentíamos eso. Estaba lleno de gente que no estaba conforme con estar donde estaba, que quería más”.

Bruno Damiani celebra su gol en el partido entre Boston River y Miramar Misiones.
Bruno Damiani celebra su gol en el partido entre Boston River y Miramar Misiones.
Foto: @bostonriver.

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