Bielsa auténtico: por qué está en duda su función, la receta para ganar y el ida y vuelta con un periodista

El entrenador de la selección de Uruguay convirtió la conferencia de prensa en una extensa disertación en la que habló de todo con un sustancial cambio en su manera de expresarse.

Marcelo Bielsa en conferencia de prensa en el Estadio Centenario.
Marcelo Bielsa en conferencia de prensa en el Estadio Centenario.
Foto: @Uruguay.

Apenas un minuto pasaba de las 13:00 horas. La sala de conferencias del Estadio Centenario no estaba abarrotada de periodistas ni mucho menos. No había clima post partido de Eliminatorias y sí de previa, con varios comunicadores con algunas preguntas preparadas a la espera de las respuestas de Marcelo Bielsa en la antesala a la doble fecha en la que la selección de Uruguay buscará sellar su pasaje directo al Mundial 2026 de Estados Unidos, Canadá y México.

Pero el entrenador argentino de 70 años sorprendió a todos con lo que perfectamente puede catalogarse como una locura: una hora y 20 minutos de disertación.

Es que el evento dejó de ser una conferencia de prensa normal y pasó a ser una verdadera disertación, sin demagogia, sin “vender humo” —tal como el propio Bielsa afirmó—, con sinceridad, con mucha autocrítica y con varios mensajes pensando en lo que se viene para la Celeste en el corto y en el mediano plazo.

Y a diferencia de anteriores encuentros con la prensa, el rosarino mostró un cambio de postura que llamó la atención. Atrás quedó el Bielsa que miraba hacia abajo. El Bielsa de ayer levantó la mirada, intercambió opiniones con periodistas, les consultó algunas cuestiones a varios y hasta tuvo un particular diálogo con otro comunicador.

Todo eso ocurrió dentro de los 80 minutos de charla en la que el entrenador de la selección uruguaya se tomó su tiempo para explicar, a su entender, por qué la Celeste no ha logrado el rendimiento que el técnico espera y sobre qué patrones se agarra para analizar buenas y malas actuaciones del equipo.

Marcelo Bielsa en conferencia de prensa en el Estadio Centenario.
Marcelo Bielsa en conferencia de prensa en el Estadio Centenario.
Foto: @Uruguay.

Es que el argentino detuvo por varios minutos el intercambio pregunta-respuesta para hacer un alto y dar al detalle su evaluación de lo que hizo el equipo uruguayo en los últimos 10 partidos y llegó a una conclusión.

Primero, Bielsa analizó su trabajo hasta ahora y ahí comenzó a deslizar toda su autocrítica: “Es una pregunta que yo me hice. No podía no hacerme esa pregunta porque cuando uno gestiona un capital humano de tanta riqueza, tiene que saber por qué el rendimiento producido es menor al esperado”. “La primera conclusión es que soy consciente que mi gestión, que tiene como principal objetivo rentabilizar el capital humano que me toca manejar, en proporción a las cualidades que tiene, es un objetivo no cumplido. Si yo tuviera que calificar mi gestión diría que deberíamos obtener más de lo que obtuvimos”, siguió.

Bielsa también habló de algo que para su entender, es clave para lograr un buen rendimiento: “Para mí lo que hay que considerar son dos cosas: la calidad de los jugadores y el entusiasmo de los jugadores. Todos los demás aspectos son muy relativos. El entusiasmo de los jugadores lo propicia el entrenador y lograr que los jugadores jueguen proporcionalmente a las virtudes que tienen, lo propicia el entrenador”.

Marcelo Bielsa, entrenador de la selección de Uruguay, durante una conferencia de prensa en el Estadio Centenario.
Marcelo Bielsa, entrenador de la selección de Uruguay, durante una conferencia de prensa en el Estadio Centenario.
Foto: @Uruguay.

Más adelante, el técnico hizo referencia a un contundente patrón que encontró en las últimas 10 presentaciones de la Celeste. Desde el encuentro que Uruguay disputó contra Paraguay en el Centenario el 6 de setiembre con empate sin goles hasta el triunfo 2-0 sobre Venezuela el 10 de junio en ese escenario, Bielsa dio a conocer su análisis y explicó la combinación de rendimiento y resultado: “Para empezar, mire lo que le voy a decir: correr mucho no quiere decir jugar bien, pero el que corre mucho nunca juega mal. ¿Por qué?Porque tiene un estado de ánimo que activa las virtudes y a través de la energía activa todo lo que lleva a adentro”.

“A mí me sobra tiempo y ese tiempo lo dedico a analizar cosas que en un club son difíciles por el día a día. Y en cada partido evalúo si corrimos por encima de nuestra media y si corrimos más que el rival. Nosotros cuando destacamos —tenemos una media de rendimiento— corrimos por encima de nuestras posibilidades y además corrimos más que el rival”.

Dicho esto, el entrenador reafirmó que el objetivo es mejorar ese patrón de cara a lo que resta de las Eliminatorias y ante una casi segura clasificación, plasmarlo en el Mundial el próximo año.

Pero además, el argentino puso en duda su función y comentó: "Nosotros necesitamos correr mucho porque eso nos hace jugar mejor, rentabilizar nuestras virtudes, necesitamos correr más que el rival y necesitamos de los jugadores que están habituados a la competencia máxima de altísima intensidad. Cuando se dan esas cosas, somos un equipo. Cuando no se dan esas cosas, somos más débiles. Esto es una descripción que pone mi función muy en duda, muy en duda, por lo que dije antes del entusiasmo del entrenador y la proporcionalidad de las virtudes que el jugador usa, dependen del entrenador. Se habrán cansado de escuchar 'este tipo me da confianza, saca lo mejor de mí, me genera entusiasmo'. Eso es ser entrenador. También puede pasar lo contrario como 'este tipo me inhibe, me deprime'".

Con una hora y 20 minutos de disertación, Marcelo Bielsa se mostró más auténtico que nunca, puso la autocrítica arriba de la mesa, analizó su gestión hasta ahora y se tomó el tiempo para un poco común ida y vuelta con los periodistas.

El particular ida y vuelta de Marcelo Bielsa con un periodsta en la conferencia de prensa

Ya eran más de las 14:00 y Marcelo Bielsa seguía disertando en el Estadio Centenario. Llegó el turno de la última pregunta a cargo del periodista Javier De León del programa "Vamos que Vamos" (El Espectador Deportes), Cadena Celeste y Claro Sports. "Voy a ser sintético y quiero preguntarle por el Mundial. ¿En su cabeza ya tiene a los 23 jugadores para el Mundial?". Bielsa fue claro: "Sí, por supuesto", respondió.

Acto seguido, el comunicador retrucó: “¿Mejor 26 0 23?”. “Esa es una gran pregunta”, dijo Bielsa, agregando: “Contéstela usted”. De León respondió 26, pero luego, el entrenador explicó: “Si usted lleva 26 jugadores, hay tres jugadores que van a ser tercera opción respecto del uno y el dos. ¿Usted qué elegiría como tercera opción?Primero dice en qué puesto porque tengo tres puestos para poner terceras opciones. ¿A quién pone?¿Al tercer mejor o a uno que asuma que es el tercero?”.

Bielsa continuó: “Los que peor juegan son los delanteros. Mire los cambios. Los que más salen son los punteros, los centro atacantes y los volantes ofensivos porque es el lugar del campo en el que más cuesta jugar bien. Ese razonamiento define que es mucho mejor llevar atacantes de sobra”.

Por otra parte y luego de dejar en claro que nunca estuvo de acuerdo con el periodismo, el entrenador de la selección uruguaya dejó una reflexión acerca de la convivencia con sus planteles: "Lo digo por experiencia personal que hay terceros suplentes que suman y terceras opciones que no suman. El otro día veía que se puede desestimar tanto la sustitución de un jugador porque siempre comento, mirá vos sos jugador, yo soy entrenador. Vos tenés que jugar y yo tengo que tomar decisiones. Yo nunca voy a hacer señas cuando pateás afuera y te perdés un gol hecho. Ahora, te pido por favor que no hagas lo mismo con mis decisiones, con mi trabajo. Si vos cada vez que yo saco a uno vas a hacer lo que hacen los jugadores de patear la botella, tirar la camiseta, eso no puede funcionar. La explicación son las 200 pulsaciones, no controlarse. Todas esas hipocresías justifican lo inadmisible. Yo soy profesional y el jugador es profesional. Y siempre le digo a mis jugadores: muchachos todas mis decisiones son equivocadas. Yo nunca voy a resaltar una equivocación de ustedes. Les pido que resalten las mías, porque sino no podemos convivir. La convivencia está basada en que yo acepto tus errores sin señalarte públicamente y a cambio te pido que todo lo que me tengas que decir, me lo digas en privado".

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar