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A Ramírez le hicieron un penal y a Cóccaro le gritaron un gol en la cara: picante empate en San Lorenzo-Huracán

A pesar de que parecía que el Globo se llevaba los tres puntos, en la última pelota del encuentro lo empató el Cuervo gracias a un penal.

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El festejo de Adam Bareiro en el San Lorenzo-Huracán.
El festejo de Adam Bareiro en el San Lorenzo-Huracán.
Foto: Captura.

En base a La Nación/GDA
Huracán tenía una chance de oro para ganarle a San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro después de 22 años. Ganaba 1-0 con el gol de Ignacio Pussetto, tenía un jugador más en la cancha por la expulsión de Gastón Hernández y controlaba el juego, pero no le alcanzó.

El Ciclón supo cambiar a tiempo: cambió el juego corto por los pases mucho más directos, ingresó Gastón Ramírez y le llenó el área de pelotazos al arquero Lucas Chaves y en uno de esos envíos, el Ciclón sacó petróleo. Porque Franco Alfonso le cometió una infracción en su área al mediocampista uruguayo.

Iban 49 minutos del segundo tiempo. Adam Bareiro engañó al arquero del Globo y anotó el 1-1. Ahí una nueva polémica. El delantero guaraní gritó el gol, se besó el escudo y luego se paró frente al banco de suplentes de Huracán y se puso un dedo entre la nariz y el labio superior.

El atacante simuló un bigote, característica de Matías Cóccaro que tuvo un clásico picante, que pidió un penal y que a esa altura ya estaba en el banco de suplentes. Al término del partido el paraguayo declaró: "¿El bigote? Es para un tío, en Paraguay". El Zorro, por su parte, expresó: “No sabía que era el ídolo de otro jugador. Si quiere le mando una camiseta. Cuando hace goles se acuerda de mí".

El uruguayo añadió: "Toda la cancha vio el agarrón, un tackle. Que vio toda la cancha. El árbitro no lo vio. Vinimos a buscar los tres puntos. Ellos se metieron atrás con dos líneas de cinco. Jugaron a colgarse del travesaño y nosotros lo fuimos a buscar. Nos terminan expulsando a Nacho. Injustamente. Fueron muy permisivos para un lado y para el otro no. Jugadas en donde eran dudosas, siempre para el otro lado. Nos vienen a festejar el gol en la cara. ¿Qué podemos hacer? Yo no puedo hacer nada. Eso incita a la violencia. El juez es un educador.

No le sirve a Huracán, que pensó que tenía el triunfo sellado. Sí le cae bien a San Lorenzo, que tenía todas las de perder y rescató un punto.

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