El 9 de octubre de 1925, el Presidente de la República, Ing. José Serrato, dio a conocer la resolución conocida como “Laudo Serrato”, la que indicaba el cese de funciones de las autoridades de la AUF y de la FUF y la inmediata suspensión de toda la actividad deportiva, culminando de esa manera lo que se conoció como el cisma del fútbol uruguayo.
Los motivos del Laudo Serrato se remontan a un histórico acontecimiento ocurrido el 14 de noviembre de 1922, cuando se produjo la expulsión por parte de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), de los clubes Peñarol y Central, causada por desobedecer una resolución de la AUF.
Al iniciarse la década de los años ‘20, un grupo de clubes argentinos -River Plate, Racing, Independiente y San Lorenzo, entre otros-, se habían alejado voluntariamente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), fundando la Asociación de Amateurs.
La Asociación Uruguaya de Fútbol nunca reconoció oficialmente a la liga de amateurs, continuando con su relacionamiento oficial con la AFA y prohibiendo que las instituciones uruguayas se enfrentaran con los disidentes clubes argentinos.
En setiembre de 1922, Peñarol exigió que la AUF no se enfrentara a la AFA, en el Campeonato Sudamericano de Brasil, porque consideraba que la AFA no era la fiel representante del fútbol argentino. La AUF disputó el certamen sin jugadores aurinegros, porque el Carbonero no los cedió.
Posteriormente, Peñarol y Central solicitaron autorización para ir a jugar a Buenos Aires, la que les fue negada reiteradamente por parte de la AUF. Ante esta situación, y tomando en cuenta que Peñarol y Central igualmente iban a disputar sus partidos con clubes disidentes de la AFA, fueron notificados por parte de la AUF que corrían el riesgo de ser desafiliados. Ambas instituciones no tomaron en cuenta la advertencia, disputando sus respectivos partidos el domingo 12 de noviembre.
Ese mismo día, en Montevideo, la selección uruguaya venció a su similar de Argentina por 1 a 0, adjudicándose la Copa Lipton, el trofeo más antiguo disputado entre los dos países rioplatenses.
La actividad de Peñarol y Central en Buenos Aires, desobedeciendo el mandato de la AUF, motivó que el martes 14 de noviembre de 1922, la asamblea tomara la decisión de desafiliarlos de la AUF, histórica resolución votada por abrumadora mayoría (16 votos a 1).
A instancias del presidente de Peñarol, el Dr. Julio María Sosa, Peñarol y Central, ya expulsados de los registros de la AUF, invitaron a clubes barriales (mayoría en la época), empresariales y algún otro que se formó en esos días, para fundar la Federación Uruguaya de Football (FUF), en una asamblea presidida por el propio Dr. Sosa, realizada en la sede del club Peñarol, sitio en el que, posteriormente, la FUF continuó funcionando y realizando sus reuniones.
La actividad oficial organizada por la AUF continuó con su normal desarrollo, consagrándose el Club Nacional de Football como Campeón Uruguayo de 1922.
Consolidando su posición oficialista, la AUF continuó con su actividad en 1923, afiliándose a la FIFA. De ahí en adelante, la única institución reconocida oficialmente por la FIFA y la Confederación Sudamericana de Fútbol siguió, y sigue siendo hasta la actualidad, la Asociación Uruguaya de Fútbol.
En 1923 se organizó en Montevideo el Campeonato Sudamericano, en el que Uruguay, representado por jugadores de la AUF, se consagró campeón.
Y fue la AUF la que representó oficialmente a Uruguay en los Juegos Olímpicos de 1924, donde nuestro fútbol logró la primera medalla de oro de su historia, sin contar con la participación de jugadores de la FUF.
En 1924 Nacional volvió a consagrarse Campeón Uruguayo por tercer año consecutivo en el campeonato de la AUF.
En 1925, por gestiones de un sector de la prensa montevideana, se comenzaron los contactos para reunificar al fútbol uruguayo, elevándose una solicitud de intermediación al Presidente de la República, Ing. José Serrato, quien se puso a trabajar en el tema, contando con el asesoramiento de 10 personalidades directamente vinculadas al fútbol.
El 9 de octubre de 1925, el Presidente Serrato dio a conocer su fallo, conocido como “Laudo Serrato”, el cual indicaba el cese de funciones de las autoridades de la AUF y de la FUF y la inmediata suspensión de toda la actividad futbolística.
El Laudo Serrato ordenaba la creación del “Consejo Provisorio de Football Nacional”, integrado por quienes habían sido los 10 asesores del Ing. Serrato y su función principal fue la organización de toda la futura actividad del fútbol uruguayo.
El “Consejo Provisorio” cesaría en sus funciones una vez cumplida la reorganización y se regiría para su cometido por lo establecido en el Laudo Serrato y, en todo lo que no se opusiera al mismo, por el estatuto de la Asociación Uruguaya de Fútbol, que era la única reconocida oficialmente por la Confederación Sudamericana y por la FIFA, quedando de esa manera marcada la extinción de la FUF.
Nacional era el líder del Campeonato Uruguayo de 1925. La AUF declaró oficialmente a Nacional como “Primero e Invicto”, pero no como Campeón Uruguayo.
Con la organización de la FUF llegaron a desarrollarse dos certámenes. El primero, en 1923, lo ganó el Club Atlético Wanderers, rama escindida del Montevideo Wanderers F.C., institución que se mantuvo oficialmente en la AUF (los Bohemios se dividieron y tuvieron un equipo en cada campeonato). El torneo de 1924 lo ganó Peñarol.
Como en 1926 la AUF no estaba en funcionamiento, no se disputó el Campeonato Uruguayo tradicional.
Ese año se jugó solamente el Campeonato del Consejo Provisorio. Este certamen se desarrolló en dos series, teniendo como única finalidad definir cuáles serían los clubes que competirían en la Primera División del Campeonato Uruguayo de 1927 y cuáles formarían parte de la segunda divisional (Intermedia). Así lo destacaba el Laudo Serrato, expresando textualmente en su artículo octavo: “El año deportivo de 1926 se destinará a la selección necesaria para clasificar a los clubes que integrarán la Primera División y la División Intermedia”, refiriéndose a la futura actividad oficial de la AUF para la temporada de 1927. Más allá de esta versión, este torneo es polémico, genera controversia y tiene varias interpretaciones: algunos señalan su mero carácter clasificatorio y otros que se trató de un campeonato oficial anual.
La serie A del Campeonato del Consejo Provisorio “Héctor R. Gómez” de 1926 tuvo como ganador a Peñarol y la serie B se la adjudicó el club Bella Vista.
La disputa del Campeonato Uruguayo organizado por la AUF, recién retornó en 1927, contando con la participación récord de 20 instituciones.
El Campeón Uruguayo de ese año, el primero desde la reunificación, fue el Club Atlético Rampla Juniors. Luego todo se normalizó en relación al fútbol uruguayo.
Los integrantes del Consejo Provisorio del fútbol uruguayo
Para proceder a la reunificación del fútbol uruguayo, el Presidente de la República, Ing. José Serrato, designó una comisión de notables que serían los encargados de gestionar la organización de la futura actividad futbolera.
Así quedó establecido en el segundo artículo referido a la creación del Consejo Provisorio de Football Nacional.
Ellos fueron los que estuvieron trabajando en la creación del Laudo Serrato.
La presidencia la ejerció el Dr. Héctor Rivadavia Gómez, quien estuvo acompañado por los doctores Juan Blengio Rocca, Félix Polleri, M. Martínez Pueta y Francisco Ghigliani, los escribanos Carlos Stuzzenegger y Héctor A. Gerona y los señores Alfredo Le Bas, Juan Gorlero y Álvaro Saralegui.