Mientras la Fórmula 1 celebra su 75.º aniversario, persiste una cifra que evidencia el camino pendiente: la italiana Lella Lombardi, sigue siendo la única mujer en sumar puntos en la historia del campeonato mundial.
Fue en el Gran Premio de España de 1975, una carrera marcada por la tragedia: el accidente de Rolf Stommelen obligó a suspenderla antes de tiempo, otorgándole medio punto a Lombardi por su sexta posición. Un año más tarde, finalizó 12.ª en Austria.
Desde entonces, ninguna mujer ha vuelto a participar en una carrera oficial. La historia femenina en la F1 empezó en 1958 con María Teresa de Filippis, pionera que corrió tres Grandes Premios con Maserati. Después de Lombardi, otras como Divina Galica, Desiré Wilson y Giovanna Amati intentaron clasificar, sin éxito.
La última, Amati, lo intentó en 1992. Han pasado 33 años desde entonces. En siete décadas, cinco mujeres han tenido un pie en la Fórmula 1, pero ninguna ha logrado consolidarse en la parrilla. En una categoría que proyecta el futuro con innovación y compromiso ambiental, el acceso de las mujeres sigue obstaculizado por viejas estructuras que aún no logran derribarse.