Le Mans se tiñó de amarillo...

En una edición histórica de las 24 Horas de Le Mans, el equipo AF Corse sorprendió al mundo del automovilismo al sellar el triunfo con su Ferrari No. 83, un Hypercar 499P en color amarillo cromo, que probó ser competitivo e incluso superior a los prototipos oficiales de la marca italiana.

Desde el inicio, la 12ª victoria de Ferrari en Le Mans parecía clara, con los tres coches dominando el podio durante gran parte de la carrera. El invitado incómodo fue el Porsche 963 No. 6 del equipo Penske Porsche Motorsport, que arruinó la fiesta al colarse en la segunda posición tras un emocionante sprint final, relegando a los coches oficiales de Ferrari.

Aun así, el brillo se lo llevó el No. 83, conducido por Robert Kubica, quien selló la victoria con una impresionante tanda de cinco relevos consecutivos en las últimas horas de la competencia. Este triunfo no solo marca un nuevo hito para Ferrari en la era de los Hypercars, sino también un logro para AF Corse, que cosecha la primera victoria de un equipo privado en Le Mans desde 2005.

Aunque su condición de “privado” es debatible, porque el AF Corse también gestiona los coches oficiales de la marca de Maranello.

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