TRICOLORES

DIEGO DOMÍNGUEZ

Los goles en un partido de fútbol sirven de cualquier forma. Pueden ser de cabeza, de rebote, más o menos vistosos, pero, a fin de cuentas, todos valen lo mismo.

Con los de tiro libre, sin embargo, sucede algo particular, que trae un condimento especial para el hincha. Son de los que despiertan aplausos, de esos que enmudecen por segundos a un estadio, y que si tienen final feliz, dejan a más de una garganta y un corazón resoplando las consecuencias.

Para el público de Nacionalesa sensación, que alguna vez vibró a lo alto con la pegada de Álvaro Recoba, hace mucho tiempo que dejó de ser costumbre. Que su equipo convierta por esa vía es algo que no les sucede a los aficionados tricolores desde hace casi tres años y que, al menos hasta el domingo, cuando enfrente a Liverpool, no les habrá pasado desde hace 1.074 días.

El último en hacerlo fue Felipe Carballo, hoy figura y referencia en mitad de cancha, cuando anotó el 21 de noviembre de 2019 en la derrota 2-1 frente a Defensor Sporting.

Antes pasaron por el estrado Gonzalo Bergessio, autor de un gol contra Juventud de Las Piedras el 25 de agosto de ese año, y Rodrigo Amaral, que le clavó un golazo por Copa Libertadores a Cerro Porteño.

Desde entonces, los goles de tiro libre en Nacional dejaron de ser habituales. El recorrido continuó, tras la salida de Bergessio, con Brian Ocampo como principal exponente. Después se empezó a animar Carballo, también se soltó Camilo Cándido, y en el presente se encarga por lo general Luis Suárez. Pero hasta ahora ninguno de los futbolistas pudo cortar la mala racha y volverse un especialista en mandar la pelota parada al fondo de la red.

Desde la última pincelada de Carballo al borde del área en 2019, Nacional jugó 146 partidos oficiales en los que convirtió 225 goles. Ninguno de ellos fue de tiro libre.

La espina se traslada también a los clásicos, donde la sequía, incluso, es mayor y se extiende a siete años, 11 meses y 18 días.

El último en iluminarse fue Recoba, quien marcó uno de los goles más recordados por los hinchas tricolores en el último tiempo. Fue el tiro libre del 9 de noviembre de 2014 en la remontada agónica de Nacional a Peñarol, luego de estar perdiendo 1-0 hasta los 45 minutos.

El Chino se volvió un especialista de la pelota parada. Durante su pasaje por el club, acostumbró a los hinchas a convertir de tiro libre, pero también sorprendió con cinco goles olímpicos.

De los jugadores actuales del plantel principal solo hay cuatro que estaban la última vez que Nacional marcó un gol de tiro libre. Además de Carballo, ese día también jugó Mathías Laborda, y por entonces Sergio Rochet y Joaquín Trasante ya formaban parte del equipo de Primera División que dirigía Álvaro Gutiérrez, aunque no tuvieron minutos.