"Ya pasaron unos cuantos meses desde que llegué acá, pero desde un primer momento me sentí muy cómodo y me generó mucha alegría saber que llegaba a un club histórico y grande del básquet uruguayo, que tenía varios años fuera de la Liga, algo para nada normal, y con la responsabilidad de asumir ese reto”, dijo Federico “Mono” Bavosi a Ovación sobre su presente en Cordón, que ajusta detalles para volver a los playoffs de la Liga Uruguaya de Básquetbol luego de 14 años ausente.

“El equipo estuvo siempre a la altura. Nos costó un poco acomodarnos, pero con la llegada de Eric (Romero) creo que encontramos la forma de jugar y cada uno su rol. Estamos todos muy satisfechos con la temporada que hicimos, pero también con muchas ganas de demostrar que podemos hacer aún más”, comentó haciendo un análisis grupal del año.

Y en el plano individual: “Mi rol dentro de la cancha siempre es bastante similar: hay partidos que tiro 15 tiros y otros que tiro cuatro. Intento jugar pensando en lo mejor para el equipo; si necesita que defienda más agresivo, que ataque más, incluso que juegue más o menos minutos”. Pero más allá del juego, por su trayectoria ha ido asumiendo cierta responsabilidad en otros aspectos. “Sé que tengo la opción de hablar en determinados momentos de la temporada, o durante los partidos y prácticas. Sin que sea una constante y solo si amerita, porque tenemos la suerte de tener un entrenador y cuerpo técnico que trabajan mucho, y otros jugadores con experiencia. Así que el liderazgo es absolutamente compartido”.

Foto: Juan Manuel Ramos

Pero modestia aparte, su experiencia incluso fue requerida por otros equipos en el correr de la temporada para jugar por competencia internacional: jugó la Liga Sudamericana con Peñarol y el final four de la Basketball Champions League Americas con Hebraica Macabi hace unas pocas semanas. En su palmarés tiene tres títulos de Liga Uruguaya: una con Malvín (2014/15) y dos con Aguada (2018/19 y 2019/20

Si bien Cordón terminó la primera fase de la temporada con una buena racha que lo metió en ese sexto puesto que tanta polémica generó, Bavosi señaló que no saben en qué momento están, “porque la Liga no permite que los equipos tengan continuidad y lo sufre tanto Cordón como el resto de los equipos”.

“Sí en cuanto a ganas y confianza de que somos un equipo duro, indudablemente. Pero la realidad es que después del partido con Malvín (último de la primera fase) tuvimos un parate de más de un mes sin jugar. No es una excusa, pero es muy difícil saber el nivel con el que llega cada equipo a esta última parte”. Nada menos que la más importante.

“Creo que nuestro mejor nivel fue al final de la primera fase y por momentos en la segunda quincena de marzo, y estamos trabajando para mostrar de nuevo ese nivel. Está todo el plantel sano y aún tenemos unos días para preparar ese primer juego contra Nacional”, indicó y agregó: “El último partido fue contra Aguada, hace una semana, pero sin (Chaz) Crawford. Antes de eso contra Sporting hace otra semana. Pero el último partido todos juntos la verdad que no me acuerdo cuando fue”.

Si bien admitió que es cierto que hay un factor climático y las lluvias y humedad interfirieron mucho con el calendario de esta Liga, sostuvo que “hay que intentar cuidar el producto”. “En nuestro mejor momento, cuando la gente llenaba la cancha todos los partidos, le sacaron la posibilidad de ir a la cancha por un mes. La gente tiene que saber que durante los seis o siete meses que dure la Liga, va a poder ir a la cancha a alentar a su equipo”, remarcó.

Foto: Juan Manuel Ramos

Sobre la competencia, consideró que “el nivel es muy alto, no sé si el más alto de la última década porque hubo grandes equipos, pero sí es muy alto y muy parejo. La prueba está en que Macabi definió la BCLA y Nacional estuvo cerca. Junto a Aguada y Peñarol son los cuatro equipos armados para jugar las finales. Pero en el básquetbol no hay lógica y, como siempre, se decide adentro de la cancha y siempre hay alguna sorpresa”.

Sobre su futuro, fue cauto: “En mi cabeza nunca son ‘mis últimos playoffs’, pero soy consciente de que tengo 43 años y sí lo pueden ser. Al poco tiempo de terminar la temporada ya me pongo a entrenar, por una cuestión física y con la cabeza en la siguiente. Hace dos años apareció Trouville y el año pasado Cordón. Pero llega un momento que no depende de uno, sino de las oportunidades que los equipos le den a un jugador de mi edad”.