La edición de dominical de El País presentó una investigación escandalosa, sobre manejos inmobiliarios opacos en balnearios del este. Se trata de una historia bastante habitual, donde gente inescrupulosa aprovecha los tecnicismos legales para apropiarse de propiedad ajena. Esto ocurre por las pasividad de las autoridades, y por la falta de proactividad de los legisladores, en proteger los derechos de las personas. Alguien va a tener que poner el cascabel al gato.