Dos cosas insólitas ocurrieron a raíz de la visita de Silvio Rodríguez. O tres, si tomamos en cuenta que hubo gente dispuesta a pagar para recibir esa dosis de depresión en vivo. Pero como si fuera poco, el cantante cubano esbozó una defensa del régimen comunista que hambrea a su pueblo hace más de medio siglo. Dijo que son pobres, pero no invaden otros países. Explíquenselo a Angola o Mozambique. Todavía peor, es que dirigentes del FA replican este mensaje criminal.