LA CLAVE
Que los sindicatos y sobre todo la central sindical, el Pit-Cnt, funcionen sin personería jurídica parece desde siempre una situación anómala y un tremendo disparate. La actividad que desarrollan y la representatividad que invocan o tienen debe tener un respaldo jurídico. De lo contrario no existen (o no deberían existir). Por eso es muy bienvenida la iniciativa del Ministerio de Trabajo de exigir a esas organizaciones que regularicen su situación como ya ha reclamado la mismísima OIT.