El politólogo Adolfo Garcé es alguien respetado por gente de distintos sectores políticos. Por estos días ha manejado un concepto interesante, al decir que la diferencia entre Delgado y Orsi es que el primero ya estuvo en el centro de un gobierno, y el segundo ha “jugado en la B”. No es por ser despectivo por los gobiernos municipales ni muchos menos, pero es verdad que insumen otras presiones y balances. No quiere decir que no pueda ser buen presidente, pero el dato es innegable.