España vive una crisis política con pocos precedentes. Las dos principales figuras del Partido Socialista, amigos íntimos y operadores claves del presidente Pedro Sánchez, han caído en medio de un escándalo de corrupción y sexo, que cada día se hace más grave, a medida que aparecen chats y audios comprometedores. Sánchez, de acuerdo a su historial, se aferra al poder a cualquier precio. Lo insólito es que en Uruguay haya gente que todavía tome a ese líder como ejemplo político.