Un artículo publicado ayer domingo por Qué Pasa de El País profundiza sobre el final político del histórico dirigente sindical de la salud, Jorge “Fogata” Bermúdez. Es interesante, porque durante mucho tiempo se ha elogiado a nuestro sindicalismo por su honestidad, en comparación con el argentino. Acá vemos que la diferencia es más bien de escala. Treinta años mandando en su gremio, irregularidades de todo tipo y color. Eso sí, el Partido Comunista no le suelta la mano.