Esta semana se cerró con dos noticias maravillosas. Por un lado, se concretó el acuerdo de paz en Medio Oriente, impulsado por el presidente Donald Trump. Por otro, la opositora venezolana María Corina Machado obtuvo el premio Nobel de la Paz, por su invalorable esfuerzo para recuperar la democracia en Venezuela. Dos noticias que deberían hacer alegrar a todo el planeta. Y que, sin embargo, ponen cara de vinagre a algunos dirigentes políticos. Que raro, ¿no?