Durante la última campaña se escuchó a dirigentes del Frente Amplio advertir sobre el auge de la “ultraderecha”, que en Uruguay estaría representada por Cabildo Abierto. Un “partido militar”, homofóbico, “antiderechos”. Sin embargo, una vez ganada la elección, y para conseguir votos clave en el Parlamento, el FA apela justamente a Cabildo Abierto. ¿No es contradictorio? ¿Se puede pactar un alguien a quien se adjudican tantos horrores? ¿Mentían antes, o claudican ahora?